El Padre Mugica vive en el pueblo de la Villa 31

🙏 En una histórica jornada realizada en el predio de la Parroquia Cristo Obrero, de la Villa 31, se recordó la obra y el pensamiento político del Padre Carlos Mugica. El Grito del Sur estuvo presente en el 50° aniversario del martirio del cura peronista y revolucionario.
12/05/2024

Del viernes 10 al domingo 12 de mayo, se detiene el tiempo en la Villa 31 -Barrio Padre Carlos Mugica- para conmemorar el 50° aniversario del martirio del cura peronista y revolucionario. Misas y festivales son parte del repertorio. En la entrada principal de la Parroquia Cristo Obrero, situada en la Manzana 30, un pasacalles da la bienvenida y es acompañado de una virgencita. Este cronista se sumerge el sábado por la tarde en los encantos de un lugar que respira mística, fe y hermandad. «Las villas son barrios obreros», proclama otro de los carteles reflexionando sobre la necesaria conciencia de clase a la que siempre aludía Mugica.

Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació el 7 de octubre de 1930 y murió asesinado por la Triple A el 11 de mayo de 1974. En su corta pero intensa vida, impulsó la creación del movimiento curas villeros y fundó precisamente la Parroquia Cristo Obrero en la Villa 31, donde realizó la mayor parte de su labor comunitaria. Decir que Mugica vive en el pueblo aplica en muchos sentidos, pero ni hablar en la 31. Allí su prédica forma parte de la identidad de todo un barrio. El homenaje por los 50 años de su martirio se basa en la solidaridad y en pensar hacia el otro. Las niñeces juegan sin cansancio en medio de colores y risas compartidas con adultos, bajo la atenta mirada del Padre. «Tener fe es amar a tu hermano», diría él.

Recordar a Carlos Mugica es también un acto político en su versión más pura. Los peronistas verdaderos lo reivindican y resaltan su labor, el gorilaje lo detesta y la iglesia más conservadora intenta borrar sus huellas profundas. En este marco se inscribe la charla-debate sobre la vigencia del pensamiento político del sacerdote villero. Asisten vecinos comprometidos, legisladores y comuneros, así como curas que son hoy los principales continuadores de su obra. Hasta la gigante Taty Almeida dice presente. «A Carlos, como a Néstor, no lo hemos enterrado. Lo hemos sembrado y ahí se ve el fruto. Aquí estamos y seguiremos, la lucha continúa. No hay que bajar los brazos», expresa la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora que a sus casi 94 años muestra una energía envidiable.

En diálogo con El Grito del Sur, el Padre Gustavo Carrara -obispo auxiliar de Buenos Aires y Vicario Episcopal para la Pastoral en Villas de Emergencia- señala que «la razón última por la que asesinaron a Carlos Mugica fue su compromiso con los más pobres». «Para mí significa lo que es un sacerdote que se deja interpelar por el Evangelio de Jesús. Ese Evangelio que empezó en las periferias entre los más pobres y con los más pobres», agrega. Para María Muñoz, vecina de la Villa 31, Mugica representa «el poder ver al otro poniéndose realmente en su lugar, de poder enfatizar con los derechos en épocas de crisis, en los cuales muchos derechos están en riesgo. No solamente de los humildes, sino también de toda la clase trabajadora y de los géneros y las diversidades, sobre todo en los barrios populares».

La jornada finaliza con alegría y esperanza. No podía ser de otra forma. Retumba la Marcha Peronista debajo del tinglado de la capilla Cristo Obrero. No callarse es hacerle caso al Papa Francisco, que en otra de las coloridas paredes del predio aparece con una sonrisa y la histórica frase «¡Hagan lío!». Citando al Padre Carlos Mugica, en un mensaje a sus «queridos cabecitas», «el peronismo fue, es y será, si continúa fiel a sus esencias y desarrolla su entraña revolucionaria, el movimiento de redención social que ha conocido nuestra Patria».

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