Parques Nacionales: advierten sobre el impacto de los despidos en el ecosistema ambiental

🍃 En diálogo con El Grito del Sur y en el marco del Día Mundial del Ambiente, trabajadores señalaron que el cese de la labor de los despedidos afecta el funcionamiento de los parques nacionales y que "el impacto ambiental es a largo plazo". El rol de los parques nacionales en la protección de nuestro patrimonio natural y cultural.
05/06/2024

La ola nacional de despidos estatales alcanzó a la Administración de los Parques Nacionales (APN). En lo que va del 2024, hubo 78 despidos del personal tanto de los parques como de la Casa Central. Sin embargo, los trabajadores siguen en vilo esperando que una nueva tanda de destituciones llegue para fin de mes, ya que el 30 de junio se vencen una gran cantidad de contratos y no saben si todos ellos serán renovados.

La APN es un organismo estatal que cuenta con 2200 empleados y que se encarga de la protección, conservación y fiscalización de los 42 parques nacionales y de las 55 áreas protegidas que hay en el país, tanto en el continente como en el Mar Argentino. Los contratos del personal dependen de las labores que cumplan dentro de los parques. De esta forma, los brigadistas y los guardabosques son quienes presentan contrataciones por alrededor de tres años, mientras que los técnicos, administrativos e investigadores son aquellos cuya precarización los vuelve más vulnerables frente a los despidos. No obstante, hoy todas las áreas se ven afectadas.

Marcelo Rojas, delegado de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y a cargo de tareas de supervisión ambiental en la Dirección Regional Patagonia Norte de Parques Nacionales, comentó con El Grito del Sur al respecto: “Venimos arrastrando una precarización laboral desde hace años. Ahora, lo que se suma es el aprovechamiento de esa precarización por parte de este gobierno, disminuyendo el tiempo de cada contrato y haciendo que ahora se renueven por trimestre”. A su vez, destacó la situación de falta de personal que están sufriendo los parques nacionales desde hace ya algunos años y que está impidiendo el correcto funcionamiento de éstos. “Si el Gobierno plantea que no va a agrandar el personal, lo mínimo que tiene que hacer es no achicarlo”, expresó el delegado.

También recalcó que los despidos fueron realizados de forma arbitraria por el simple hecho de querer justificar un número de recorte de personal que no tiene correlato con las necesidades reales del territorio. “Las autoridades han planteado que querían llegar a una cifra de más o menos 300, 400 despidos. Esperamos que esto no suceda”, agregó Marcelo.

La ola nacional de despidos estatales alcanzó a la Administración de los Parques Nacionales (APN). En lo que va del 2024, hubo 78 despidos del personal tanto de los parques como de la Casa Central.

El cese de la labor de los despedidos afecta el funcionamiento de los parques por varias razones. Una de ellas es que se sobrecarga a los empleados con tareas que no les corresponden, provocando que no puedan realizar eficientemente sus obligaciones propias y que algunas veces inclusive tengan que dejar de hacer algunas actividades por falta de tiempo. “Mientras haya más despidos, se verán afectadas la operatividad, la supervisión, la fiscalización y la conservación que se tiene que llevar a cabo del área protegida. Por ahí uno no ve el efecto inmediato, pero al día de mañana, cuando no haya habido planes para supervisar y conservar, vamos a ver el verdadero impacto en el ecosistema”, añadió el delegado.

Sobre esta cuestión, Lucía Chust, bióloga de Parques Nacionales de la Dirección Nacional de Conservación, expresó: “El impacto ambiental en general es a largo plazo. No lo vas a ver mañana, por eso la gente no se preocupa. En cuatro años podes ver poco de lo que vas a dejar. En diez o en veinte recién lo vas a ver. Eso pasa en general con todo”. Remarcó además que hay otro tipo de cuestiones que se van desarrollando lentamente sin que nos demos cuenta y que también implican consecuencias ambientales, como son las concesiones y las propiedades privadas dentro de los parques.

Lucía trabaja en el área de conservación y mostró su preocupación por el desinterés que hay por parte de los directivos para presentar nuevas líneas de trabajo. El 10 de diciembre, con el cambio de gestión, el presidente de APN presentó su renuncia y no fue hasta marzo que se designó a Cristian Larsen como su nuevo director. “Veo un corrimiento del Estado y la voluntad de que ciertas funciones realmente desaparezcan […] Se va generando un desgaste porque uno sigue solo básicamente. Estamos solos y la gestión no tiene un horizonte hacia el cual trabajar”, criticó Lucía.

Por otro lado, si bien la semana pasada se anunció un aumento de las entradas a los parques nacionales tanto para extranjeros como para residentes argentinos, esta medida no influye directa ni indirectamente en los trabajadores, por lo que la incertidumbre sigue palpitante. “La recaudación va para el Tesoro Nacional. Para nosotros no hay ningún tipo de repercusión positiva con respecto al aumento de las entradas ni tampoco una tranquilidad mayor”, explicó Marcelo. 

Por ello, el delegado terminó destacando el papel importante que llevan a cabo los sindicatos y las agrupaciones gremiales para la defensa de los trabajadores estatales cuyos empleos están en peligro. “Entendemos que la esencialidad de nuestras tareas es justificación suficiente como para poder evitar que haya cualquier despido. Pero por más que se plantee esta esencialidad, si no hay una disputa en el terreno y nosotros no nos ponemos en pie de lucha para poder encarar el proceso, la reincorporación no se va a dar y la situación no se va a poder revertir”, concluyó el delegado.

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