Volver a amar: pareja y sexualidad después de los 50

😍 El amor no conoce de fronteras ni de edades y eso lo comprobamos en esta nota. ¿Cómo se relacionan y buscan pareja los adultos mayores de 40? Aquí algunas reflexiones y testimonios al respecto.
17/08/2024

Volver a amar una vez más

Nacer de nuevo en ti, en tu mirar

Llenando con tu luz

Las sombras de mi soledad

Cristian Castro

La frase “Volver a amar” puede sonar como un latiguillo trillado, pero también puede convertirse en un mantra para salir del pozo oscuro de la soledad. En el mundo, algunos creen que las posibilidades amatorias se renuevan después de un rechazo y consideran que los corazones saben de sanar heridas. Entre desengaños, peleas y rupturas amorosas, cada persona lleva un bagaje propio de ilusiones fallidas que se va cicatrizando con los nuevos encuentros. Los corazones, como los reptiles, mudan la piel. Sin embargo, no es lo mismo decidir separarse a los 20, luego de salir un par de meses y quedar con el alma rota que a los 50, 60 o 70 años, cuando ya realizaste la mayoría de tus proyectos en torno a una pareja que ahora se ve dinamitada. Hijos, sueños, viajes en común se diluyen como arena entre las manos. Aún peor si esto sucede por la muerte de un partener. ¿Qué se puede hacer cuando se debe rearmar la vida solx después de un largo trecho compartido? ¿Qué estrategias utilizan aquellos que tuvieron proyectos en común con sus parejas y ahora, por una separación o por haber enviudado, deben reencontrarse con la soledad post 40? El Grito del Sur decidió averiguarlo.

Natalia es viuda hace 3 años y medio. Cuando falleció su marido ella sintió la necesidad de buscar nuevos vínculos que pudieran enriquecer su vida social, desde amistades hasta una pareja. Estaba soltera luego de un largo tiempo y no quería que su vida se viera limitada por la falta de dupla. En ese momento juntó algunos amigos que estaban en una situación parecida y comenzó lo que se llamó “separadim” y actualmente fue renombrado como Tikva, que significa esperanza en hebreo. Tikva comenzó en 2018 y actualmente reúne 170 personas, pero ya pasaron por el chat más de 1000. A ellos los une el entusiasmo por encontrarse y la religión judía, aunque no todos son conservadores ni practicantes. 

Uno cuando está en pareja lleva un tipo de vida y cuando eso se termina hay un bache. No sabés qué hacer y no te querés quedar en tu casa mirando Netflix. En mi caso, todas mis amigas estaban casadas y tenían sus ocupaciones, por lo cual yo necesitaba conocer nueva gente para salir adelante”, cuenta Natalia sobre la dificultad de seguir su vida social. Ahora, ella se encarga de poner punto de encuentro y el lugar pero asegura que después las cosas salen solas. La buena onda, las charlas y los momentos compartidos ya dieron sus frutos. Los martes hacen tarde de fútbol, los viernes noche de juegos e incluso algunos días tienen actividades con los hijos.

Andrea también forma parte de Tikva. Ella cuenta que la grupalidad surgió por la falta de propuestas para la población de entre 40 y 50 años, especialmente para separados o viudos. Las opciones se dividían entre aquellas ocupaciones para la tercera edad -a partir de los 60- y los más jóvenes, pero su franja etaria quedaba “en el aire”. “Cuando te separás o enviudás perdés muchas cosas, incluso amistades. Uno se siente el número impar, el que le caga el 2×1 en el cine a los amigos. Por eso necesitás gente que hable el mismo idioma y a veces los matrimonios no llegan a entender eso”, enfatiza la diseñadora de interiores que está separada desde que sus hijas mellizas, que actualmente cursan la facultad, tenían un año y medio. “Uno hace su proceso de duelo y acomoda ciertas cosas pero en algún momento lo supera y se da cuenta que sigue teniendo mucha vida por delante. Es normal que quieras conocer a alguien o tener un grupo de amigos con quien salir”, aclara mientras refuerza que no le interesa usar apps de citas. “Las apps tienen su parte contraproducente porque la gente elige por ‘catálogo’. Hay algo de inconformismo, de siempre buscar otra persona nueva para ver si te estás perdiendo algo”, subraya. 

En Tikva tienen un chat grupal donde hablan diariamente y que en la pandemia fue un gran sostén para el aislamiento. Allí comparten fotos, juegan, hacen chistes y comentan las novedades de la colectividad judía. “Fuimos armando subgrupos según nuestras afinidades. Yo estoy en uno de cocina donde nos pasamos recetas e incluso nos juntamos a amasar Jalá”, explica sobre el pan tradicional judío. Desde Tikva también han hecho donaciones solidarias a entidades judías. 

“El bienestar de los adultos y adultos mayores no tiene que ver necesariamente con estar en pareja, lo importante es sentirse bien y estar bien con uno mismo. Por supuesto que si quieren formar pareja y lo logran se complementa y eso suma, pero no creo que sea lo fundamental para ser feliz”, opina Esther Diaz, filósofa pensadora, intelectual, epistemóloga y escritora argentina de 83 años. Ella tiene una columna en el suplemento feminista Las12 de Página/12, donde habla sobre la realidad de las adultas mayores y las vejeces. “Yo lo que aliento es a sentirse sexualmente activa, con pareja o sin pareja”, agrega.

Del grupo que comenzó a organizar Natalia salieron noviazgos, matrimonios e incluso un hijo. Para ella, la realidad es que se necesita un sostén para seguir y cuando ya no hay un ámbito común, como en la escuela o la facultad, se buscan otros grupos de pares. “Es fundamental, ya sea para una conversación, una charla o ir a tomar algo. Sino sería una vida muy aburrida”, relata. “Lo más lindo es descontracturarse, cagarse de risa, contar alguna vivencia, acompañar a alguien que está pasando por algún momento complicado. Te desconectas de la realidad para divertirte”, dice. Tanto Natalia como Andrea aseguran que el lazo que genera el judaísmo es fundamental para tener un código social en común. En ese sentido, desde Tikva se acompañan a atravesar lo que sucede desde el 7 de octubre del 2023 en Medio Oriente, porque la mayoría tiene familiares o amigos allí.  

Hace treinta años que Diego organiza eventos para mayores de 40 años en zona sur. Luego de la pandemia comenzó a realizarlos en Sotto Boche, un boliche de Bernal que está íntegramente ambientado como en 1982, año de su inauguración. El dato de color es que la madrina del espacio es Moria Casán. Ahí realizan clases de baile (rock, tango, bachata o americano) y convocan cantantes e imitadores de personajes famosos como Luis Miguel o Chayanne. 

Entre los mayores de 40 que están solos hay mucha gente que no la pasa bien, que se deprime. Lo más difícil es la noche, cuando no hay con qué entretenerse, porque en el día te la pasas corriendo”, explica. Él comenzó difundiendo sus eventos a través del boca en boca y luego aparecieron las redes sociales. Si bien enfatiza en que cuesta que la gente se acerque, asegura que cuando entran en confianza el ambiente que se forma es alegre y distendido. “Se arman lindos grupos que nos acompañan asiduamente”, dice sobre los concurrentes. Muchos vienen a buscar amigos para salir, pero terminan formando parejas.

“A cierta edad cuando los hijos se van de la casa o la gente enviuda es muy difícil, especialmente después de la pandemia que dejó grandes estragos en la salud mental. Nosotros todo el tiempo estamos hablando con las personas de más de 40 para entender que les gusta y que puedan venir a pasarla bien. Se han formado grandes grupos de amigos que se conocen hace 25 años y vienen a entretenerse. Esa es la idea”, asegura.

En vacaciones de verano, Tikva sigue funcionando y los solteros y solteras también se encuentran en los paradores turísticos. Allí es frecuente que se reúnan para compartir ratos y disfrutar de la playa. “Hubo un verano en que éramos 30 adultos y 20 chicos en Miramar. Copamos la playa”, relata Natalia. “Todos estamos en la misma sintonía”, asegura la organizadora. Para ella, no puede faltar la foto de quienes se encuentran de casualidad en la calle o en algún evento social. 

“Es bueno sentir que el otro te entiende, que piensa lo mismo que vos. Cuando los hijos hacen su vida y son grandes, vos te das cuenta de que tu trayectoria no se acaba a los 50 o 60, que yo también tengo derecho a pasarla bien y por qué no conocer a alguien”, relata Andrea. “Tratamos siempre de tener buena onda, pero si hay una muerte de alguna madre o padre también respetamos eso y lo acompañamos”.

Para Esther, no se habla tanto de la sexualidad entre los adultos mayores porque aún vivimos en una sociedad hiper machista, capitalista y explotadora que descarta a “los viejos” y supone que no son productivos. “Es un tabú construido por creencias mercantiles. Como la mano invisible del mercado ya no puede seguir usufructuando con les viejes, genera un silencio”, explica la intelectual que desde el año 1998 dirige la Maestría en Metodología de la Investigación Científica de la Universidad Nacional de Lanús. “La sexualidad no tiene fecha de vencimiento; sin embargo, hay una discriminación por edad muy fuerte. Esto es fruto de la avidez de ganancia que tiene el capitalismo, que te hace descartable. El deseo sexual lo tenemos desde antes de nacer -hay estudios que lo comprueban- hasta el final de la vida”, agrega.  

“Hoy hay Tinder y otras apps de citas donde también se meten las personas mayores. De hecho mi hermana, que tiene 80 años, conoció a su pareja por una de estas páginas”, cuenta Diaz. Ella propone el autoerotismo y el disfrute individual como estrategia ante la ausencia de pareja o la falta de deseo de concebir una. “Estrategias para conseguir pareja hay muchísimas y más en la época de la digitalidad, pero también está el propio cuerpo y el propio deseo para darse placer”, repone.

“El hombre es más tímido, no quiere pasar papelones y le cuesta desinhibirse. La mujer es más lanzada, se juntan grupos de amigas que parecen adolescentes. A nosotros nos parece bárbaro”, cuenta Diego, que también organiza noches retro donde se bailan hits de los ´80. “Esto es más seguro que una aplicación de citas donde no sabés con quién te podés encontrar. Acá son grupos de amigos que vienen juntos y nosotros tenemos todos los recaudos, como en cualquier boliche».

Esther enfatiza en que hay que militar contra el abuelismo -es decir que traten de abuelos o abuelas a los adultos mayores sin ni siquiera serlo- porque es una gran discriminación que se da hacia esa franja etaria, especialmente a las mujeres. “Hacerse respetar como persona es el primer paso para tener dignidad, más allá de la edad, con pareja o sin pareja”, sentencia. “Es verdad que con un grupo puede ser mejor pero también es lindo encontrarse con la soledad y explorarse”, enfatiza. 

“Tal vez no se habla de la sexualidad entre mayores en las redes sociales, pero una vez que están en el boliche en confianza sí se habla y no hay ningún tabú”, opina Diego. “La gente habla de sexo comúnmente, es parte de la vida y está bárbaro”.

“Antes se consideraba que la mujer era siempre mamá. Las generaciones cambiaron: mi mamá a los 54 años no se vestía como me visto yo hoy. Los vínculos son distintos y se comparten otro tipo de cosas, incluso hasta podés charlar de sexualidad con tus hijos”, cuenta Andrea. Ella además hace foco en algo fundamental: los cuidados que tienen las personas de mediana edad a cargo, que recaen en mayor medida en las mujeres. “Las personas que tenemos alrededor de 50 años muchas veces tenemos que hacernos cargo de nuestros hijos y también de nuestros padres, que pasan a depender de nosotros. En ese sentido, salir no te quita los problemas pero te carga con una energía más linda para afrontar lo que te sucede en la vida. Creo que a esta altura del mundo todos tenemos ganas de reconstruir nuestra vida después de un divorcio o una viudez”. 

Según los testimonios que logró recabar este medio, está comprobado que volver a amar es posible y más en un mundo con tantas facilidades desde lo virtual. Sin duda, el amor no conoce de barreras ni de franjas etarias. Los tabúes deben romperse y se puede conseguir siempre una revancha en el campo amoroso. Sin embargo, más allá del placer compartido y del encuentro entre amigues, sumamente necesario para la vida, la moraleja parece ser que el deseo debe empezar por uno mismo. Se trata de militar el autoplacer y el conocimiento del propio cuerpo. Es hora de empezar a explorarse al tiempo que tratamos de encontrarnos con otros y permitirse gozar de la mejor manera sin restricciones etarias ni prejuicios de por medio.

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