El próximo mes de octubre en Rusia, se reunirá la cumbre de los BRICS con el objetivo de abrir la posibilidad de que otros países formen parte de la alianza económica. El presidente de Bolivia Luis Arce ya aseguró su participación, marcando una enorme diferencia con el argentino Javier Gerardo Milei, quien a principios de año desechó el ingreso de Argentina y le privó al país la apertura a mercados internacionales por fuera de Estados Unidos.
A poco de asumir, Javier Milei mostró su total alineamiento en materia internacional con Estados Unidos. Tal vez mucho más de lo que desde Washington le piden, y de esa manera desestimó una oportunidad ideal para Argentina de generar divisas en medio de su crisis económica, al rechazar la posibilidad del ingreso al grupo de los BRICS, llamado así porque se encuentra integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El líder de La Libertad Avanza ha desgastado desde su llegada a la Casa Rosada la relación con los países de la región, a punto tal de no asistir a la última Cumbre del MERCOSUR realizada en Asunción. Sumado a eso, ha tenido enfrentamientos diplomáticos con Chile y ha desconocido el intento de Golpe de Estado en Bolivia contra Luís Arce. Además, ha mantenido relaciones distantes con Lula, presidente de Brasil, que es el gran aliado histórico de Argentina. Todo esto en un contexto de crisis económica en el país y donde la escasez de dólares se hace notar día a día.
Como gran contrapartida, el presidente de Bolivia, Luis Arce, confirmó que será parte de la cumbre de los BRICS que se realizará en octubre en Kazán, Rusia. A diferencia de Milei, Arce se despoja de prejuicios ideológicos y ve en esto la posibilidad de que su país se abra a mayor cantidad de mercados internacionales.
De esta manera Bolivia busca aprovechar sus posesiones de litio, oro, plata y agua potable, para promover el desarrollo de una economía internacional que le permita enfrentar la falta de dólares. Otro de los países que estará en la cumbre de octubre es ni más ni menos que Turquía, quien a través de su portavoz Ömer Çelik, confirmó que la solicitud de ingreso está en proceso.
Queda claro que, mientras a nivel global son cada vez más los países que se abren al comercio internacional, la Argentina, gracias a las políticas de Milei, queda expuesta a los deseos de Washington y de la OTAN, rechazando cualquier tipo de alineación que no sea con sus nuevos amigos.