En el escenario mediático lo tapan otros sucesos de magnitud: Israel, Donald Trump, Maduro o Ucrania. Pero el mes que viene se juega una parada importante en Latinoamérica: la República Oriental del Uruguay va a elecciones, elige presidente para los próximos cinco años y a la totalidad del Congreso, ya que ahí enfrente no existen las elecciones intermedias.
El sistema electoral es el clásico mitad más uno o ballotage, así que todo se encamina a una hipotética segunda vuelta o un batacazo del Frente Amplio. La histórica coalición de izquierda uruguaya es un frente integrado por diferentes corrientes y partidos que eligen sus candidatos en internas y sostienen la unidad desde el regreso de la democracia. De allí salieron el Pepe Mujica y Tabaré Vázquez, también la alcaldesa de Montevideo Carolina Cosse y el candidato presidencial en curso: Yamandú Orsi.
Con nombre de cacique guaraní, título de profesor de Historia y experiencia como intendente de Canelones -en dos oportunidades, Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez ganó en la interna del Frente Amplio con casi el 60% de los votos. Crítico de la gestión de Tabaré, Orsi llega como militante del MPP y con el apoyo firme del Pepe Mujica, un perfil claramente opositor y una retórica de izquierda. Propone una mejora salarial, una reforma tributaria progresiva y prometió duplicar la cobertura de jardines y escuelas de tiempo completo.
En tanto, la versión uruguaya de la derecha latinoamericana se juega una parada importante. Neoliberal de los de corbata y doble apellido, Luis Lacalle Pou se va del gobierno golpeado. Le consiguió un pasaporte exprés al capo narco Sebastián Marset y su jefe de custodias tenía otro laburito vendiendo pasaportes truchos a ciudadanos rusos.
Por el oficialismo el candidato será Álvaro Delgado, del Partido Nacional, ex secretario de Gobierno de Lacalle Pou que se impuso por amplio margen en la interna de la derecha. Veterinario y productor rural, fue diputado y senador así como vocero del gobierno durante la pandemia de COVID-19. Recientemente, su partido se vio afectado por el escándalo de corrupción que terminó con la condena de su compañero de partido Pablo Caram, intendente de Artigas, y de una diputada de su espacio, por maniobras para cobrar horas extras truchas de la municipalidad.
Más atrás se presenta el candidato de la derecha más reaccionaria, Guido Manini Ríos. Hijo y nieto de diputados y ex comandante en Jefe del Ejército, Manini fundó el partido Cabildo Abierto, reivindica el terrorismo de Estado y en 2019 se ubicó en cuarto lugar en las presidenciales con el 11% de los votos. Por último, el Partido Colorado, que integra el oficialismo, tendrá su propio candidato, el abogado mediático Andrés Ojeda Spitz.
En este contexto, la mayoría de las encuestas ubican al Frente Amplio al tope de las preferencias, aunque hasta ahora sin la capacidad de alcanzar el 50% más uno que le permitiría evitar el ballotage. Hace apenas unos días, Orsi presentó a su hipotético Ministro de Economía, Gabriel Oddone, un consultor privado que genera cierta desconfianza en la militancia de izquierda del Frente Amplio.






