¿Para quién canto yo entonces?

🎵 La interna como desideologización del debate. El hijo pródigo y el hijo prodigio. Provincialismo male sal y el famélico caminito del centro.
21/09/2024

La interna como desideologización del debate, como lenguaje de casta. Ni discusión estratégica ni pelea programática. Simplemente una disputa prebendaria por pequeños espacios de poder, por la concejalía de Lincoln o el pavimento de las calles que rodean el puerto de Dock Sud. La sociedad pide una oposición, la contradicción principal es muy clara y la gente la está pasando mal. Y todos sabemos que sino nos devoran los de afuera. Deberíamos haberlo aprendido del Frente de Todos. Pero no pa. Ocho meses después y acá estamos: baladas tristes de la Argentina libertaria.

El hijo pródigo y el hijo prodigio. Si lo que se hereda no se roba, nadie debería medirle el nivel de kirchnerismo en sangre a Axel. Tampoco parecería lúcido arrogarse la herencia de CFK en un único espacio. Por otro lado, siempre vale celebrar la institucionalidad y la militancia, que en tiempos de desánimo y fragmentación existan organizaciones nacionales fuertes, espacios políticos con miradas globales y posiciones sólidas. Pero lo que no avanza se estanca. La nueva canción no es un trap sin patria con armas largas y dientes de oro, es la herencia de los que cantaron antes acompasada a los tiempos que corren. Ni Lito Nebbia para millenials tibios ni tangos románticos donde todo tiempo pasado fue mejor. Contra los relatos de apocalipsis toca crear futuro: componer canciones nuevas con acordes preexistentes. Pero las que vienen tienen que ser mejores.

La consecuencia de desideologizar el debate es que el primer tipo que habla de soberanía y nacionalismo se arrogue la representación del peronismo. Guillermo Moreno, vocero político de los grandes grupos económicos «nacionales», sacó 94 votos en Formosa, 81 en Catamarca y 65 en Santa Cruz. ¿Por qué un empresario de la UADE sin ningún tipo de representación electoral logra imantar parte del debate político en el campo popular? Como en la elección de Milei, la respuesta está más en las falencias propias que en las virtudes de un peronismo del 0,7%.

Las organizaciones nacionales son el mejor antídoto para los «provincialismos», un corporativismo de terruño sin mirada global, más parecido a una sumatoria de provincias balcanizadas que a un proyecto federal de nación. El salteño Sáenz, el misionero Passalacqua o el rionegrino Weretilneck (todos provincialistas, ex massistas y renovadores) han sido hasta ahora aliados claves del gobierno nacional a cambio de algunas migajas. El caso de Weretilneck es sumamente ilustrativo: se apuró a aprobar el RIGI para primerearle el puerto de GNL a la Provincia de Buenos Aires y tres semanas después la petrolera malaya Petronas anunció que se bajaba de la inversión. Roma no paga traidores.

¿Y si sale bien? Milei acusó recibo del golpe a los jubilados: pese al asado y la nueva foto de Olivos, el rumbo del Gobierno cruje. El desempleo en 7,6%, el nivel de actividad industrial en mínimos históricos, dos de cada tres niños pobres y un nulo horizonte de futuro. Ni inversiones extranjeras, ni dolarización, ni freno a la inflación: Argentina tendrá en 2024 la mayor caída económica de Latinoamérica, por encima de Haití. Esta semana Milei viaja a New York para hablar en representación de Argentina frente a la Asamblea de la ONU y mendigar algún morlaco extra al Fondo Monetario. Tranquilos, solo faltan 34 años para ser Irlanda.

En el famélico caminito del centro, el radicalismo sigue despedazado por mil partes. Un pequeño sector apuesta por enfrentar al Gobierno detrás de un presidente partidario que no conduce ni a los propios. Otro bloque de radicales libertarios se ordena con gobernadores huérfanos que replican el ajuste a nivel local y anhelan teñirse de violeta. Boinas blancas para el partido de minorías. Esta semana fue detenido el radical Enrique Mathov, secretario de Seguridad de De la Rúa, responsable de 39 muertes, entre ellas la de Gastón Riva y Petete Almirón. Esa fue la última vez que la UCR gobernó. Digo, para los que aún anhelan socialdemocracia.

El mundo en llamas: mientras Milei traslada de facto la embajada argentina a Jerusalén, Israel bombardea el sur del Líbano y expande el conflicto bélico a nivel regional. Netanyahu come de la guerra: perseguido judicialmente y condicionado por un gobierno de unidad con los extremistas judíos ultraortodoxos, la jugada también incide en la campaña electoral yanqui. Ahí Israel y Milei juegan su futuro al triunfo de Trump mientras que en Ucrania, Zelenski reza porque gane Kamala Harris y siga inyectando dólares para morigerar el avance lento pero sostenido del camarada Vladimir. El mundo es muy confuso realmente.

En México AMLO metió una reforma judicial en tres semanas, a diez días de dejar el poder y después de ganar las elecciones por treinta puntos. Redujo los miembros de la Corte y ahora los jueces se van a elegir por voto popular. En Perú murió libre Fujimori (inflá el pecho y remember Videla) y en Colombia, Petro denunció un intento de golpe blando y el autoproclamado presidente de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ahora se mudó a Madrid. La República Oriental del Uruguay vota presidente el mes que viene: en el paisito, el Frente Amplio llega con amplias chances de ganarle a la versión uruguaya de la derecha latinoamericana. Vamo arriba.

¿Para quién canto yo entonces? Esta semana cumplimos 12 años haciendo periodismo popular en El Grito del Sur. Sin patrón, en la calle, con los locos, los borrachos, con las putas y los guachos. Un poco de autobombo, sí, pero también una excusa para reivindicar a todos mis compañeros y compañeras que peleamos a diario por una comunicación democrática y popular. Que entendemos que la comunicación es soberanía, que los medios son armas para el combate y que si no nos ponemos las pilas nos van a comer los Elon Musk de la vida. Gracias a los que siempre bancaron y saludos a los que nunca confiaron en nosotros. Mirá de quién te burlaste (ah re rencoroso). Cha.

Compartí
Foto del avatar

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en C5N. AM530, TeleSUR, HispanTV y TVP. Desde hace 12 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente aporta en campañas electorales en Latinoamérica.