¿Te cansaste de ir al cine comercial? ¿Lo abandonaste porque costaba una fortuna? ¿Estás metiendo Netflix todas las noches y hace rato no pasas a la pantalla grande? ¿Querés ver pelis del under pero no te animás a ir a un festival de cine?
Está semana te proponemos cinco alternativas donde ver películas independientes, autogestivas, viejas o remasterizadas que se fugan del circuito comercial. Con precios más accesibles y un nuevo concepto curatorial, estos espacios posibilitan el acceso a películas que no llegan a los grandes imperios de la industria cinematográfica. Nuevas y no tan nuevas propuestas para que te cultives culturalmente y veas algunos estrenos. ¿Se te ocurre alguna más para sumar a la lista?
El cine argentino a la cabeza: Cine Gaumont
La emblemática sala de cine queda frente a Plaza Congreso. Fue fundado en 1914 con el nombre de Cinematógrafo de la Plaza del Congreso, pero a los pocos años ya se llamaba Gaumont Theatre, en referencia a León Gaumont. Desde el año 2003 funciona en el Espacio INCAA Km. 0. En enero de 2013, el Gaumont fue comprado por el INCAA y cerrado por el plazo de dos meses para hacer la primera etapa de renovaciones edilicias. Su capacidad total desde que fue reciclado es de aproximadamente 1150 plateas: la sala mayor con 600, las otras dos más pequeñas con 300 y 250 butacas. Es una de las salas alternativas más conocidas de la Ciudad y se destaca por su accesibilidad económica: la entrada vale $2200 para el público general con descuentos del 50% para jubilades, estudiantes y personas con discapacidad. Además de su programación habitual realizan ciclos de cine, como las noches de terror, y proyecciones de algunas películas viejas remasterizadas.

Un cine emblemático en plena calle Corrientes: Cine Lorca
En pleno microcentro porteño, el Cine Lorca fue inaugurado en 1968 con el nombre de Cine Lion. A principios de los años ’70, ya formaba parte de un circuito de cine artes que estaba en el tramo de Avenida Corrientes entre 9 de Julio y Callao. Se trata de un edificio de estilo moderno, con fachada vidriada negra y espejada de la cual cuelga el cartel luminoso que se enciende de noche, el mismo que señala la entrada desde la inauguración del cine. Con películas argentinas y extranjeras, la sala se destaca por ser un poco más accesible que los comerciales con entradas de $5500 de jueves a domingos y feriados, y a $3000 los lunes, martes y miércoles. Pasan películas que vienen de diferentes festivales cinematográficos, pero también podés encontrar algunos tanques nacionales o importados.

La sala de cine de la UBA, siempre brillando: el Cine Cosmos
También en el centro porteño, si seguimos el recorrido de la Línea B hacia Juan Manuel de Rosas, llegamos al Cine Cosmos UBA, ubicado en la Av. Corrientes 2046. Este cine es una sala emblemática dentro de la cultura cinematográfica porteña. Nacido con el nombre de Cine Cataluña, se hizo famoso en los años ’60 por la proyección de cine alternativo de origen soviético, transformándose en un reducto de vanguardia cultural. Fue comprado por la Universidad de Buenos Aires y reabierto en noviembre de 2010. El complejo cinematográfico cuenta con una sala principal de 160 localidades y una microsala de 30. Desde su reapertura se han establecido vínculos con festivales, muestras, organizaciones sociales, instituciones del Estado y embajadas. El Cine Cosmos funciona de miércoles a domingo con una programación que se actualiza y apunta a la formación de nuevas generaciones de espectadores. La entrada general es de $1640 para el público general mientras que los estudiantes de universidades nacionales, jubilados/as y pensionados/as abonan $980. Si sos de la Comunidad UBA sale $820 y para las personas con certificado de discapacidad (más un acompañante) apenas $490.

Una sala que supo ser refugio: la Lugones
La Sala Leopoldo Lugones es una sala de cine perteneciente al Complejo Teatral de Buenos Aires. Se trata de un espacio icónico donde disfrutar del mejor cine del mundo desde 1967. El 4 de octubre de 1967, tras un acuerdo entre el Teatro San Martín y la Fundación Cinemateca Argentina, se proyectó en la pantalla «La pasión de Juana de Arco», el film inaugural y la misma película que se proyectó al momento de su reinauguración en 2017. En la última dictadura militar, la Sala Lugones funcionó como un islote en medio de tanta masacre y oscuridad. “Al ser un espacio pequeño e intrascendente para las autoridades estatales, la censura no cayó con la fuerza que lo hacía en otros espacios culturales, entonces muchos estudiantes se encontraban allí para ver cine de calidad y para refugiarse de la atomización dictatorial”, contó Luciano Sáliche en Infobae. La programación completa se puede visitar en este link.

Cine en bares y patios
Para terminar, optamos por cuatro opciones de cine en bares o al aire libre. La primera posibilidad es en Amorina Cine, un cine club de impronta vintage que funciona todos los sábados. Hace un tiempo están proyectando películas nacionales y extranjeras en Piedras 722, pleno barrio de San Telmo. Para noviembre planean pasar Orgullo y Prejuicio, Roma y El Graduado, entre otras. La segunda opción es Rabia Bar, que queda en Costa Rica 4901 (Palermo Soho). La tercera es el Cine Club Lucero, que realiza los martes cine al aire libre en el patio más selvático de la Ciudad y los miércoles y jueves tienen lugar en la sala del primer piso del @clublucero. Se pasan cortos internacionales, películas de amor y dramas de época. Las entradas son gratuitas y con tu reserva accedés a tu lugar en el patio y un par de auriculares inalámbricos para disfrutar de la función. Antes, durante y después de la función pueden ordenar los tragos favoritos de la carta de Club Lucero. Por último hay cine al aire libre en Casa Temple, el patio más hermoso de Palermo, Costa Rica 4677.
