A pesar de la militancia que conllevó para 300 familias y tras ser aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados del año pasado y obtener dictamen favorable, también de manera unánime, este año en Senadores, la Ley de Seguridad del Paciente o «Ley Nicolás», como se la conoce, podría perder estado parlamentario si el Senado no sesiona no al respecto en lo que resta del año. La iniciativa establece un Régimen de seguridad sanitaria y de los pacientes y vela por la transparencia en la atención sanitaria. Además, hace hincapié en el control real del ejercicio profesional de la medicina y brega por una modificación de los horarios y turnos para evitar el agotamiento de médicos y otros profesionales de salud. La misma fue consensuada por la diputada Mónica Macha y el diputado Fabio Quetglas.
La ley Nicolás toma el nombre de Nicolás Deanna quien a sus 24 años falleció por una meningitis bacteriana que no fue detectada a tiempo. La ley busca la mejora de las condiciones de la práctica sanitaria, la incorporación de herramientas tecnológicas adecuadas, la disminución de daños evitables, y el cuidado del marco de trabajo del equipo de salud.
La ley propone entre otras cosas la creación de un informe global del sector en el cual el Ministerio de Salud deberá emitir un diagnóstico general del sistema de salud en Argentina, que deberá consignar las “condiciones de la práctica sanitaria en todo el país, a partir de un muestreo representativo”. Además, hace énfasis en la formación y verificaciones periódicas de la aptitud profesional de los equipos de salud, la obligación de reportar los errores médicos en el sistema SISA (que centraliza el Ministerio de Salud), y sobre todo un registro unificado de sanciones e inhabilitaciones, para evitar que un profesional de la salud con probada mala praxis pueda cambiar de jurisdicción y seguir ejerciendo.
Además, aboga por la creación de la historia clínica digital para toda la población. Esto se llevaría a cabo en un máximo de cuatro años, para lo cual todas las jurisdicciones deberán tener “en forma” plataformas digitalizadas e interoperables.
“Es indispensable saber y reconocer los errores para poder solucionarlos. No es una ley punitiva, sino preventiva” explica Gabriela Covelli, la mamá del joven fallecido por mala praxis médica en 2017. Para conocer más sobre la iniciativa El Grito del Sur se comunicó con ella y le realizó algunas preguntas.
¿Por qué es importante que se apruebe esta ley?
La importancia de Ley Nicolás la ha marcado y puesto de relieve la Organización Mundial de la Salud, cuando con terribles estadísticas mundiales se estableció que en el mundo mueren 3 millones de personas por fallas de los sistemas de salud, que en 1 minuto mueren 5 personas por esto y que es indispensable realizar tareas de concientización, educación y actividades concretas para que ello no continúe sucediendo.
En Argentina no tenemos estadísticas y parecería que estos números se esconden debajo de las alfombras con el dolor de los familiares que los padecemos. Es indispensable saber y reconocer los errores para poder solucionarlos. No es una ley punitiva, sino preventiva. Todos somos y seremos pacientes y esta ley ampara a todos y todas los argentinos, teniendo como premisa fundamental que la vida y la salud son derechos humanos constitucionales y que argentina adhirió a tratados internacionales en defensa de estos derechos. Me gustaría responder con una pregunta…¿Qué resulta prioritario para prevenir daños y muertes evitables? ¿Hay que esperar que las muertes y los daños lleguen como vemos hoy en los medios públicos y la única alternativa sean los juicios? En lo personal ningún juicio me devolverá a Nicolás, por eso esta ley es vital, porque comenzaremos a trabajar para evitar que suceda.
¿Cuáles son sus principales puntos y por qué son fundamentales para mejorar el sistema médico?
Los principales puntos son establecer como materias obligatorias en toda carrera sanitaria «seguridad y humanización de la medicina», para que nuestros profesionales se formen tal como lo ha expresado el Dr. René Favaloro «La medicina sin humanismo médico no merece ser ejercida».
¿Por qué pensás que no se está sesionando a favor de esta ley?
No es quizá con esta ley, el problema comenzó porque el Senado arrancó tarde en la formación de comisiones da Salud y Legislación, recién en septiembre de 2024. Pese a ello ambas comisiones se abocaron y se dio nuevamente dictamen favorable. Así pasa con otras leyes listas para su votación. La Dra Villarruel debe convocar a sesiones al senado y los senadores de «gestión parlamentaria» incorporar esta ley para votarla. Mi sentir es que la Argentina equivocadamente presta más atención a peleas políticas o a cuestiones económicas, que a lo verdaderamente importante que es «salvar vidas». Sin vida o sin salud es imposible el ejercicio de ningún derecho. Pero quizá en forma individual cada senador y cada ser humano comprenda esto cuando la vida te golpea de la peor manera, quitándole la vida a quien más amas, en mi caso a mi hijo Nicolás. Tanto yo como las 300 familias que forman la asociación “Por la vida y la salud, por vos, por mi y por todos» transformamos este profundo dolor en una acción en donde la vida y la salud se valore. Y esta ley no sólo cuida tu vida y tu salud, sino que además será ejemplo en América Latina, que como nosotros lucha por una legislación similar.
¿Cómo fue el recorrido militante que los trajo hasta acá?
El bosquejo de esta ley lo escribí desbastada llorando en la cocina de mi casa, preguntándome porque le había tocado morir a un pibe sano, deportista, ¿como un médico había despreciado así su vida? Y tantas otras preguntas cuyas respuestas solo eran lágrimas de incomprensión. Así que escribí en su foto una frase que nació desde las entrañas «si tu vida derramó tanto amor, que tu partida sirva para salvar a otros». Y en honor a Nicolás y a tantos otros que su nombre representa comencé esta lucha.
Quería que los Colegios de médicos comprendan que su Decreto dice «preservar la vida y la salud de la población y controlar el acto médico», quería que realicen un sumario al profesional. Sin embargo, comprendí que pueden suspender la matrícula si no la pagan, pero jamás se les ocurrió sumaríar a los Lotocky de la vida. Por eso la Ley intenta con los recursos existentes, que se realice un mayor control en una profesión tan noble y necesaria como lo es la medicina. Se llama Nicolás en honor a quienes hoy no están, y a favor de todos los seres humanos. Incluyo para la memoria de los argentinos a Debora Perez Volpin, Alejandro Cohon, Silvina Luna y tantos nombres ignorados que no ocupan minutos de televisión pero que forman parte de nuestra asociación.
¿Cómo se piensa aplicar la ley para que funcione de manera federal?
Es una ley de orden público, nos han ayudado gobernadores y deberán adherir a la misma una vez que sea ley. No tengo dudas de que lo harán, porque cada delegación de nuestra asociación en las distintas provincias ha sido apoyada por los distintos gobernadores.
Si esta ley pierde estado parlamentario, sería lamentable para todos los argentinos, pero por sobre todas las cosas quedaría expuesto que sobre el bien social o comunal se priorizan egoísmos, lo que lleva a Argentina a este triste lugar en el que nos encontramos.