Feroz interna policial detrás de un tiroteo en Ciudad Oculta

🚔 Un subcomisario resultó gravemente herido anoche en una balacera en la Villa 15 que se pudo haber evitado. Los efectivos que intervinieron provocaron a los vecinos. Se trata de un nuevo grupo de choque inventado por el Ministerio de Seguridad porteño sin preparación para actuar en barrios populares.
22/11/2024

El subcomisario Enrique Mattiauda, responsable de la Seccional porteña 8A, resultó gravemente herido ayer en medio de un operativo en la Villa 15, como consecuencia de un tiroteo. Una bala disparada desde una de las casillas le perforó el cuello y le dañó la arteria carótida. Según pudo saber El Grito del Sur, se encuentra internado desde la medianoche en el Hospital Santojanni, con un pronóstico muy complicado luego de varias intervenciones para salvarle la vida.

Los efectivos llegaron hasta el lugar con una orden de allanamiento, luego de una denuncia por violencia de género. Pero todo salió mal: de acuerdo a fuentes policiales consultadas por este medio, los policías no conocían a fondo el territorio e incluso minutos antes de cumplir con la tarea recorrieron los pasillos mostrando sus armas, en tono provocador. 

Si bien no está del todo claro cómo se desató el tiroteo y qué fue lo que lo provocó, fuentes policiales aseguraron a este medio que Mattiauda resultó herido en plena retirada, cuando él y el resto de sus compañeros estaban replegando. La policía también disparó y los tiros siguieron durante unos pocos minutos después de producida la lesión del subcomisario. El operativo terminó mal, con los efectivos huyendo del barrio mientras las balas repiqueteaban a su alrededor, al mejor estilo de una serie policial. 

Impericia y desconocimiento

Este medio accedió a dos videos filtrados por la propia fuerza que describen el momento previo y la retirada policial en plena balacera. Ambos registros comprueban la alarmante falta de preparación de los efectivos para intervenir en situaciones complejas, su profundo desconocimiento de los barrios populares y también la actitud violenta que despliegan de forma permanente sobre los vecinos. Luego del tiroteo, incluso, el barrio quedó completamente cercado, como si se tratase de un ghetto. 

La versión oficial de la policía porteña es que el supuesto agresor de la mujer que inició la denuncia por violencia fue quien disparó desde los techos para luego fugarse, pero ninguno de los videos comprueba ese relato. Lo que demuestran los registros, en cambio, es la impericia de los propios efectivos, que no pudieron resolver un simple allanamiento, una tarea relativamente cotidiana para las fuerzas, además de un tiroteo imprudente que pudo haber herido a los vecinos del lugar. 

La causa quedó a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 60, por tentativa de homicidio. 

Una interna policial a cielo abierto

Buena parte de los policías que intervinieron anoche son nuevos en Ciudad Oculta, lo que puede servir en parte como explicación de la impericia del operativo. El Ministerio de Seguridad porteño decidió en mayo de este año relevar a unos 3.500 efectivos de la Unidad de Pacificación Barrial, que llevaban años en contacto con problemáticas complejas derivadas del delito organizado en barrios como Constitución, Once, la 31, Zavaleta, Rodrigo Bueno y también la Oculta. 

Esos efectivos fueron reemplazados por un nuevo brazo armado que fue bautizado como Unidad Táctica de Operaciones Barriales (UTOB). Este nuevo cuerpo fue copado en su mayoría por efectivos de la Policía Barrial, que no tiene experiencia en delitos complejos en villas y asentamientos, por lo que los mandaron a hacer un “curso”. El resto proviene del cuerpo de “Despliegue de Intervención Rápida (DIR)”, que tal como en su momento contó El Grito del Sur fue creado en plena pandemia para reprimir posibles “disturbios”, cuando se creía que el aislamiento podría generar saqueos. Una mezcla de efectivos comunes y otros preparados para reprimir. ¿Qué podía salir mal?

Plus salarial y recitales

Los integrantes de la UTOB cobran un plus por trabajo riesgoso, lo que, como es esperable, generó malestar al interior de la fuerza con los efectivos que fueron reemplazados, y desató una de las tantas internas que sacuden a la Policía porteña. Incluso hay voces dentro de los ex policías destinados a los barrios populares que denuncian que los pusieron a trabajar en recitales y partidos de fútbol que, como se sabe, forman parte del sistema de recaudación privada de los jefes policiales. También les piden molestar y detener a las personas en situación de calle, algo que también está generando malestar en un sector de la fuerza que rechaza ese tipo de prácticas violentas. 

La UTOB, además, llegó a los barrios con mucho más armamento que el que estaban acostumbrados a ver los vecinos: armas y escopetas a simple vista, escudos y motos. “Identifican a la fuerza a cualquiera, lo cual es inconstitucional”, describió una fuente interna. 

Habrá que ver si la investigación judicial repara en la impericia policial del operativo que derivó en la herida grave del subcomisario.

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