Nos encontramos frente a las puertas de una nueva maniobra judicial contra Cristina Fernández de Kirchner. Sabemos la importancia que representan para ciertos sectores de poder en nuestro país la utilización los mecanismos judiciales para conservar privilegios, pero en esta oportunidad, vamos a ser testigos de una nueva etapa del Lawfare, en donde se busca disciplinar a las fuerzas y a los dirigentes políticos de nuestro país mientras se profundiza un modelo de saqueo como el que estamos viviendo en la Argentina en estos momentos; o dicho de otra manera: el Partido Judicial al servicio de los intereses de grupos económicos para impedir que quien preside el Partido Justicialista Nacional siga siendo la máxima referencia de la oposición al Gobierno de Javier Milei.
La decisión que la Cámara de Casación tomará este miércoles es sin lugar a dudas, un eslabón más en la cadena de hostigamiento judicial hacia Cristina Fernández en particular y el Pueblo argentino en general. Sin embargo, aunque el fallo se ratifique, Cristina no quedará presa ni inhabilitada para postularse en 2025, ya que la sentencia no tendrá firmeza mientras la Corte Suprema no se pronuncie. ¿Por qué ahora entonces buscan dictar sentencia? Por la única y sencilla razón de que Cristina sigue siendo un peligro que florece.
Este veredicto, que algunos ya vienen anunciando en los medios de comunicación, es un ataque burdo. Parece haber sido escrito semanas atrás, como si la justicia respondiera a un guion de la derecha mediática. Ellos, quienes desean ver a nuestra líder política fuera del campo de juego, no lo podrán lograr. No se trata solo de defender a Cristina Kirchner, se trata de resistir un modelo de justicia instrumentalizado al servicio de intereses políticos y económicos que nada tienen que ver con el bienestar de las mayorías. Pero también es un desafío para pensar qué futuro tiene la democracia en nuestra patria.
Sabemos que el proceso judicial que culminará esta semana en Comodoro Py, en una audiencia pública y con un desmesurado operativo de seguridad, busca intimidar a la oposición política que defiende la soberanía popular. Mientras muchos miran para otro lado, nosotros estaremos allí, codo a codo con ella y con todos los que, como siempre, han decidido enfrentarse a los abusos del poder judicial y de un gobierno que teme competir electoralmente con Cristina. La historia ha demostrado que cuando un líder tiene el respaldo de su pueblo, es difícil que puedan detenerlo. No es a Cristina a quien buscan condenar, sino a la idea de un país con justicia social, soberanía política e independencia económica.
Un peronismo torcido y desordenado solamente sirve a los grupos e intereses que se piensan dueños de nuestro futuro, nunca sirve al Pueblo. Es por eso que debemos denunciar con contundencia esta nueva maniobra judicial que busca poner de rodillas la posibilidad de reorganizar, detrás de un nuevo proyecto político, al conjunto del peronismo y fortalecer a Cristina Fernández de Kirchner para hacer realidad aquella máxima que pregona La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.
*Jorge Meneses es vicepresidente del Partido Justicialista de CABA
