Bolivia y el Mundo
La transición que atraviesa el mundo a causa de un nuevo orden global, la crisis de una potencia y el surgimiento de nuevos postulantes desatan conflictos y disputas en términos económicos y políticos que a su vez han causado guerras bélicas e híbridas. Estados Unidos mantuvo su hegemonía en nuestra región a través de la violencia extrema: financiamiento de golpes de Estado, intervención económica, financiamiento de medios de comunicación, periodistas, políticos y jueces. De esta manera consolidó gobiernos serviles a los intereses del imperio del norte. Los soldados políticos del imperio usaron todos los medios a su disposición para perseguir y aniquilar a las fuerzas sociales de izquierda, mientras que los insurgentes (el pueblo organizado) tomaron las armas como mecanismo de la defensa de la soberanía nacional y otros apostaron por el camino más dialoguista democrático.
Pero allá por fines de la década de 1990, surgieron movimientos populares que dieron la disputa electoral y generaron cambios socio-económicos a favor de sus pueblos. Éste es el caso de Bolivia, que en el año 2006 -por primera vez en su historia- llegó al gobierno un partido de “indios” (término usado despectivamente por los k’aras-Blancos, que después los pueblos originarios lo revalorizamos). El MAS-IPSP se consagró como la fuerza política más importante en Bolivia, y Evo Morales en el primer presidente indio sentado en la casa de gobierno.
Hoy nada de lo que sucede en Bolivia está aislado de lo que pasa en el mundo; por el contrario tiene toda relación, con algunas particularidades propias del Estado Plurinacional de Bolivia: el golpe de Estado en 2019, el lawfare contra dirigentes sociales como Evo, la crisis ambiental, los incendios -deforestación de bosques y selvas-, la falta de combustibles y de dólares. Como última cuestión a tener en cuenta, aparece la sublevación de militares el pasado 26 de junio y el intento de magnicidio contra el ex presidente Evo Morales. Todas estas acciones no son esporádicas, sino planificadas. Los poderes corporativos globales que encarnan en la expresión norteamericana necesitan de los países periféricos (denominación de los países euro-centristas a aquellos con abundancia en recursos naturales) para mantener su hegemonía, que hoy está en disputa con China y Rusia como principales adversarios.
¿Qué pasa en el MAS-IPSP hoy?
Creemos que es una sorpresa que hoy se esté hablando de una disputa por la sigla del partido. ¿Cómo llegamos a esto? Desde nuestro punto de vista, Luis Arce no fue el candidato de los congresos del MAS, de hecho ni se lo mencionaba. Los postulantes eran Andrónico Rodríguez, Diego Parí y David Choquehuanca. La elección de Arce fue resuelta a puertas cerradas en Buenos Aires (Argentina) y era el favorito de Evo. ¿Por qué la designación de Arce? Era un administrativo y su gobierno tenía que ser de transición para la vuelta de Evo Morales. Ahí surge el primer error, elegir a alguien que no fue designado por el movimiento sino a dedo por el “líder”. Obviamente eso no fue garantía de lealtad, sino que al contrario fue el talón de Aquiles de Evo.
Con el inicio de la gestión de Arce, se fueron clarificando los bandos (Evistas – Arcistas). Se trataba de bandos que ya existían (las internas y debates empiezan a surgir en el segundo mandato de Evo, y considero que es algo natural en la política), sólo que ahora Evo no tenía el control del aparato estatal, ni todo el respaldo de las fuerzas sociales; por eso es más notable la diferencia de intereses de todo tipo. Distinto hubiese sido que la diferencia sea de carácter estratégico-político, éstas se podrían haber resuelto en los congresos pero ambos bandos contribuyeron para que en la agenda mediática sólo circulen las difamaciones, calumnias, agravios, y los medios vendieron a los espectadores una especie de telenovela tragicómica para que después el espectador sienta como un sentimiento de “hartazgo”. A esto le sumamos la falta de combustible, la compleja distribución de alimentos, la especulación con el dólar, los jueces auto-prorrogados y las trabas en la ALP. Todo esto provocó dos resultados: la pérdida de apoyo de muchos sectores de la sociedad boliviana al MAS y el resurgimiento de la derecha que viene organizándose con bajo perfil, y que se van a presentar con un maquillaje a la moda libertaria de Milei.
Está claro que Luis Arce no es candidato para otra reelección, y Evo Morales está en el foco del lawfare, por lo que difícilmente le permitan llegar a las elecciones del 17 de agosto de 2025. Por ello deben buscarse opciones B/C en todos los frentes sociales del campo popular, es una tarea difícil pero no imposible. Y esto dependerá de la voluntad y la honestidad de los sindicatos, movimientos sociales, indígenas, originarios y campesinos, ya que son quienes tienen el deber de imponer estos valores a los dirigentes caudillistas.
Por último, las encuestas no deben ser tomadas como garantía de triunfo, ya que en las anteriores elecciones presidenciales -donde Luis Arce ganó con el 55% de votos para el MAS-IPSP- ese triunfo no fue para el MAS, ni para Evo. El pueblo boliviano votó en contra del golpe de Estado, en contra de la masacre en Senkata y Sacaba, en contra de la humillación a nuestras mujeres de pollera, en contra de la quema de nuestra Wiphala. Hoy no alcanza un triunfo del “Proceso de Cambio” sin la unidad de las fuerzas sociales de los nueve departamentos y del exterior (el voto en el exterior también es importante y puede hacer la diferencia, pero también se encuentra dividido), por eso las encuestas no son garantía de intención de voto, la única garantía es la escucha al pueblo.
El proceso de Cambio
El MAS-IPSP no surge de la nada, es la consecuencia inevitable de siglos de explotación a los pueblos originarios en Bolivia, y el proceso de cambio fue construido por nuestros antepasados que se rebelaron a la corona española y después a la república de k’aras. Para llegar a la revolución de 1780 en el Alto Perú, hubo otros procesos que guiaron el camino para luego continuarlo Tomas Katari, Tupac Katari y Bartolina Sisa. El proyecto emancipador era el objetivo: aunque fue truncado, se dejó un camino hecho, un sueño que camina de generaciones en generaciones, por eso los procesos pueden ralentizarse un tiempo y dar pasos agigantados en otros. Algunos pensadores políticos le dicen oleada (Álvaro García Linera): avanza, retrocede, así es en la lucha, en la política, mientras las ideas y los proyectos estén firmes nada este perdido, siempre hay esperanza. Así se ganó en la revolución del 52, así ganamos la guerra del agua, del gas y refundamos nuestra nación con una Constitución hecha a nuestra semejanza.
Pero cuidado, los procesos no los hacen los individuos, no debemos confundirnos. En todo proceso de lucha siempre fueron los pueblos los que cambiaron el rumbo de la historia. Sí es verdad que los caudillos, referentes y líderes son y serán importantes así como lo fueron Simón Bolívar, Juana Azurduy y Pablo Zarate Willka, pero uno deja de ser líder cuando cree que es indispensable y que cree que sin él nada es posible. Allí pierde el rumbo, el camino y ya no es parte de la comunidad, del Ayllu, porque para la filosofía andina no importa el Yo sino el Nosotros. Por esta razón, no importamos los individuos sino el proceso de cambio. Lo más importante es que el camino ya se inició hace mas de 500 años, así que sarantaskakiñani sigamos caminado juntos.
¿Por qué luchamos?
Es la pregunta que los dirigentes del partido deberían hacerse. No olvidemos el costo que nuestro pueblo ha pagado, no olvidamos a todos los seres amados que perdimos, por las guerras, por la pobreza, el racismo y la esclavitud, todo por la codicia de los k’aras.
Hay que hacer memoria hermanos y hermanas, hay que volver a las bases, a la comunidad, porque es lo único que importa: la comunidad, las wawas, los jóvenes, nuestros ancianos, nuestra Pachamama, los ríos, valles, altiplanos, las selvas.
Las personas no somos nada sin comunidad, por eso lo único que importa es el proyecto comunitario, el proceso de cambio, el instrumento político para la soberanía de los pueblos y de la Madre Tierra.
Jallalla Venceremos.