«Ni colectivos, ni personas: somos Pueblos Afrodescendientes»

💪 Organizaciones afro reclamaron en la ONU la aprobación de un proyecto de declaración internacional para la promoción y protección de los derechos humanos de los pueblos afrodescendientes.
23/12/2024

Durante la 35ª sesión del Grupo de Trabajo de Expertos sobre los Afrodescendientes en Naciones Unidas, el integrante de la Articulación Latinoamericana para los Decenios Afro (ALDA) y de la Agrupación XANGÔ, Carlos Nazareno Álvarez, realizó una intervención contundente que puso sobre la mesa las demandas esenciales de los pueblos afrodescendientes, con un llamado explícito a fortalecer y extender el Decenio Internacional de los Afrodescendientes.

En su intervención, Álvarez enfatizó que los afrodescendientes no deben ser concebidos como personas, poblaciones ni colectivos, sino como pueblos con derechos históricos, políticos y territoriales que deben ser reconocidos a nivel internacional. Subrayó la necesidad urgente de aprobar un proyecto de declaración internacional para la promoción y protección de los derechos humanos de los pueblos afrodescendientes, como una herramienta clave para consolidar una perspectiva afrocentrada en el derecho internacional.

“Una política reparatoria sin pensar en el derecho al territorio ancestral es imposible”, afirmó Álvarez, insistiendo en que el reconocimiento de los territorios ancestrales es una condición fundamental para acceder a los derechos colectivos de los pueblos afrodescendientes. Desde esta perspectiva, recalcó que las reparaciones no pueden desvincularse del territorio, puesto que éste constituye la base misma de las identidades y luchas de los pueblos afrodescendientes.

Sin embargo, es importante aclarar que la perspectiva territorial no debe confundirse con un enfoque nacionalista. La idea de territorios ancestrales que Álvarez plantea no debe limitarse a los confines geográficos de una nación, sino que debe entenderse como un principio que trasciende las fronteras. Las reparaciones históricas no deben excluir a los afrodescendientes migrantes o desplazados, quienes han sido forzados a cruzar fronteras por las consecuencias del colonialismo, el racismo y las políticas de exclusión.

Álvarez dejó claro que la justicia territorial debe ser un concepto inclusivo, que reconozca a los pueblos afrodescendientes dondequiera que estén, sin importar su lugar de residencia actual. La reparación debe extenderse más allá de las fronteras nacionales, considerando las realidades transnacionales de los pueblos afrodescendientes, incluidas las experiencias de los migrantes que han sido desplazados por la violencia estructural, la discriminación racial y las crisis humanitarias.

Además, destacó la responsabilidad de los Estados como actores principales en la implementación de políticas reparatorias, señalando la importancia de un compromiso efectivo que trascienda las declaraciones simbólicas. Para ello, subrayó la necesidad de establecer alianzas entre los gobiernos, la cooperación internacional y organismos como el Foro Permanente para los Afrodescendientes, con el fin de asegurar que dichas políticas respondan a las demandas concretas de los pueblos negros, especialmente en América Latina.

“No estamos en punto cero”, expresó con firmeza Álvarez, recordando que los pueblos afrodescendientes ya cuentan con una visión y propuestas claras para avanzar en el camino de la justicia histórica y territorial.

Carlos Nazareno Álvarez cerró su intervención con un llamado a la creación de mecanismos efectivos de articulación entre el Grupo de Expertos y el Foro Permanente de la ONU, para garantizar que la declaración internacional refleje los intereses y realidades de los pueblos afrodescendientes del mundo. “Sabemos lo que queremos y esperamos un compromiso específico para lograrlo”, concluyó.

Su discurso, directo y profundamente político, resonó en una audiencia que reconoce la urgencia de continuar el proceso iniciado en el primer Decenio Internacional y avanzar hacia un nuevo período donde la justicia reparadora y el reconocimiento de los pueblos afrodescendientes ocupan un lugar central.

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