Gabriela Mansilla, de Infancias Libres “Nos organizamos porque nos están matando”

😮 Tras conocerse el decreto gubernamental que busca modificar la ley de Identidad de Género, El Grito del Sur habló con Gabriela Mansilla, titular de Infancias Libres y mamá de Luana, la primera niña trans en recibir su DNI allá por el año 2013.
06/02/2025
Foto: Sebastián Freire
Foto: Sebastián Freire

En la misma fecha en la que se cumplían nueve años de la muerte de la traviarca Lohana Berkins y luego de la masiva marcha antifascista y antirracista, que sorprendió por su convocatoria, el gobierno nacional anunció que realizará modificaciones en la Ley de Identidad de Género.

Según mencionó el vocero oficial Manuel Adorni, la ley se cambiará por decreto, siendo el meollo de la cuestión la modificación que se hará en torno a los tratamientos de hormonización y cirugías de adaptación del cuerpo en personas menores de edad.

“La ideología de género llevada al extremo y aplicada en niños por la fuerza o la coerción psicológica constituye lisa y llanamente abuso infantil”, explicó Adorni en un razonamiento muy confuso, pero en línea con las declaraciones que el presidente Javier Milei hizo en el foro de Davos.

Si bien la ley aprobada en 2012 fue pionera en el mundo y es reconocida como un faro dentro de los derechos humanos, al Gobierno no parece temblarle el pulso a la hora de cambiar su espíritu de avanzada. 

Las infancias trans se encuentran constantemente con obstáculos para su desarrollo. Según un informe de la Asociación Infancias Libres -basado en la experiencia de 100 familias encuestadas en 2019-, en el 62% de los casos los colegios (privados y públicos) no pudieron abordar las niñeces trans y travestis. Y el 80% de los grupos familiares que recurrieron a profesionales de la salud declararon no haber encontrado ayuda para saber qué les pasaba a sus hijes.

El Grito del Sur habló con Gabriela Mansilla, mamá de Luana, la primera niña trans en Argentina en recibir su DNI con la identidad de género autopercibida allá por el año 2013. En ese entonces tenía apenas seis años y una valentía indescriptible. Mansilla es fundadora de la organización “Infancias libres”, desde donde acompaña el proceso de transición de niños, niñas y niñes, y además es autora de “Yo nena, yo princesa”, entre otros libros, que fue adaptada a la pantalla grande con el mismo título. “Hagan lo que hagan, las niñeces y adolescencias trans existen igual y están acompañadas”, aseveró la activista.

¿Cómo te toma la noticia de que el Gobierno va a modificar la ley de Identidad de Género? 

Vamos a partir de la base de que la mitad de lo que dice el Gobierno no es real. No se realizan amputaciones genitales a ningún niño o niña. Lo que se hace, bajo el amparo de la ley de Identidad de Género, es darle inhibidores de la pubertad. Eso sucede entre los 12 y 13 años con una ventana de dos años para darle la posibilidad a esos/as preadolescentes de vivir su identidad. El Código Civil establece que entre los 16 y los 18 años un adolescente puede tomar medidas sobre su cuerpo, mientras no corra peligro su vida. Es decir que el decreto viola dos leyes. Los tratamientos permiten que haya un reconocimiento de cómo se autopercibe, o sea de lo que les hace bien dentro de sus deseos. Lo que quiere el Presidente es que parte de la sociedad, la parte que lo apoya, avale lo que está diciendo. 

¿Qué consecuencia tiene esta modificación de la ley para las infancias trans?

Lo que está tratando de hacer es que ningún menor de edad adquiera un DNI, no es solamente el verso de la mutilación de genitales sino que no van a poder tener una identidad legal. Esto significa nuevas complicaciones para la inscripción en la escuela, en un club, cuando vas a un hospital, cuando te tiene que atender un médico y todo lo que históricamente condenó, expulsó y humilló a la comunidad travesti trans. Si Luana no hubiera tenido eso, no sé dónde estaría ahora. Es preocupante y muy peligroso lo que va a hacer entendiendo que la comunidad travesti trans tiene una esperanza de vida de 35 años, solo el 1% llega a la vejez y hay un índice de suicidios de más del 40%. Es como un capricho, una arremetida contra lo que sucedió el sábado. Encima por decreto, con ese autoritarismo que tiene la derecha que ya conocemos. 

¿Qué impacto podría tener el decreto en las nuevas generaciones?

Es como sacarles el aire que respiran. Ahora hasta los 18 años no son nadie. En esa etapa que es tan importante porque se constituye la identidad, donde uno se afirma y necesita el acompañamiento amoroso de su entorno. Esto es demasiado peligroso, atenta contra la salud mental y física de nuestres hijes.

¿Cómo viste la marcha del sábado?

Fue multitudinaria. Nos organizamos porque nos están matando, es cuestión de vida o muerte. Fue una respuesta ante toda la violencia que se ejerce sobre la comunidad. No solo las personas LGBTIQ+ salieron, sino muchas personas de civil acompañaron. No es casual que la respuesta sea este decreto: esto es consecuencia de que marcamos la cancha diciendo que no vamos a permitir dar un paso atrás, no vamos a permitir que nos quiten la vida. Frente a los que pensaban que no iba a llegar tan lejos, Milei quiere hacer todo lo que dijo en campaña, pero se va a encontrar con una resistencia enorme. A la comunidad travesti trans la apoyan muchísimas personas. 

¿Cómo trabajan en Infancias Libres? 

Desde Infancias Libres hemos acompañado a más de tres mil personas no solamente en Argentina sino en Latinoamérica y otros países como Canadá y España. Nosotros trabajamos acompañando familias que hoy no se pueden contener del dolor. ¿Qué le tengo que decir ahora a Luana? ¿Que es un hombre porque lo dice el Presidente? ¿Y qué le digo a los padres que están esperando que su hijo o hija tenga un DNI que reconozca su identidad? Este hombre se está metiendo en lo más profundo de la historia de nuestro pueblo. 

¿Qué pasa si se deroga el cupo laboral travesti trans, que es algo que también se rumorea?

Es seguir condenando a la comunidad trans a la prostitución, a la vida marginal por fuera de la dignidad y los derechos humanos. Se trata de una pequeña posibilidad de tener dignidad cuando el mismo Estado durante décadas se dedicó a expulsar a estas personas. Lo que pasa es que, haga lo que haga, las niñeces y adolescencias trans existen igual y están acompañadas, cosa que no ocurrió jamás en la historia. Somos nosotras las que no vamos a permitir que se avasallen sus derechos. 

¿Qué le dirías a une niñe trans en este momento? 

Que no están soles, que estamos resistiendo, que somos un montón de personas sabiendo que tenemos que luchar por sus derechos, que no vamos a permitir que se los quiten y que la comunidad travesti trans dio la vida para que elles puedan vivir. A dar batalla, no queda otra que resistir. 

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