Cinturongas, arneses, besos lésbicos, pajas cruzadas, tríos, amoríos gays en el furgón del tren. Pezones rosados y escenas homoeróticas se suceden en las páginas de Satén Rosa Rosa, el último trabajo de Paula Boffo. Animadora, Ilustradora, e historietista, Paula Boffo es una artista obsesionada con el esoterismo y el terror; así mismo su obra está atravesada por temáticas políticas, ecológicas y transfeministas. Sus trabajos están dotados de una gran complejidad humana, con personajes realistas y cercanos arrojados a situaciones difíciles y comprometidas, cómo ya lo demostró en su obra anterior y estandarte: Santa Sombra, la historia de Juana, una cholita que descubre el poder de la venganza al ir en busca de su hermana secuestrada por una red de trata y despertar un oscuro poder ancestral.
En Satén Rosa Rosa Paula demuestra no solo su capacidad de abordar temas complejos desde una perspectiva realista, sino también desarrolla su propio estilo a través de una narrativa vertiginosa, sin perder de vista la sensibilidad humana. Deseo, fantasía y erotismo se entrelazan en un mismo volumen.

Imágenes cotidianas y lejos de la idealización del porno mainstream se pueden ver reflejadas mostrando los claroscuros de la fantasía. Utiliza el cómic como terreno fértil donde todo deseo es válido, trayendo desde instrucciones para usar cinturongas sin morir en el intento, hasta clasificaciones de dildos y pautas para los juegos de roles.
“En Satén Rosa Rosa las andanzas eróticas de Luisa se entrelazan en historias breves cargadas de intensidad sexual, el relato porno y el fetichismo. Un festejo de la fantasía y quiebre del tabú a través de vidas públicas y privadas narradas por la autora en 124 páginas que transpiran, se enredan y humedecen”, explica la crítica.
Ya en el prólogo la artista nos anticipa que estas historias reflejan parte de su crecimiento y algunas resultan algo oxidadas con el tiempo. Su obra va creciendo y madurando junto a ella. Sin embargo, nos permiten elaborar un recorrido que nos demuestra su desenvoltura y su gran capacidad de manejo de la historieta. “Porque la sexualidad y la intimidad cuentan con la potencia de dejarnos distintos”, explica.

Con un talento para el dibujo que no deja de sorprender, la antología recorre el catálogo de historietas eróticas realizadas por Paula Boffo del 2017 hasta la fecha. Compilando material inédito e historias anteriormente publicadas de manera fragmentaria en antologías, fanzines y revistas como: La Editorial municipal de Rosario, Revista Fierro, Sextories, Kinkyvibe, La Pinta.
Para conocer más la temática del comic, el erotismo, sus fantasías y su forma de interpretar el mundo El Grito del Sur se contactó con la autora y le realizó algunas preguntas.
¿Cuál es tu formación? ¿Cómo llegaste a tener ese estilo?
Yo siempre dibujé. Desde niña copiaba revistas de historietas y animación. Después fui a un colegio especializado en arte, el Fernando Fader, y a la Escuela de Cine de Avellaneda, donde estudié animación. También me formé en el taller de Fernando Calvi, dónde aprendí el oficio de historietista. Respecto al estilo siempre combiné las referencias que me gustaban, desde Maitena hasta el anime y el manga. Al mismo tiempo, veo mucho cine, animación -tanto estadounidense como europea- y programas para niños. Con todo eso fui formando un estilo.
¿Por qué te interesó trabajar con la sexualidad disidente?
A mí la sexualidad y el erotismo siempre me llamó mucho la atención. En general me dan ganas de trabajar con temas incómodos, tabúes, que vienen a molestar un poco. Son temas que son difíciles de hablar.
También creo que hay una deuda de representación de parte del porno mainstream. Un hueco que a mi no me saciaba. Por suerte no soy la única que toma ese lugar y hay muchas personas haciendo erotismo disidente. Ver a los demás haciendo me dió el valor para poder hacerlo.

¿De donde surge la inspiración? ¿Trabajas con tus propias fantasías o te nutrís de las historias que te cuentan?
La inspiración surge un poco de todo: cosas que me cuentan, cosas que leo, cosas que vivo yo misma, mis propias fantasías. La búsqueda a nivel estético fue trabajar con colores fuertes y composiciones divertidas. También que el acting de los personajes que comunique frescura y soltura. La intención es tratar de llevar la sexualidad a un lugar no solemne.
¿Cuáles son las diferencias entre tus trabajos y el porno mainstream? ¿Qué intentas reflejar?
Creo que las diferencias con el porno mainstream es que las personas que trabajamos desde un lugar disidente cambiamos la mirada de las cosas. En algún punto cuando ves porno o historietas eróticas estás “espiando” al otro, es un lugar vouyerista. Hay algo de estar siendo pervertido que no está mal. Ese lugar a veces está construido en el porno desde la objetivación del otro, no hay trama, no importan los personajes ni lo que están sintiendo. A mí me interesa como atraviesa la sexualidad a los personajes, por eso también la idea de reflejar un viaje. Hay algo que es muy clave de la mirada, creo que quienes trabajan con el erotismo disidente tienen las sensibilidades puestas en algo más profundo que dos agujeros. Hay algo de lo sensorial y basto con la gente que trabaja en estos lugares.

¿Crees que tus historietas permiten a las personas aceptar ciertos deseos más velados que capaz no se hubieran permitido sentir?
Ojalá que sí. Espero que alguien haya leído lo que hago y se despierten nuevos sentimientos y miradas sobre la sexualidad. Sé que durante un tiempo mis historietas llegaron a varones hetero cis que nunca habían cuestionado su sexualidad y yo también intente filtrarme por esos lugares, medio caballo de Troya. Hace poco una amiga me contó que en mis historietas fue la primera vez que se cruzó con una identidad queer dibujada. Ante tanta saturación de la manera de pensar y de vivir la sexualidad resulta aliviante cruzarse con obra que está producida en el mismo plan en la que la produje yo.
¿El cómic es un formato que permite romper los tabúes sobre la sexualidad?
Si, igual yo hago historieta independiente. Creo que más que el formato es la línea del editor. Tal vez sucede que la animación es bastante cara para producir y eso lo hace más difícil. Además, se basa en el trabajo en equipo, mientras que el comic es algo más individual. Creo que producir de manera independiente te permite mucha libertad. También el hecho de que esté en físico permite que uno pueda leerlo, prestarlo, regalarlo, se arma algo lindo ahí. A mi me han contado que prestan mucho este libro.
¿Qué rol juega el sentido del humor en las historietas?
A mi me gusta que pasen cosas graciosas porque me gusta pensar así la sexualidad. Veo muchas historietas eróticas que se pasan de solemnes, que aluden a lo sensual y lo misterioso y a mi me agota. Y yo quiero habilitar el relajo con algunas cosas, en pos de pensar una sexualidad más sana. Habilitar la risa, la comunicación, el diálogo. Hay algo de hacer que la gente se ría que hace que
el lector tenga mayor apertura con lo que está leyendo. Te relajas un poco más, te permitís entrar en las experiencias

¿Cómo creas tus personajes?
Algunos están inspirados en gente, aunque nadie es alguien real. Todos tienen rasgos de personas que me he cruzado en la vida pero es un mix de cosas: conocides, musiques, artistas, tiene algo de ensalada. Además está lo personal: todos se parecen en parte a mí misma. Cuando haces personajes es imposible que cada uno no tenga un poquito de mi.
¿Crees que tú trabajo puede tener algo de pedagógico? ¿Te interesaría que esto suceda?
Creo que eso es algo que van a definir más los lectores que yo. Yo no trabajo con un fin pedagógico pero sí creo que mi historieta puede sensibilizar y eso me parece re lindo. Yo tenía mucho interés en que el libro esté en físico por la importancia de tener un objeto que esté en casa, que se preste, que se circule, que alguien lo use en un taller. Yo no lo hago con un fin pedagógico pero me interesa y me encantaría que esto se use con esa finalidad.