Tras los dichos de Javier Milei en el foro de Davos, donde tildó a los homosexuales de pedófilos y se encargó de desperdigar su odio hacia la supuesta “agenda woke”, las feministas y la comunidad LGBTIQ+ no se quedaron de brazos cruzados. Luego de una asamblea multitudinaria en Parque Lezama, los colectivos de la diversidad decidieron marchar este sábado 1 de febrero desde Congreso hasta Plaza de Mayo. La marcha tuvo el rumbo inverso al que toma habitualmente para hacer ver al Gobierno que los derechos conquistados legislativamente no se borran y también recordar que aún quedan muchas causas pendientes. Afros, gays, intersexuales, travestis y drag queens se amucharon en una multitud que llenó de brillo y carteles la calle, sin por eso perder el tenor político. Hubo carteles, carrozas, glitter y medias de red. Jubilados, sindicatos, artistas y partidos políticos apoyaron la abundante convocatoria. Aunque eran los menos, hasta los varones cis se plegaron en una multitudinaria marcha que hizo temblar la tierra en base a perreos. Lali y María Becerra se hicieron presentes desde el balcón de un edificio en pleno centro porteño y tiraron besitos para coronar la jornada. La convocatoria fue reproducida en diferentes puntos del mapa, en nuestro continente y en Europa, en general en torno a las embajadas argentinas que ocupan los diferentes países.
El Grito del Sur salió a la calle y le preguntó a les manifestantes de distintos colectivos por qué se hacían presentes y cómo se relaciona cada una de sus causas con la consigna antifascista y antirracista que primó por sobre todas las reivindicaciones. A continuación algunas de las respuestas.

“Hoy estamos presentes porque después del discurso de Milei en Davos quedó en claro que vienen por todos nuestros derechos. Este plan de exterminio contra las personas LGBTIQ no es local, sino que se trata de una alianza de todas las derechas que está avanzando en el continente en consonancia con el Estado de Israel que hoy en día está llevando a cabo un genocidio contra el pueblo palestino. Las personas LGBTIQ palestinas existen y su mayor peligro actualmente son las bombas que está tirando Israel. No podemos ser cómplices de lo que sucede en Medio Oriente. El pueblo palestino cuenta con el apoyo internacional para seguir su resistencia y mantenerse en pie; sin el apoyo internacional son silenciados y gana el discurso del sionismo que es el mismo guion en todos los casos. Esta marcha es antirracista y en Palestina es una limpieza étnica lo que se está llevando a cabo”.
Jimena, integrante de la coordinadora feminista por Palestina “Sandía” y de Judies por Palestina.

“Hoy estamos acá manifestándonos en contra del fascismo como movimiento anti extractivista. Hoy por hoy vivimos en un colonialismo que viene desde la conquista. Lo que quieren son nuestras mercancías, nuestros cuerpos y nuestros territorios como el litio, el petróleo y el agua, para poder sostener el capitalismo. Por el estilo de vida de unos pocos se utilizan los cuerpos de muchos. Milei niega el cambio climático y todo lo referido al respeto del medio ambiente, por eso le parecen bien las políticas extractivistas. Necesitan tener a la masa reducida y hambreada para poder sacar los bienes comunes”.
Paula, integrante de la coordinadora internacional Basta de Falsas Soluciones.

“Nosotros venimos impulsando durante décadas la lucha antirracista de un sistema completamente estigmatizante que nos deja por debajo de los índices de pobreza y por fuera de los derechos laborales. En este contexto donde peligra nuestra libertad, nuestra identidad y nuestra cultura, tenemos que estar en la calle para luchar por el reconocimiento de nuestro pueblo. Argentina es afro, más de un 20% de la comunidad se reconoce como afro descendiente. Con Javier Milei perdimos todos nuestros derechos, nosotros luchamos contra la invisibilización; de hecho, en el censo que realizó el anterior Gobierno se impulsó que estén presentes las políticas que tienen que ver con nuestra comunidad”.
Tamara Bárbara, militante afro argentina.

“Vinimos porque sentimos una amenaza contra la vida de todes nosotres. Lo que sucedió en Davos es una declaración de aniquilamiento, es un negacionismo de nuestra existencia y lo mejor que podemos hacer es hacernos presentes, hacernos cuerpo, transmitir alegría y vitalidad para repudiar los discursos de odio que habilita el Presidente. Estos discursos son los que permiten que las personas en situación de calle puedan ser arrasadas por las fuerzas de seguridad y que perdamos totalmente el control sobre las violencias cotidianas que viven nuestros compañeres”.
Florencia Montes Paez, integrante del colectivo “No tan distintas” de mujeres cis y trans en situación de calle.

“Estoy acá para defender los derechos de mi hijo porque en el último año se han visto vulnerados en todos los ambientes de los que participa, principalmente en la escuela. Es fundamental que los adolescentes trans se visibilicen porque necesitan de todo el acompañamiento de la sociedad. En el último año aumentaron las violencias hacia las niñeces trans, se naturalizaron un montón de frases y de agravios que antes no estaban permitidos. La están pasando muy mal en todos los espacios en los que habitan. Si se deroga el cupo laboral travesti trans, muchos de los compañeros van a quedar más precarizados de lo que ya estaban, porque de hecho al día de hoy esos trabajos siguen siendo los puestos más vulnerables”.
Ana, mamá de Noam, varón trans de 14 años.

“Estamos acá marchando por los discursos de odio y las políticas que está implementando Milei para borrarnos del mapa. Lamentablemente, el colectivo travesti trans viene siendo vulnerado hace décadas. Es una lucha muy grande que tenemos contra la exclusión. Lo poco que nos queda es la unidad. Si se deroga el cupo laboral trans se agudizan las situaciones de precariedad que ni siquiera la sociedad nos reconoce, porque el acceso al trabajo sigue siendo una deuda histórica con el colectivo. Como varón trans creo que se están buscando los consensos para que la lucha sea colectiva, que las trans masculinidades están haciendo lo posible para visibilizar sus reclamos y aunque sabemos que las más afectadas siguen siendo las travestis, luchamos por nuestro acceso al trabajo y al sistema de salud”.
Santiago, varón trans.

“Venimos a la marcha porque queremos proteger todos nuestros derechos conquistados y seguir avanzando hacia otros. La diferencia que tenemos con las personas heterosexuales es que las personas LGBTIQ pedimos tener los mismos derechos sin quitárselos a nadie. Estamos reclamando por el vaciamiento que está habiendo en el área de Salud donde están recortando el presupuesto de la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis. Esta semana despidieron a más del 40% de los trabajadores. Tenemos miedo de quedarnos sin medicación. Desde que asumió Milei, las personas con VIH tienen faltantes de medicación. Asimismo, el vaciamiento del Hospital Bonaparte no permite que muchas personas travestis, trans y no binarias se atiendan allí, quedando desprotegidas. Una persona que no recibe su tratamiento en tiempo y forma podría tener muchísimas complicaciones o inclusive morir. Luchamos por nuestra existencia porque pareciera que nos quieren exterminar”.
Nicolas Mau.

“Marchamos porque no podemos creer que quién tiene que pensar en las políticas de salud y en todos los ámbitos de la vida de las personas se permita decir semejantes atrocidades. Nosotros desde el hospital Bonaparte dábamos respuesta a gran parte de la comunidad LGBTIQ acompañando procesos de hormonización y patologías de salud mental. Estos son procesos muy complejos que implican repensar la identidad y se requiere todo un acompañamiento para animarse a mostrarse tal cual son. Con la falta de personal con la que quedó funcionando actualmente el hospital, eso se ve diezmado”.
Camila, trabajadora social de consultorios externos despedida del Hospital Bonaparte.

“Hoy tenemos que salir a las calles a sostener lo que tanto nos costó conseguir. Yo soy una mujer trans de 56 años, sobreviviente de la época de la dictadura y me da muchísima tristeza que tengamos que marchar por este motivo. Yo he pasado por calabozos, arrebatos, violaciones, estuve presa 30 días en Devoto. Sé que somos una población que llegó tarde a los derechos alcanzados, por eso nuestra memoria está fresca. Lo que conseguimos, que tanto nos costó, tenemos que cuidarlo porque se ve amenazado. Vengo por las nuevas generaciones para que se sigan abriendo caminos. Estamos en los últimos años de nuestras vidas y como las Abuelas y las Madres, vamos a seguir hasta el final sosteniendo los derechos que tanto nos costó conseguir. Aguantando y resistiendo. Si se deroga el cupo laboral trans, significa someternos a la prostitución y a la marginalidad. Sería terrible porque ya se están despidiendo a muchas de las personas que habían logrado trabajar de manera registrada”.
Angela, travesti.

“Hoy estamos acá para reclamar por los dos cupos que tenemos que no se cumplen. El 85% de las personas con discapacidad no tienen un trabajo registrado y ahora quieren sacarnos el 80% de nuestra pensión porque dicen que somos truchos. Les compañeres que consiguen trabajo cobran sueldos por debajo de la línea de la pobreza. Nos están matando, estamos viviendo un exterminio disca que se acrecienta en el caso de la interseccionalidad, es decir en las personas trans, lesbianas, gays no binaries e intersexuales. Si se deroga el cupo por discapacidad, nos quedamos sin ninguna posibilidad de tener trabajo porque pese a lo que dicen, de que supuestamente debería haber “igualdad ante la ley”, las personas discapacitadas visibles no conseguimos laburo y aquellos con discapacidades invisibles cuando se dan cuenta son echados. Es una migaja de derechos el cupo y encima nos lo quieren sacar”.
Cali, integrante de Orgullo Disca.