Alejandro «Pitu» Salvatierra tiene 45 años, pero sus vivencias equivalen a las de un octogenario. Nacido en la pobreza, conoció el delito y el mundo de las drogas pero logró salir de esto aferrándose a la militancia y la búsqueda de justicia social.
Su recorrido de lucha en la Ciudad de Buenos Aires viene de larga data: ya en 2010, participó de la toma del Parque Indoamericano y acompañó de cerca los padecimientos de las personas humildes y sin vivienda. Al Pitu lo quisieron estigmatizar y bajar, pero no pudieron. Hoy es candidato a legislador por la lista «Es Ahora Buenos Aires», que encabeza Leandro Santoro. «Sueño cumplido», señala.
En una entrevista con El Grito del Sur, el dirigente social habla sobre lo que se juega el peronismo en esta elección porteña, las chances de obtener un triunfo y las propuestas que llevarán a la campaña.
¿Qué significa para un militante nacido en un barrio popular ser candidato a legislador?
Es un sueño cumplido después de 18 años de militancia y me llena de responsabilidad porque vengo de un sector que está subrepresentado en la política. De la forma en que me desempeñe, de la manera en que haga las cosas, eso influirá también en que haya posibilidades para los que vengan detrás.
¿Cuál es la importancia de que los más humildes activen en política? Está el ejemplo de Natalia Zaracho, que ya atraviesa su segundo mandato en la Cámara de Diputados.
A mí me parece fundamental la participación de los sectores populares porque cargan con una vivencia y con una experiencia propia, que es muy difícil de explicar si no la viviste. Nadie puede explicarle a otra persona la angustia que una familia siente cuando se le inunda la casa en medio de una tormenta o cuando la gotera te rompe todos los muebles. Esas cosas no se pueden explicar, las vivís o no las vivís. Entonces creo que los sectores populares tienen muchísimo para aportar, en el sentido de acercar la política a algunos padecimientos de la vida cotidiana de nuestra sociedad. Quiero volver a acercar el peronismo a lo que pasa en la diaria.
¿Qué cosas se están jugando en esta elección de la Ciudad de Buenos Aires?
Se juega mucho en esta elección, hay una nueva oportunidad por el fraccionamiento de la derecha. Esto pone en una perspectiva ganadora a la lista encabezada por Leandro Santoro, en la cual yo participo. Ganar la Ciudad de Buenos Aires sería algo hermoso: lo digo con optimismo, no porque tenga todas las certezas. Creo que vamos a ganar. Es fundamental tener una Legislatura que no sirva de escribanía del PRO, sino que realmente ejerza un rol de oposición en algunos casos y de acompañamiento en otros. Siendo escribanía lograron vender gran parte de los terrenos de la Ciudad que pertenecían al Estado, además aprobaron las grandes torres que construyeron en barrios como Palermo y Caballito. Si ganamos estas legislativas, cambiaría la dinámica política de la Ciudad por completo.

¿Cuál es tu lectura política respecto a que el oficialismo porteño se haya fracturado en cuatro listas y que encima La Libertad Avanza le confronte al PRO?
La Ciudad de Buenos Aires se convirtió para los Macri y el PRO en un activo más del grupo SOCMA. Bajo un método de gerenciamiento, se la dieron a Horacio y ahora al primo. No sé quién vendrá después. Y para La Libertad Avanza es una caja que le quiere robar a Macri. En casi 18 años, los fondos de la Ciudad de Buenos Aires sirvieron exclusivamente para financiar campañas a presidentes. En 2023, por ejemplo, se gastaron toda la plata en la campaña de Larreta. Entonces lo que están haciendo es pelearse por un botín.
¿Cómo están viendo los porteños y las porteñas la gestión de Jorge Macri?
Hay mucha queja, por eso Larreta se lanzó como candidato en la Ciudad con frases como «vuelvo porque hay olor a pis». Creo que lo hace porque interpreta lo que la mayoría de los porteños siente en este momento. Hay una ciudad totalmente abandonada por Jorge Macri. Se hicieron algunas obras, pero porque significaban un negocio para los amigos. Si la intención fuera que los porteños estén mejor, no hubieran dejado que el sur se deteriore como se deterioró y tampoco hubieran construido la cantidad de viviendas irracionales que se hicieron en Puerto Madero, donde viven 10 personas. Nunca se gobernó la Ciudad pensando en la gente, sino que se gobierna pensando en los negocios de los amigos. Además, el jefe de Gobierno no toma el estatus que verdaderamente le corresponde, un estatus de gobernador. Parece un intendente, lo único que hace es bacheo y poda de árboles. No tiene política de empleo, no tiene política de industria, no tiene política de comercio, no tiene política de nada. Falta una mirada estratégica en la Ciudad. Y eso que la Ciudad tiene 4 veces más recursos de los que tiene Madrid.
¿De qué formas impacta el ajuste de Milei en la Ciudad?
El impacto en la Ciudad es menor, porque Milei le sigue dando la plata que ya le había dado Macri indebidamente por el traspaso de la policía. Lo único que cambió es el goteo, le tarda más en llegar la plata. En comparación con otras provincias, en especial las que gobierna la oposición, la situación de la Ciudad es privilegiada. A pesar de que el gobierno nacional le regatee algún fondo, ésta sigue siendo la ciudad más rica. Lo que pasa es que hay falta de voluntad política.
¿Cuáles son las principales propuestas que van a llevar a la campaña?
Nuestra propuesta es muy clara: venimos a decirle al porteño que estamos cansados de que la Ciudad esté abandonada y que sea utilizada para hacer negocios de los amigos del poder de turno. Queremos una ciudad que le dé oportunidades a todos, que no tenga ciudadanos de primera y de segunda, que no dependa de dónde nacés para tener mayor o menor expectativa de vida. Hoy lo que encontramos es una ciudad para pocos. Por eso venimos a recuperar y revalorizar el suelo, a recuperar nuestra salida al río como un lugar de esparcimiento y de paseo. Venimos a proponer un plan de urbanización a mediano y largo plazo con una inversión sostenida durante por lo menos diez años, que nos permita que la Ciudad deje de tener villas de emergencia. También hay complejos habitacionales como en Soldati y Lugano 1 y 2, que tienen problemas estructurales muy graves y es necesario atender.

Hablemos de los barrios populares. ¿Por qué no son prioridad para el gobierno porteño?
Es que el Gobierno de la Ciudad piensa en un estereotipo de porteño que no coincide con nosotros. Hay un problema de gentrificación en la Ciudad de Buenos Aires desde hace varios años, encareciendo los impuestos en el norte primero, después en el centro y por eso la gente se sigue corriendo hacia el sur, cuando no yéndose a vivir a la provincia de Buenos Aires. No somos prioridad para ellos. Esto sucede también porque nunca hubo un villero en la Legislatura, un villero en un lugar de poder que levante la mano y diga: «Sí muchachos, acá están cagando a las villas».
En algún momento participaste del Movimiento Evita. ¿Qué opinión te merece el hecho de que vayan en una lista propia para esta elección porteña?
Para mí son compañeros. Hubo negociaciones hasta último momento para que fuéramos todos juntos y no se logró. Creo que Juan Manuel Abal Medina tiene el derecho a sentir que posee los galardones necesarios para ser candidato. Tampoco veo que sea un espacio que viene con un discurso antiperonista o antikirchnerista, a diferencia de Moreno que sí agrede al principal candidato opositor de la Ciudad de Buenos Aires y también al gobernador de la Provincia.
¿Qué posibilidades reales tiene el peronismo de obtener un triunfo electoral el próximo 18 de mayo?
Yo creo que tenemos altas posibilidades de ganar; es más, hablando en forma optimista creo que vamos a ganar las elecciones legislativas. El fraccionamiento de la derecha es un elemento fundamental para tener en cuenta en el análisis, el PRO también está en un proceso de agotamiento de su proyecto. Nosotros estamos ordenados. Después dependerá de la capacidad que tengamos nosotros en el mano a mano, cuando volanteamos y hablamos con cada vecino. Somos un espacio que no puede explicarse en 140 caracteres o en un reel, necesitamos tiempo para desarrollar las ideas porque tenemos argumentos. El peronismo sigue siendo la única fuerza política que ha dado a los argentinos sus días más felices.