El debate de candidatos a legisladores porteños del martes 29 de abril mostró la falta de propuestas en materia ambiental, mientras crece el malestar de quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires por problemáticas como el olor, la basura en las calles y la falta de espacios verdes. Dialogamos con Julián Monkes, docente y becario del CONICET en el área de agroecología, para conocer cómo se podría tener un abordaje que permita desarrollar políticas públicas.
“Cuando pensamos en la política ambiental de CABA, yo creo que los pilares fundamentales tienen que ver con los espacios verdes y la discusión del desarrollo inmobiliario”, señaló el investigador. Monkes resaltó que en la metrópolis porteña van a aumentar las precipitaciones en frecuencia e intensidad, por eso es fundamental la disponibilidad de espacio verde que ayude a reducir la posibilidad de inundaciones. Cabe destacar que el candidato a legislador Leandro Santoro tiene la propuesta de creacion de «Supermanzanas con ganancia de espacios verdes, para así generar nuevos espacios peatonales con más plazas y espacios verdes».
En esta línea Monkes explicó que el Estado debería garantizar una zona verde cercana para el esparcimiento, la interacción con un entorno más natural para disfrutar y que sirva como espacio de encuentro para la comunidad de ese barrio. En una ciudad donde pagar el alquiler se lleva el 44,6% de los ingresos, según la última encuesta de Inquilinos Agrupados, tener la posibilidad de acceder a un espacio verde se hace más difícil. Por lo tanto, quienes más por alquiler o por la compra de un inmueble suelen tener mayores chances de acceder a un espacio verde. “Cada vez se lotean y se construyen más edificios por especulación, solo por acumulación de capital de la propia dinámica del negocio inmobiliario y el Estado en lugar de arbitrar las formas en que se debería construir una ciudad que realmente sea verde e inclusiva. No le ponen un freno y son cómplices directamente», planteó Monkes.
Otro punto central de la problemática ambiental en CABA gira en torno al transporte. Monkes puntualizó en la necesidad de fomentar el uso de bicicletas y en especial mejorar el transporte público, que hoy en día no funciona de manera eficiente ni garantiza llegar a tiempo al trabajo. Según el Informe de Movilidad Diciembre 2024 de la Secretaría de Transporte, se registraron 3,43 millones de usuarios diarios de transporte público en el AMBA (promedio días hábiles). Esto representa una variación de -8,7% respecto al mismo mes de 2023, y de -14,0% respecto al mismo mes de 2019. “Hoy en día circulan muchísima cantidad de vehículos de forma privada que no tienen que ver con la dinámica del trabajo, sino porque muchos eligen el vehículo privado a pesar de que es más costoso económicamente”, mencionó el investigador reforzando su postura. Y agregó: “Incrementar las vías de subte también es una política ambiental que puede ser interesante y que sea efectiva, no que sea solo el humo de Jorge Macri en campaña”, remarcó Monkes.
En la ciudad de Buenos Aires la buena ventilación como particularidad climática influye a la buena calidad del aire pero el hollín y la combustión de los vehículos generan afecciones en las vías respiratorias, en particular para la gente que es más sensible. Por ello se problematiza el transporte no solo como una condición de vida sino también cuestión de salud pública.
La gestión de los residuos en la Ciudad de Buenos Aires viene siendo un problema que el gobierno de Jorge Macri decidió resolver instalando 7.000 contenedores antivandálicos para prevenir que la basura sea diseminada en la vía pública. Usuarios en Tiktok comenzaron a quejarse y grabar videos mostrando las dificultades que presentan estos contenedores, donde no entran las bolsas de basura y son pesados al momento de abrirlos. Ramiro Marra, candidato por la Unión del Centro Democrático (UCEDE), se refirió al tema el día del debate: «vamos a trabajar con el código contravencional por el tema de la basura, está muy bien cambiar los tachos de basura, pero no podemos permitir más que haya gente revolviéndola. Por eso vamos a poner una sanción para este tipo de personas».

Desde otra perspectiva, Monkes considera que se debería mejorar la recolección diferenciada y la separación en origen. “Reconociendo, valorizando e incorporando a más trabajadores cartoneros en el listado oficial de cartoneros de la Ciudad de Buenos Aires, que hace muchos años que está cerrado, no se reconocen y lo vemos en la dinámica cotidiana”, planteó. A su vez afirmó que cada vez vemos más cartoneros saliendo a la calle a revolver para buscarse el mango y esos trabajadores informales podrían ser reconocidos por el Gobierno de la Ciudad, se podrían integrar a cooperativas cartoneras que ya existen y que trabajan de una forma muy eficiente.
Desde principios del año pasado comenzaron una serie de despidos en el ente interjurisdiccional ACUMAR, que continuaron durante abril de este año paralizando casi por completo el propósito de saneamiento y recomposición ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo. El investigador explicó que la crecida del río suele inundar las casas que están asentadas en las comunas más pobres cercanas al río. “Incluso cuando baja el río suele pasar que ese agua arrastra un montón de contaminantes de cuenca arriba y eso genera que las napas y los suelos de esa zona se terminen contaminando”, añadió Monkes. Luego expuso que a largo plazo probablemente estos suelos contaminados pueden terminar generando enfermedades o no se puedan usar para hacer huertas. Resaltó la importancia de ACUMAR para todo lo que es la cuenca alta y media del Matanza Riachuelo, que es una de las zonas más contaminadas y probablemente uno de los ríos más contaminados del mundo. En agosto de 2024, tras el trabajo de ACUMAR, la Ciudad recuperó la navegabilidad del río y permitió que un catamarán haga el primer viaje uniendo Puerto Madero con La Boca. “Todo eso se interrumpe e incluso puede volver para atrás, la navegabilidad es lo de menos porque es para el disfrute de unos pocos, pero es un indicador de cierta recuperación de la salud de ese ecosistema”, explicó Monkes.
Por otro lado, el investigador también mencionó que hay una política ambiental fundamental para abordar en la Ciudad de Buenos Aires que tiene que ver con la alimentación, promover mercados alternativos de consumos y de productos agroecológicos, que fomenten la producción de estos productos en la provincia de Buenos Aires. Esto no solo traería una mejora en la salud de los consumidores de la Ciudad de Buenos Aires, sino que mejoraría la salud del ambiente y las condiciones de trabajo para los productores de la provincia de Buenos Aires.
Finalmente resaltó la necesidad de educación ambiental en todos los estamentos educativos porque sin un cambio cultural y sin incorporar la perspectiva ambiental en la dinámica cotidiana de consumo para la toma de decisiones, no hay cambio que pueda hacer un legislador que efectivamente transforme el ambiente para bien, por la falta de acompañamiento de la población.