El mapa nacional, al igual que el planisferio de Mercator, tiene “errores”. Así como el último subestima la superficie del continente africano, el primero se olvida de la real amplitud de nuestro territorio. Esto no es aleatorio: tal como indica Ernesto Dufour, integrante del Observatorio de Malvinas de la Universidad de Lanús-, los mapas tienen también sentidos connotativos y denotativos.
Conocer para defender
Argentina es el octavo país en territorio, tenemos más superficie que Inglaterra, Alemania, Francia, España e Italia unidas. El problema es que parte de nuestro territorio está bajo ocupación. Conocer nuestro mapa cabalmente nos ayuda a entender nuestra identidad nacional, y poder actuar en consecuencia.
Somos 46 millones, sí, pero apenas 6 millones vivimos en el sector marcado con color rojo. Esto supone un territorio con potencialidad productiva inédita, y también con una discusión geopolítica pendiente. El sur no termina en Rio Grande.
Nuestro norte es el sur
Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada con la fuerza de los vientos patagónicos. Por supuesto que ganó gracias a la alianza con Eduardo Duhalde y la territorialidad del justicialismo bonaerense, pero le dio cauce desde el interior. Hoy necesitamos una actualización de esa epopeya: pasaron más de veinte años, el mundo cambió. Argentina no termina en Rio Grande, estos vientos también nos hablan de nuestra superficie Antártica, que generalmente es eliminada de los mapas, cuando existe una ley nacional (Ley 26.651) que exige mirarla en su conjunto.
Argentina no es Chile
Milei, Macri y De La Rúa fracasaron por mirar al país desde las manzanas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Podríamos decir que a Alberto Fernández le sucedió lo mismo, esbozó federalismo en sus propuestas iniciales (como el caso de las “capitales alternativas”), pero no las llevó a cabo.
La historia la hacen los pueblos, mirar nuestro territorio de manera estratégica es una apertura a futuras oportunidades.
El sueño que compartían Juan Perón y el desarrollismo argentino de una nación con 100 millones de habitantes no existe más. Con las proyecciones actuales, ni siquiera llegaremos a la mitad. Por más crudo que parezca, Argentina va a empezar a perder población en 2030. Lo mismo ya le está pasando hoy en día a decenas de países (Japón, Italia, Uruguay, por citar algunos).
La Patagonia es estratégica para nuestra defensa del territorio Antártico y las Malvinas, y como tal, tenemos que fortalecerla llenándola de industrias y de familias trabajadoras.
*Leandro Nievas. Bahiense, militante peronista, ingeniero industrial, mg políticas públicas, subsecretario de Desarrollo Productivo Municipio Bahia. Candidato a Diputado.
*Marina Damil. Licenciada en Cs. De la Comunicación, docente y candidata a Senadora Nacional. Fundadora Pixel Agency.
