La Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires reconoció la semana pasada la suba indiscriminada del precio de los alquileres en el último año: alrededor de 35% durante el primer trimestre de 2018, medido en términos interanuales. De esta forma, los inquilinos destinan un porcentaje mayor de sus ingresos en el pago del alquiler en un contexto donde el monto de los alquileres aumenta muy por encima de los índices de inflación.
El informe titulado «Dinámica del mercado de alquiler de departamentos. 1er trimestre de 2018» observó en el primer trimestre de 2018 un fuerte incremento en el precio del metro cuadrado en alquiler, que promedió un 35,1% para los monoambientes usados, un 34,3% para los departamentos de 2 ambientes usados y un 35,7% para las unidades usadas de 3 ambientes. Si bien todos los casos marcaron una «leve desaceleración» respecto de las subas registradas en el trimestre previo -cabe destacar que estos datos corresponden a los meses anteriores a la feroz devaluación de mayo pasado-, el documento oficial sostuvo que «el alza de los alquileres superó ampliamente la variación de los precios estimada por el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) que, en promedio para enero/marzo, alcanzó un 25,8% en términos interanuales».
El organismo del Ministerio de Hacienda del Gobierno de la Ciudad también insinuó que los bolsillos de la clase media están empezando a sufrir los embates del ajuste macrista. En ese marco, crece la opción de los monoambientes para los inquilinos. Los especialistas señalaron: «Cabe destacar que, desde 2015 a la actualidad, los monoambientes vienen ganando participación dentro del total de publicaciones en alquiler». Entre 2010 y 2014, la participación promedio del subconjunto de monoambientes rondaba el 20,2% con una escasa variabilidad, en 2015 ascendió al 23,8%, en 2016 se estabilizó en 22,9% y en 2017 culminó con un peso medio del 23,9%. Los monoambientes usados más caros se ubicaron en Palermo ($8.643) y Recoleta ($8.555); en tanto, los departamentos de menor valor se observaron en Villa Luro ($5.858) y Floresta ($6.137).
La Federación Nacional de Inquilinos viene trabajando desde 2016 para aprobar un proyecto de Ley de Alquileres que responda a gran parte de los reclamos de los inquilinos, reduciendo significativamente el desequilibrio entre las partes en una relación contractual. El proyecto en cuestión se aprobó por unanimidad en la Cámara de Senadores en noviembre de 2016, pero actualmente el oficialismo se niega a darle una sanción definitiva en Diputados. «El proyecto aprobado por el Senado aún mantiene estado parlamentario y la tarea para este 2018 es lograr que la comisión que preside Lipovetzky –primero- y la Cámara de Diputados –después- traten favorablemente nuestro proyecto de ley», plantearon desde Inquilinos Agrupados (IA).