«Es el momento para el colectivo travesti y trans de ocupar bancas en el Congreso»

🏳️‍⚧️ Militante del Frente Patria Grande y directora de Políticas de Género y Diversidad provincial, Daniela Castro es la primera persona trans en postularse para diputada nacional. El Grito del Sur dialogó con la candidata.

Este sábado, con el cierre de listas, Daniela Castro se convirtió en la primera persona trans en consagrarse como candidata a diputada nacional. Marplatense de origen, Castro competirá en septiembre como representante de la Provincia de Buenos Aires en la lista que encabezan Victoria Tolosa Paz y el actual ministro de Salud provincial Daniel Gollán. Integrante del Frente Patria Grande y cercana a Juan Grabois, Castro se desempeña como directora de Políticas de Género y Diversidad del Ministerio de Mujeres de la Provincia de Buenos Aires, desde donde intenta saldar las deudas de un colectivo históricamente postergado combinando políticas públicas con acciones territoriales. Si bien sabe que le espera una larga campaña por delante, la militante popular asegura que aún recorre comisarías en plena madrugada para amparar a las compañeras que sufren violencia institucional y asegura que sus propuestas exceden los temas de diversidad.

¿Qué significa para vos ser la primera persona trans en postularse para ocupar una banca en la Cámara de Diputados?

Me siento muy bien porque trabajamos mucho para que estas cosas se hagan una realidad. Yo no milito por una cuestión personal, sino para el colectivo y en colectivo. Nos espera una campaña en la que tenemos que apostar a que la sociedad argentina entienda que este gobierno le da respuesta a les más humildes e invisibilizades. A partir de ahí vamos a poder garantizar votos y aportar nuestras voces. 

¿Creés que es probable que asumas como diputada?

Yo tengo mucha esperanza de que va a suceder, pero sino igualmente tengo el orgullo de que estamos visibilizando un sector muy relegado y olvidado, demostrando que podemos generar cambios positivos en la vida de la gente como lo hago ahora desde el Ministerio. La sociedad viene amasando estos cambios hace años, tomando conciencia de que la obtención de nuevos derechos no significa un retroceso de nadie sino generar una sociedad más abierta y más digna. Es el momento de que el colectivo travesti y trans ocupe estos lugares.

En varias entrevistas dijiste que vos militás para el pueblo, más allá de los temas de diversidad y LGBTTIQ+. ¿Sentís que al feminismo le falta conciencia de clase por momentos?

No. Me parece que los transfeminismos y la marea verde que hemos gestado en estos últimos años es muy joven y como cualquier movimiento político transita tiempos de aprendizaje pleno. En estas situaciones yo prefiero no prejuzgar. Creo que los feminismos han sido fundamentales para marcar avances y conquistas de derechos que nos han puesto a la vanguardia en Latinoamérica y si bien tenemos cosas que arreglar y discutir, es un proceso que se va a ir dando con el paso del tiempo. 

Entraste al Ministerio de Mujeres después de la gestión de Vidal. ¿Cómo fue hacer política para las personas travestis y trans en ese contexto?

Te voy a responder con un ejemplo: cuando asumimos en diciembre de 2019, lo primero que me dijo el gobernador Axel Kicillof fue que aplique el Cupo Laboral Travesti Trans en la Provincia. Esa ley fue votada en el año 2015, dos meses antes del asesinato de Diana Sacayán, en medio de un proceso electoral muy similar al actual pero que finalizó con la ida del gobierno que la había votado. María Eugenia Vidal no aplicó el cupo en toda su gestión y firmó su reglamentación cuatro días antes de irse, entendiendo que nos dejaba lo que para ella era un problema. Nosotres sabemos que la necesidad de su implementación era inmediata porque el cupo no significa solo un sueldo sino una forma de garantizar que esas compañeras travestis y trans que ahora no pasan los 40 años de esperanza de vida -porque las estadísticas aún reflejan eso- no siguieran incrementando ese número. 

Sin embargo, ya siendo gobierno, la población travesti trans sigue siendo vulnerada por las fuerzas de seguridad. ¿Cómo trabajan con esta situación desde el Ministerio de las Mujeres?

Desde el feminismo entendemos que las violencias que siguen sufriendo las personas travestis y trans por parte del Estado a través de las fuerzas de seguridad o la policía tienen que ver con cómo nos atraviesa el patriarcado y la idea de que adoctrinar de forma violenta puede seguir siendo valedera. Nosotras creemos que es primordial formar a los agentes policiales y las fuerzas de seguridad de otra manera y para eso estamos generando capacitaciones conjuntas con el Ministerio de Seguridad y la Secretaría de Derechos Humanos desde el comienzo de la gestión. Estar en vínculo con esos sectores nos parece fundamental para revertir estas cuestiones.

¿Tenés pensado algún proyecto por si llegás a asumir?

Yo considero que el colectivo de las diversidades y LGBTTIQ+ en cuestiones de derechos es aún muy joven. Solo hace 11 años que obtuvimos la primera ley que nos toma en cuenta, que es la ley de Matrimonio Igualitario, antes de eso estábamos abajo de la alfombra de la sociedad argentina. A partir de allí fuimos conquistando derechos, pero nos falta salud, educación, vivienda y nos falta estar en un montón de sectores. En ese sentido no puedo decirte una política específica porque te mentiría, mi proyecto es esto y mucho más, incluso en temas que exceden las políticas de género pero a los que considero que desde los transfeminismos le podemos dar una mirada inclusiva. 

Después de que se conoció tu candidatura, publicaste un tweet mostrando que en el medio Ámbito Financiero te trataron en masculino. Esto deja en claro las resistencias a las que aún se enfrentan las personas trans en política. ¿Qué se puede hacer al respecto?

Nosotras tenemos que garantizar la visibilidad de nuestro colectivo. El ser humano siempre termina naturalizando lo que ve. Si nosotras garantizamos que la sociedad argentina visibilice a les compañeres travestis y trans, no va a haber nada que llame la atención. De esa manera vamos a lograr que esos malos chistes, porque prefiero tomarlos de esa manera, dejen de ser graciosos, como ahora no lo son los chistes hacia las mujeres cis que no son tolerados.

En ese sentido quisiera repetirte la pregunta que le hice hace unos días a Paula Arraigada. Si Lohana decía: “Cuando una travesti entra a la Universidad Pública, le cambia la vida a esa travesti; cuando muchas travestis entren a la Universidad, le cambiará la vida a la Sociedad». ¿Cómo puede el colectivo travesti trans cambiar la política?

Justamente es lo que te decía antes: una compañera en el Congreso genera discriminación, como ocurrió en los últimos días. Con muchas compañeras en la Legislatura, en el Congreso, en las bancas, en los lugares de trabajo, en las calles generando políticas públicas, la discriminación va a mermar y nos van a juzgar por nuestro accionar político, por nuestro trabajo, por nuestros ideales y no por nuestro género o nuestras identidades. Claramente ese es el camino.  

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