La gestión de Javier Milei comenzó con un recorte presupuestario del 92% en el Programa de Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Con este programa se garantiza el acceso a medicamentos de forma gratuita en todo el sistema de salud. “No sólo no se está cumpliendo con la ley, sino que se está retrocediendo: empiezan a faltar algunos medicamentos antirretrovirales”, denunció la infectóloga Gabriela Piovano en diálogo con El Grito del Sur.
La Dirección de VIH, ITS y Hepatitis Virales alertó que cuentan sólo con 24 test de resistencia VIH, por lo que hasta que se revierta la situación los destinarán a infancias y personas gestantes. Los Hospitales Muñiz y Malbrán y el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA, perteneciente al UBA-CONICET, tampoco cuentan con stock. La Provincia también pospuso el seguimiento de control de citometría y de carga viral, salvo excepciones impostergables. “Si bien muchas de las provincias, por incumplimiento de la Nación, pueden sostener la provisión de medicamentos para seguir garantizando el derecho a la salud, no todas cuentan con la misma capacidad financiera. Argentina es un país muy desigual y según la actividad económica y el gobierno de turno de cada provincia, la realidad de cada una es muy heterogénea. Por ende, la respuesta al VIH se la tiene que poner al hombro, primero que nada y antes que todo, un Programa Nacional fuerte”, explicó Alejandra Lerga, presidenta de la Asociación Ciclo Positivo, donde están recibiendo denuncias y reclamos y acompañando a los afectados.
“Están obligando a los médicos a que los pacientes cambien sus tratamientos. La ley también contemplaba otras infecciones de transmisión sexual y la tuberculosis, en la que vemos un gran aumento. Realmente no creemos que se esté implementando la cobertura y el acompañamiento a las víctimas como la ley había consagrado”, señaló Piovano.
Horacio Barreda, activista de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP), le explicó a este medio que los cambios en medicación son un gran factor de estrés, pero que en este caso las faltantes afectan principalmente a las personas (en especial jóvenes) que hacen una biterapia para reducir el número de drogas en su cóctel y a las personas con resistencia a la mayoría de tratamientos. “Cuando aparecen problemas con la medicación para una infección crónica como el VIH, puede ser una fuente importante de estrés y desesperanza. Para las personas con VIH, los problemas pueden ser aún más complejos debido al estigma y la discriminación asociados a la enfermedad”, agregó Lerga, ya que considera que la medicación controla el virus y a la vez reduce los miedos asociados.
Esta situación afecta todo el sistema de salud porque el Estado se ocupa de proveer al subsistema de obras sociales y al privado. “La falta de licitación es un mecanismo perverso para justamente abonar a la política del retiro del Estado en la asistencia a las personas justamente en su peor momento, que es cuando necesitan un tratamiento y se hacen inalcanzables los costos desde el punto de vista económico”, agregó Piovano.
“El hecho de haber prorrogado el presupuesto 2023, después de una devaluación del 118% y una altísima inflación, sin dudas afectará a la provisión de medicamentos y a otras líneas de acción que tienen que ver con la respuesta integral: provisión de reactivos, campañas, prevención, etc.”, advertía en abril pasado la Fundación Grupo Efecto Positivo (Fundación GEP). En su momento, sin que el Gobierno abriera las licitaciones, la Fundación se declaró en estado de preocupación y alerta por la interrupción de la provisión de medicamentos que le correspondían al Ejecutivo nacional, como en el caso de los pacientes de cáncer que provocó siete muertes, y recordaban las faltantes de 2001 y el período 2016-2019.
Desde RAJAP compararon el Boletín Oficial y la licitación realizada y descubrieron que no estaba la licitación para jarabe pediátrico, el que toman las infancias seropositivas. “Hay una prioridad que siempre se deja de lado: hay países donde se erradicó la transmisión perinatal, pero en Argentina nacen cada vez más niñes con VIH”, declaró Barreda. Si bien el jarabe no está en falta, es necesario estar alerta. Para Piovano, la entrega de medicación es fundamental porque “contribuye a que la gente tenga acceso a productos de calidad. Cuando la gente tiene que poner todo su bolsillo, tiene que bajar la calidad. En momentos de crisis, en lo primero que uno va a pensar es en dejar de comprar estas cosas o llega un momento que ya no se pueden pagar y ahí es donde también hubo una avanzada en embarazos no deseados y en embarazos con sífilis congénito”.
La doctora Piovano relacionó la retirada actual del Estado en las campañas de prevención y distribución de preservativos y geles con el aumento de casos de Infecciones de Transmisión Sexual, como el brote de sífilis. “Ocurrió cuando asumió Mauricio Macri que se daban un montón de implementos para garantizar políticas de prevención, tanto la cuestión de la paternidad responsable, la planificación familiar y, por supuesto, la prevención de ITS y cortaron la compra y la entrega de preservativos y a su vez por ejemplo quitaron la obligatoriedad de los controles en las mujeres embarazadas que recibían la Asignación Universal por Embarazo. Esto provocó, por supuesto, que muchas mujeres no fueran a los controles y después tuvieran sífilis congénita. Hay una relación directa también en estas políticas con los resultados”, apuntó.