El Reino Unido busca llevar adelante una explotación petrolífera, que producirá 500 millones de barriles en las Islas Malvinas, a través de la empresa israelí Navitas Petroleum. El presidente Javier Gerardo Milei no se manifestó sobre la situación, y con su actitud demuestra el total desinterés sobre los recursos naturales argentinos, como cuando en marzo Londres amplió la soberanía sobre el Mar Argentino de manera unilateral.
Desde que asumió Javier Milei a la presidencia, manifestó desgano y poco interés para la causa que defiende la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Eso fue observado y aprovechado por el gobierno británico, al cual jamás le faltaron motivos para demostrar su piratería y ansias de recursos. Lo cierto es que, en casi siete meses de gobierno libertario, sucedieron tres situaciones rotundas que no obtuvieron una manifestación profunda de rechazo por parte del presidente argentino.
La primera fue la visita a territorio isleño por parte del ministro de Relaciones Exteriores, David Cameron, quien en clara provocación declaró que espera que los habitantes sigan bajo jurisdicción británica “para siempre”. Mostrando total apatía, Milei no manifestó su opinión sobre la situación, mientras que el gobernador Gustavo Melella lo declaró “Persona Non Grata” en la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Días después de esa visita, Inglaterra amplió unilateralmente y sin consultar su control sobre una superficie sobre Mar Argentino por un total de casi 170.000km2. Con estas medidas, Gran Bretaña se aseguró el uso de un área a la que le dará uso para actividades prospectivas, la pesca, o de exploración petrolera. En ese momento tampoco Milei expresó su repudio a la situación, y mucho menos aprovechó el acto del 2 de abril para oponerse a estos sucesos.
Frente a esta pasividad, los británicos decidieron realizar el último 24 de junio una consulta popular en Malvinas en busca de lograr el apoyo para explotar petróleo en la zona de las Islas. Lo curioso es que la empresa que presentó el proyecto es de origen israelí, país con el que Milei se muestra aliado ferviente desde que asumió, y al que defiende en su disputa con el pueblo palestino. Que la empresa israelí Navitas Petroleum no haya tenido en cuenta la postura argentina demuestra lo débil que ven a Milei en el ámbito importante de la política internacional, y que el lazo con Israel no le trae ningún beneficio al pueblo argentino.
Sobre esta situación, el líder de la Libertad Avanza, ocupado en sostener a su ministro de Economía Luís Caputo, o en organizar algún viaje al exterior para ir con su hermana, tampoco se manifestó y mucho menos se preocupó por averiguar sobre el impacto ambiental que dicha exploración puede tener sobre los recursos naturales argentinos. Queda claro, pese a tanta sangre derramada, que Malvinas es una causa a la cual Milei le demuestra todo su desprecio.