En las elecciones bolivianas del pasado domingo 20, Evo Morales obtuvo un ajustado triunfo en primera vuelta con el 46,86% de los votos por sobre el 36,72% del opositor Carlos Mesa. De esta forma tendrá su cuarto mandato consecutivo en el período 2020-2025. Rápidamente, debido a una supuesta desconfianza en los datos cargados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), la derecha boliviana denunció un «fraude escandaloso» y se negó a reconocer los resultados finales del escrutinio.
Frente a los hechos de violencia que se desataron en las últimas horas -quema de instituciones públicas y secuestros de funcionarios, entre los ejemplos más destacados- y las acusaciones de fraude, el presidente reelecto convocó esta mañana a una conferencia de prensa para «denunciar ante el pueblo boliviano y el mundo entero que está en proceso un golpe de Estado. Ya lo sabíamos anticipadamente, se preparó la derecha con apoyo internacional». En ese marco, instó a sus seguidores a entrar en «estado de emergencia y movilización pacífica y constitucional».
Según los datos oficiales, votaron 198.619 ciudadanos bolivianos que residen actualmente en el exterior. Allí el saldo general fue favorable a Evo Morales: 59,84% frente al 27,01% de Mesa. Si se mira lo que sucedió en Argentina, el resultado fue aún más aplastante en favor del líder aymara: éste sumó 78.226 sufragios, lo que representa el 82,52% de los 98.458 ciudadanos bolivianos que concurrieron a las urnas. En tanto que Carlos Mesa apenas logró 8.260 sufragios (8,71%) con el 97,75% de las actas computadas.
Iber Mamani, vocero de la comunidad boliviana en el país y militante de Vamos (Frente Patria Grande), explicó estos resultados en base al sentido de «memoria» de los residentes bolivianos en Argentina. «Nosotros no vinimos de casualidad a este país y no olvidamos las consecuencias de los gobiernos neoliberales. Hay un pueblo con mucha memoria y también bastante politizado. Desde Argentina la campaña fue trabajada en articulación con las organizaciones políticas y los movimientos sociales», sostuvo el joven referente en diálogo con El Grito del Sur.
Mamani cuenta que se mostró sorprendido de arranque con los resultados, dado que no se esperaba que Carlos Mesa estuviera por encima del 30% en esta primera vuelta. «Eso es un motivo de alerta porque de alguna manera no hemos logrado interpelar a ese sector medio y a esa nueva generación que creció con el Proceso de Cambio, que ha vivido todas las reivindicaciones por las cuales hemos luchado durante estos 13 años de gobierno», opinó.
«Esa diferencia pequeña que hubo fue caldo de cultivo para que la derecha instalara primero una segunda vuelta y luego, al ver los resultados finales, no reconociera el triunfo de Evo Morales. Esto toca fibras sensibles porque, con lo que está pasando en la región, lo que va a intentar hacer la derecha es justamente desestabilizar y pedir la intervención externa a gobiernos como el de Estados Unidos. Lo que nos toca a los militantes es salir a defender el proyecto de Evo Morales y también ser autocríticos de los baches por los errores que hemos cometido como gestión también. Ese sector que no votó al MAS es responsabilidad nuestra», aseguró Iber.
Frente a los intentos de los grandes medios de comunicación y organismos internacionales como la OEA de poner en duda el resultado de las elecciones, el referente de la comunidad boliviana marcó su postura: «En Bolivia hemos ganado las elecciones en primera vuelta. Sabemos que ha crecido la derecha por baches nuestros. También entendemos que los procesos políticos en Latinoamérica tienen contradicciones y sobre eso tenemos que seguir trabajando, pero hemos ganado en forma legítima».