En julio de 2009, otra pandemia azotaba al mundo. En Argentina, la mala gestión de la llamada “gripe porcina” -el virus H1N1- le costaba el cargo a la entonces ministra de Salud (y hoy opositora) Graciela Ocaña y marcaba la llegada de Juan Manzur al gabinete nacional. Hoy, doce años después y con otra pandemia, Manzur deja el Ejecutivo tucumano para reemplazar a Santiago Cafiero como ministro de ministros. La designación, apuntalada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, generó un rechazo de diversa intensidad en los feminismos: Manzur se ha opuesto abierta y activamente a la legalización del aborto.
“Le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres”, escribió la expresidenta en una carta que hizo pública el jueves pasado. El único nombre que dio: el del gobernador de Tucumán. La sugerencia llamó la atención, puesto que en 2018 fue el mismo Manzur quien dijo a Clarín: “Ya está, terminó; el de Cristina es un ciclo político que está concluido”.
Pero el flamante jefe de Gabinete tuiteó este fin de semana: “Agradezco a nuestro presidente @alferdez y a nuestra vicepresidenta @CFKArgentina por la confianza depositada en mi persona para asumir el cargo de Jefe de Ministros de la Nación. Siempre voy a estar donde sea más útil a la Patria y al movimiento peronista”.
El sábado, horas después de que se diera a conocer el cambio en el gabinete, la colectiva Actrices Argentinas emitió un comunicado en el que rechazaba el nombramiento de Manzur a quien calificaron como “un declarado enemigo de las mujeres, diversidades y niñxs”. “El movimiento de mujeres y diversidades lucha contra el horror e incumplimiento de leyes que arrasan con la vida de niñas, mujeres y diversidades -dice el texto-. Con decisiones como ésta, estamos muy lejos de haber acabado con el Patriarcado, Sr Presidente”.
La colectiva citó casos de violaciones a los derechos de las mujeres en Tucumán que llegaron a los medios nacionales: Belén, ocho años presa por un aborto espontáneo -el Presidente fue a la presentación del libro Somos Belén poco antes de asumir en 2019-; Lucía, la niña de 11 años a quien se le negaba un aborto habiendo sido víctima de una violación; la criminalización de la médica Cecilia Ousset, quien practicó la interrupción del embarazo de Lucía y el femicidio de Paola Tacacho.
A esta lista breve (pero no exhaustiva) se le pueden sumar otros dos ítems: en 2018, a instancias de Manzur, Tucumán fue declarada “provincia pro-vida” y fue la última en adherir a la ley Micaela en mayo de 2020.
Pero a pesar de los rechazos y del prontuario “celeste”, Soledad Deza, militante feminista tucumana y abogada de Belén, recordó: “Sepan que el Tucumán de Manzur puso 4 votos para el aborto. Sepan también que hasta junio se iban haciendo 1836 IVEs según información oficial. Antes de la lapidación de Manzur en nuestro nombre, pregunten. Quizás hicimos bien y entendió. No todo es tan lineal acá en el norte !”.
En marzo de este año, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, se reunió con Manzur para firmar el Acuerdo Federal para una Argentina Unida Contra las Violencias de Género. Pero un año antes, Gómez Alcorta denunciaba a Manzur, a las autoridades de salud de Tucumán y a una fiscal por obstaculizar el aborto legal de Lucía.
Manzur, nacido en San Miguel de Tucumán en 1969, se formó como sanitarista y legista en la Fundación ISalud, creada por el ex ministro Ginés González García. Fue a instancias de Ginés que el nuevo ministro de ministros conoció a quien le daría su primer cargo importante en la función pública: Alberto Balestrini, entonces intendente de La Matanza. El médico tucumano estuvo al frente de la cartera sanitaria matancera entre 2001 y 2002.
Al año siguiente, después de un breve paso por el ministerio de Salud de San Luis, el gobernador José Alperovich -hoy de licencia en el Congreso acusado de abusar de su sobrina- lo convocó para integrar su gabinete. Y en 2015, con el triunfo presidencial del macrismo, en el Jardín de la República Manzur se calzaba la banda de gobernador.
Ahora, en un gabinete nacional que cada vez está más lejos de la paridad con solo dos ministras mujeres -Gómez Alcorta y Vizzotti-, los ojos están puestos en Manzur para saber si obstaculizará los derechos de las mujeres y disidencias o si acompañará las políticas de género llevadas adelante durante la gestión de Alberto Fernández.