Hace un mes se estrenó en las salas de cine “Intensamente 2”. Se trata de una película de Disney Pixar cuyas protagonistas son las emociones de una chica. En el primer film, quienes se apoderaban de la mente de la joven eran Alegría, Tristeza, Furia, Temor y Desagrado. En el de ahora, la chica experimenta cambios que tienen que ver con el pasaje a la adolescencia y es entonces cuando aparecen nuevas emociones. A las que ya sentía, se le suman Aburrimiento, Envidia, Vergüenza y Nostalgia, pero la que lidera a todas esas emociones nuevas es Ansiedad, que termina librando una batalla contra Alegría.
La película está llena de mensajes, algunos metafóricos y otros más literales, pero lo cierto es que el largometraje completo invita a hacer una reflexión profunda acerca de qué es la ansiedad y qué consecuencias tiene en la vida de una persona. “Es una respuesta tanto psicológica como física, cuya principal característica es la producción de un malestar que no se encuentra fácilmente cómo responder a él”, sostuvo Alicia Stolkiner, psicóloga y titular de la cátedra de Salud Pública y Salud Mental de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en una conversación con El Grito del Sur. También dijo que “la ansiedad puede estar causada por factores externos o estar desencadenada de manera interna, y en general se combinan ambas cosas”.
Por su parte, Soledad Quinteros, psicóloga que integra la Fundación Foro, sostuvo que la ansiedad es una emoción muy difícil de controlar porque implica pensar escenarios negativos posibles “que tienen una activación fisiológica en el cuerpo —dijo—, porque todo lo que imaginamos desde el cerebro para el cuerpo es real y para la mente también, aunque no suceda”. Aseguró que una pequeña cuota de ansiedad es sana, pero dijo que el problema se genera cuando se convierte en “patrones de pensamiento que se anticipan, que te dicen ‘me va a ir mal y la voy a pasar mal’ o ‘no me va a salir esto que tanto practiqué’. La terapia busca generar un pensamiento alternativo, flexible, para poder ver todas las vetas, ver que no necesariamente algo me va a salir mal como mi mente me lo hace creer”.
En cuanto a la manifestación física de esta emoción, Stolkiner aseguró que sus características suelen ser “la respiración corta, la descarga de adrenalina, el aumento del ritmo cardíaco y la contractura corporal”. A su vez, Quinteros dijo que “hay gente que tiene taquicardia, gente que suda, gente que no puede tragar y gente a la que se le va el aire”.
“A mí me parece que las redes sociales son una causante importante de ansiedad —afirmó Stolkiner—, por un exceso de exposición, de búsqueda de respuesta frente a otros que puede ser de aprobación o desaprobación. Estamos en un exceso de contacto virtual que, en general, se acompaña de un déficit de contacto personal o físico”. ¿Cómo es que eso genera ansiedad? “Genera ansiedad la propia imagen, el reconocimiento de los otros, el temor al rechazo, la inseguridad y, a veces, el funcionamiento mismo del diálogo. Una persona pone algo en redes y a lo largo del día va controlando cuántos likes o cuántas respuestas tuvo. Después se encuentra con que alguien le respondió una cosa agresiva u horrible o que, por ejemplo, lo que puso no tuvo prácticamente respuesta”, destacó Stolkiner.
En determinado momento, la película de Disney Pixar plantea que al crecer las personas sienten más ansiedad que alegría, a diferencia de lo que ocurre en la niñez. “Al crecer y estar inserto en un sistema vas a tener mayores responsabilidades y presiones, que varían según cada cultura —aseguró Quinteros—. Yo no sé si se pierde la felicidad, pero tenés presiones que hacen que tambaleen las prioridades de lo que es importante en la vida, que es conocerse, tener en cuenta los afectos, el amor, la familia, tener un buen gesto con un otro”.
“Yo no lo generalizaría —opinó, por su parte, Stolkiner—. Hay infancias muy terribles y hay vidas adultas que no necesariamente están marcadas por la ansiedad. Lo que sí pienso es que la ansiedad es una característica de esta época”. ¿Qué tiene esta época a diferencia de otras? “La inestabilidad, la inseguridad, la velocidad y el exceso de exigencia”, aseguró Stolkiner. ¿La ansiedad es un nuevo estado de los humanos? ¿Llegó para quedarse? “Me parece que, en este momento, la ansiedad forma parte de las condiciones de vida actuales, pero varía de persona a persona y varía también según cada grupo social”, agregó Stolkiner.
¿Cómo se podría mitigar la sensación de ansiedad? Quinteros dijo que “se entrena el cuerpo, o si se está muy cargado se puede hacer ejercicio, dispersarse, hacer actividades automatizadas que te vayan bajando. Como es una emoción, tiene una intensidad pero después baja, eso es lo que se les enseña a los pacientes”.
Stolkiner, por su parte, recordó que durante su juventud en Córdoba, su tierra natal, era muy frecuente que ella y sus amigos se reunieran para charlar y comer algo. “En las reuniones era habitual que se contaran narraciones, historias graciosas o chistes. Tengo la impresión de que ese tipo de contactos entre las personas son lo contrario de los contactos que producen ansiedad. Estaría bueno permitirse sentir otras cosas, entrar en contacto y permitirse una cierta lentitud”, concluyó la especialista.