La comunidad cinematográfica se encuentra alerta y movilizada desde hace tiempo. Desde la decisión unilateral del gobierno nacional de remover al director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Alejandro Cacetta, en el mes de abril, no paran de acumular dolores de cabeza. En las últimas semanas, se sumó el problema de cuatro trabajadores despedidos del INCAA y el anuncio de cierre del Arte Cinema en el barrio de Constitución, prevista para el 31 de julio.
Ayer por la tarde, con el apoyo de organizaciones culturales, centros de estudiantes y sindicatos, la Asamblea Abierta de la Comunidad Audiovisual se concentró en las inmediaciones del INCAA para decir «No al ajuste al cine nacional». Entre otros reclamos, pidieron por un funcionamiento del INCAA sin trabas administrativas, la reincorporación de los 4 trabajadores despedidos, no a la tercerización de los créditos, cese de la intervención de hecho en el Ministerio de Cultura y no al cierre del Arte Cinema.
«Estamos muy preocupados por el futuro del cine nacional. La subejecución presupuestaria admitida livianamente por el presidente del INCAA, Ralph Haiek, tiene como consecuencia una parálisis que repercute en la producción y en los puestos laborales. A esto se le suma los despidos del INCAA: la consecuencia lógica de achicar la planta del organismo cinematográfico es reducir la cantidad de películas producidas. Como si esto fuera poco, ahora se plantea tercerizar los créditos a través de bancos y entidades financieras, es decir, por fuera de la órbita del INCAA», señaló el documento que contaba con la adhesión de todas las organizaciones que conforman la Asamblea Abierta de la Comunidad Audiovisual.