El senador de Cambiemos Esteban Bullrich, quien ocupara el cargo de ministro de Educación hasta 2017, pretende avanzar en el tratamiento de un proyecto de ley para limitar la cantidad de paros docentes a un máximo de 5 días al año. Esta iniciativa toma fuerza en medio de una nueva jornada de paro docente por parte de los gremios UTE y SUTEBA, a pesar de que éste último llegó a un acuerdo salarial -con ciertos reparos por cierto- con la administración de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires.
El proyecto de Bullrich fue presentado hace 15 días y ya se giró a la comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, presidida por el peronista Daniel Lovera (La Pampa). Una de las condiciones para que esta iniciativa parlamentaria prospere se basa en la modificación del artículo 11 de la Ley 14.786 de Conflictos de Trabajo, que habilitaría a declarar la ilegalidad de los paros luego de que superen este cupo establecido de 5 días seguidos o discontinuados a lo largo de cada ciclo lectivo.
Uno de los principales argumentos del senador oficialista se basa en que, aún reconociendo el carácter constitucional del derecho a huelga, “para lograr el funcionamiento armónico de nuestro sistema jurídico es necesario que nadie pueda ejercer su derecho de manera absoluta, aun tratándose de aquellos con rango constitucional”. “Ningún derecho es absoluto y el derecho a huelga no debe ser la excepción. Consideramos que limitarlo a cinco días permite la convivencia del bien protegido por la libertad sindical así como el derecho a la educación, ambos de rango constitucional. Así como existe un mínimo de días que el Estado está obligado a cumplir para garantizar el Ciclo Lectivo, bajo la norma 25.864, debe existir un límite a la huelga a los efectos de poder cumplir con dicha manda”, planteó Bullrich en los fundamentos del texto girado al recinto de la Cámara Alta.
Cabe destacar que no es la primera vez que el ex ministro de Educación intenta avanzar contra una normativa vigente en todo el territorio argentino: en 2017 fue uno de los impulsores de la eliminación de la paritaria nacional docente, lo cual acentuó las desigualdades en las negociaciones paritarias emprendidas por cada provincia. Esta propuesta también se enmarca en el recurrente intento del Gobierno por condicionar cualquier acuerdo con los gremios docentes al cumplimiento de los 180 días de clase que fija el calendario escolar.