Este 24 de marzo, a 45 años del último golpe cívico-militar, los organismos de derechos humanos, organizaciones políticas y sociales, y distintos colectivos artísticos y culturales se propusieron reinventar las formas para mantener viva la memoria y la lucha por verdad y justicia. El riesgo aún muy grande que implica para las Madres y Abuelas, por ser grupo de riesgo, obligó a los organismos por segundo año consecutivo a suspender la tradicional convocatoria a la Plaza de Mayo. Pero esto no detuvo la organización de diversas actividades presenciales y virtuales en múltiples puntos del país. El colectivo artístico Avive, por ejemplo, fue uno de los espacios que este año decidió adaptar sus actividades presenciales habituales a un formato remoto. En diálogo con El Grito del Sur, Federico Boido contó cómo fue el proceso de adaptación de los relatos situados a la virtualidad, los desafíos que se presentaron y los objetivos con que realizan dicha actividad.
El evento surgió a partir de la performance realizada por el colectivo «Funciones Patrióticas» desde 2015, que consiste en un recorrido performático por las baldosas de la memoria del barrio de Almagro. Inspirades en esta acción, el colectivo Avive -con Margarita Roncorolo como una de las activistas centrales- la replica en los barrios de Villa Crespo y Chacarita junto a un conjunto de performers.
«El año pasado estábamos por hacer nuestra función de todos los años, pero se dio la situación de confinamiento y quedó todo cancelado. Se hicieron algunas acciones pero estábamos todos aislados en nuestras casas, así que fue todo bastante dificultoso», recuerda Boido. Un año después, aún atravesando la pandemia pero en un contexto más flexible en cuanto a la circulación de personas y el establecimiento del distanciamiento social, preventivo y obligatorio, tuvieron otros planes. «Cuando empezamos a retomar la idea de hacer los relatos situados, los casos estaban subiendo durante el verano. Entonces, por una cuestión de cuidado de todes, decidimos hacer este mismo recorrido performático, pero a través de una plataforma virtual». «Se diseñó una página web y junto a una serie de videollamadas se hacen los recorridos performáticos por las baldosas de Villa Crespo y Chacarita», sigue.
Esto no fue fácil y se toparon con diversos desafíos, principalmente tecnológicos, ya que se trata de cuatro recorridos simultáneos que confluyen luego en una misma sala de Zoom. Pero con organización y esfuerzo lograron llevar adelante la propuesta que tuvo su estreno el último domingo 21 de marzo, con su primera función.
«La idea es obviamente hablar de las historias que contienen esas baldosas y a la vez vincularlas con nuestras historias personales, las del país y en algún sentido agitar el árbol de la memoria y pensar a la memoria como algo actual y no como algo que sucedió hace 45 años, que en efecto fue así, sino pensar qué repercusiones tiene todavía el accionar del Terrorismo de Estado en la actualidad», cuenta el activista performático.
El próximo domingo 28 de marzo será la segunda función y el domingo 4 de abril la tercera y última actividad virtual. La propuesta del colectivo artístico Avive propone también una invitación a que cada une de les espectadores y espectadoras realice alguna acción -aunque sea mínima- para seguir sembrando memoria. Hay quienes se acercan hasta la baldosa más cercana de su barrio y dejan una rosa, otres llaman a une amigue o vecine para contarle los recuerdos que le trajo el recorrido virtual por las baldosas, entre otras acciones. Las consultas y reservas de entradas se realizan a través de aviveciadeinventarios@gmail.com, las funciones son a la gorra y abiertas a toda la comunidad.
«Los invitamos a seguir recordando como un acto profundamente subversivo, en el sentido de poner en acción esa memoria y volver a intentar generar comunidad», explica Federico Boido y agrega: «Nosotros lo que queremos es enfocarnos en esa actualidad de la memoria y las huellas que va dejando en la Ciudad, y cómo eso se va resignificando».
En un contexto donde aún en nuestra sociedad conviven sectores y grupos de poder que atacan a los derechos humanos y a quienes militan por ellos, con episodios como los de las bolsas mortuorias arrojadas en la Plaza de Mayo hace algunas semanas como principal expresión gráfica de ello, se vuelve fundamental que a la distancia se sostenga la firme defensa de las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. «Hay que volver a enlazar el espacio con las personas y las personas con la historia», concluye Boido.