«Vamos a seguir haciéndole frente al lobby minero»

Tras la jugada de último momento del gobierno de Mariano Arcioni, organizaciones políticas, sociales y ambientalistas detuvieron el avance del proyecto de zonificación minera que desde hace tiempo pretende ser aprobado en la provincia de Chubut.

A contrarreloj, con denuncias de coimas de por medio y desconociendo por completo el contundente rechazo del pueblo de Chubut al proyecto de zonificación minera, el gobierno de Mariano Arcioni logró aprobar ayer la incorporación de dicho proyecto a la sesión planificada para esta mañana. La noticia, aunque poco difundida por los grandes medios de comunicación, se viralizó rápidamente en las redes sociales, donde se cosechó un enorme repudio a la medida y desde donde se convocó inmediatamente a movilizarse en distintos puntos del país. Finalmente, «por falta de garantías de seguridad para los diputados» se terminó suspendiendo la sesión programada para las 9 de la mañana. En concreto, la rápida respuesta y movilización del pueblo chubutense y de las organizaciones ambientalistas en distintas ciudades de la Argentina logró ponerle un freno por segunda vez en menos de un mes al proyecto con el que el lobby minero pretende avanzar desde hace tiempo en la provincia. «Esta lucha viene desde el 2003 y no hay otra opción más que seguir haciendo frente al lobby minero y estar muy atentos y atentas a los nuevos movimientos», le dijo Mercedes Pombo, referenta de Jóvenes por el Clima Argentina, a El Grito del Sur.

Tal como menciona la joven activista ambiental, esta lucha no comenzó hoy, ni ayer, ni hace un mes, sino que tiene larga data y representa uno de los mayores conflictos en la provincia. Lo que llama poderosamente la atención es no sólo que el gobernador Arcioni se opuso anteriormente a proyectos de estas características, sino que incluso hizo campaña afirmando lo opuesto a lo que ahora está llevando a cabo en sus funciones. ¿Los motivos? «La única forma en la que se explica es por el lobby minero, que son transnacionales que inciden directamente en gobiernos locales», sostiene Pombo.

«Es una cuestión que no sólo afecta desde una perspectiva socioambiental, sino también por nuestro propio marco legislativo. No genera divisas, no genera puestos de trabajo, actualmente las provincias pueden cobrar un máximo de 3% de regalías -a partir de la Ley de Inversión Minera aprobada por el menemismo-. Muchas veces se trata de justificar esta medida desde el lugar económico pero tampoco tiene mucho sentido, ni siquiera desde la creación de puestos de trabajo ya que, por ejemplo, en otras provincias como San Juan, representa un 1% el trabajo producto de la minería», precisa la referenta de Jóvenes por el Clima.

Este proyecto ya había intentando llegar a la Legislatura provincial a comienzos de este mes, cuando también fue frenado por la movilización de organizaciones y colectivos políticos, sociales y ambientalistas. Esta mañana, replicando lo sucedido hace algunas semanas, no sólo hubo una gran manifestación en la provincia de Chubut sino también en otras localidades, como la Ciudad de Buenos Aires, donde se decidió movilizar a las 9 de la mañana -horario en el que se sesionaba- a la Casa de la Provincia de Chubut, ubicada en Sarmiento 1172. Allí se concentraron diversas organizaciones con banderas y pancartas para expresar su apoyo a la lucha de los y las chubutenses y repudiar el proyecto del gobernador peronista Mariano Arcioni.

Hay una larga lista de consecuencias que exponen quienes se oponen a este proyecto, tanto en el aspecto social como en el ambiental: «Por un lado, la megaminería consiste en dinamitar grandes extensiones de tierra para separar la roca del metal. También se usan químicos muy tóxicos como el cianuro y el ácido sulfúrico, además de que por distintos factores se genera un drenaje ácido que contamina por muchísimo tiempo». «Y parte del problema es que dentro del perímetro del área donde se quiere habilitar la minería metalífera es el cauce del Río Chubut, que abastece de agua potable al 50% de la provincia, por lo que generaría también un problema de acceso al agua, porque no solamente contamina sino que utiliza grandes cantidades de agua para llevarse a cabo. De esta forma compite con el uso doméstico y con distintas actividades productivas locales», detalla la referenta de Jóvenes por el Clima.

Aún sin mucha claridad respecto de cómo evolucionará la situación, hay al menos dos cosas que quedan claras: por un lado, la persistencia del lobby minero para avanzar con proyectos de estas características y su capacidad de articular con gobiernos locales para llevarlos a cabo; y por otro lado, la ágil y enorme capacidad del pueblo de Chubut que no está dispuesto a permitir que continúen avanzando ni un centímetro más los proyectos mineros que priorizan los beneficios económicos por sobre la salud de la ciudadanía y la protección de los recursos naturales.

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