La semana pasada se dio a conocer un decreto presidencial que endurece las condiciones necesarias para la circulación de las motos. La medida prevé que los conductores tengan que llevar casco y chaleco con «la identificación de dominio del motovehículo, adherida en letras y números reflectantes», a los costados y en la parte trasera del casco. A su vez exige la utilización de un chaleco reflectante identificado con el número de la patente y las mismas condiciones para el acompañante. En caso de no cumplir las estaciones de servicio se verán impedidas de cargar combustible. Al mismo tiempo endurece las condiciones de estacionamiento y facilita el acarreo de las motos.
Si bien el macrismo lo presenta como un «plan de seguridad», esta modificación de la ley de tránsito viene a afianzar una idea: las personas que andan en moto son potenciales delincuentes. Los medios de comunicación ya hicieron su parte, instalaron la idea del motochorro, un delincuente joven y motorizado, la principal amenaza para los «ciudadanos de bien». Quienes andamos en moto hace tiempo, sabemos que esto no es así. Y quienes nos dedicamos al periodismo tenemos elementos para probarlo.
Según la Procuración de la Corte Bonaerense el 26% de los delitos de hurto y robo menor que se comenten se relacionan con el uso de la moto, mientras que el 37% (50% más) se realizan a pie. Sin embargo el incremento de los porcentajes de delitos cometidos en motos parece mucho menor al aumento de la venta de motovehículos: los representantes del sector esperan un crecimiento de 300% en el parque de motocicletas.
Esteban Cordara es delegado del Sindicato Único de Conductores de Motos de la República Argentina (SUCMRA). «Este decreto hace que la pelea que venimos teniendo con Macri hace años se recrudezca. La ley quiere imponer un chaleco y una calcomanía a la gente, pero lo que hace es facilitar más el robo de vehículos y no combate la delincuencia. A nosotros nos perjudica ya que somos trabajadores y ahora tenemos que tener todos estos elementos para poder laburar», explica el «Polaco» Cordara. «Esta ley fue aprobada en Colombia y el crimen en moto aumentó en lugar de disminuir. Lo único que buscan es discriminar, atentar contra el derecho a la propiedad».
La moto es un medio de transporte popular. Más económico y dinámico que un automóvil, posee un menor consumo de combustible, ocupa menos espacio de circulación y, por sobre todo, le permite a mucha gente acceder a un vehículo, que de otra forma le sería imposible adquirir. La figura del «motochorro» es sumamente útil para el oficialismo: son los jóvenes de sectores populares (el grueso de los conductores de motos) quienes deben rendir cuentas por la delincuencia.
Franco Pellegrini tiene 26 años, vive en Flores y hace siete trabaja arriba de la moto. En la actualidad se encuentra en una cadena de sushi, donde realiza repartos por toda la Capital Federal. «Esto recuerda al nazismo donde el método de identificación era tatuarle un número en el cuerpo a las personas. Pero en el fondo es una pantalla para la lucha contra la inseguridad, aunque el verdadero objetivo es recaudar: lo están haciendo con el acarreo, donde además te rompen la moto. Esto nos afecta mucho más a las personas que trabajamos en moto. Es una medida que atenta contra el laburante que anda todos los días arriba de la moto para ganarse el mango», explica Franco. «Es una propuesta sumamente anti obrera porque lo busca es iniciar una persecución contra los que nos movilizamos en moto, y principalmente recaudar. Los motoqueron no somos delincuentes», concluye Franco.
La ley es sumamente restrictiva. Entre sus artículos propone que «los vehículos secuestrados, que no fueren retirados de inmediato, serán remitidos a depósitos. Los motovehículos que no fueren retirados dentro del plazo de 60 días desde su retención, serán descontaminados y compactados de acuerdo a lo normado en la Ley Nro. 26.348»
Quedará para otra crónica recordar el rol histórico de los mensajeros motorizados durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre, donde defendieron a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y enfrentaron la represión de la Policía Montada. Ese día falleció Gastón Riva y es por eso que desde SUCMRA conmemoran todos los 20 de diciembre el «día del mensajero».
Para el día 15 los motoqueros convocan a la movilización «Las personas no se patentan» y para el día 17 el SUCMRA planea realizar otra medida de fuerza para visibilizar el problema.
