Sigilosamente, sin hacer mucho ruido, el gobierno porteño insiste en modificar varios artículos de la ley de Basura Cero a fin de permitir la incineración de residuos en el área metropolitana. De concretarse, podría generar consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente, según denuncian organizaciones de cartoneros como el MTE y ONGs como Greenpeace. Se especulaba que el bloque oficialista, Vamos Juntos (Pro y Coalición Cívica), incluyera la modificación de esa emblemática ley en el temario de la sesión de ayer en la legislatura, pero aplazó la jugada para el jueves próximo. Hasta ahora, el poder ejecutivo que conduce Horacio Rodríguez Larreta presionó para aprobar la iniciativa, pero sin hacer grandes anuncios públicos. “Siguen vendiendo la Ciudad Verde cuando a espaldas de todos los vecinos van a incinerar la basura”, objetó Jacqueline Flores, referente del MTE y de la CTEP, en diálogo con El Grito del Sur.
El proyecto del oficialismo, que lleva las firmas del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, del vicejefe Diego Santilli y del ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, busca modificar seis artículos de la Ley de Basura Cero entre los que se encuentra la prohibición de incinerar los residuos. Jacqueline sostiene que “a partir de la ley de Basura Cero nosotros impulsamos en la CABA la conciencia del reciclado, incinerar desincentiva el reciclado y rompe la conciencia que hemos construido junto con los vecinos”.
Desde las organizaciones que se oponen a este proyecto remarcan la importancia de la Ley de Basura Cero por los trabajadores que permitió integrar y porque apunta a resguardar la limpieza de nuestra ciudad y el derecho de tener una ciudad no contaminada. Además, según explican, esta legislación prohíbe, por ejemplo, los basurales a cielo abierto y promueve que cada cooperativa de cartoneros deba tener su propia planta de tratamiento y sus propios camiones. El problema es que “esos fondos fueron desviados para favorecer a privados. Sobre el presupuesto del año pasado nunca pudieron darnos explicaciones de a donde fue a parar, porque estaba destinado para nosotros y a nunca nos llegó. Nosotros venimos denunciando eso y por eso ahora vienen por nosotros.” sostiene la referente del MTE.
Con solo una de las siete plantas incineradoras que se pretende instalar, se gastarán alrededor de 500 millones de dólares. Con el 4 por ciento de ese presupuesto se podrían instalar cerca de 40 centros verdes para avanzar con la reducción de residuos -y al final cumplir con los objetivos de la ley.
El gobierno de la Ciudad reedita la estrategia de desfinanciar y descuidar las necesidades de determinada situación para después imponer la necesidad de una reforma digitada por sus intereses. En este caso, como la Ley de Basura Cero impone metas de reducción de residuos por año, el oficialismo ha decidido desfinanciar a todos los sectores relacionados y dejar macerar la situación hasta poder salir a mostrar el fracaso de la ley. En el resto del mundo quemar basura es una práctica que se está abandonando porque afecta al medio ambiente.
Además denuncia el impacto real que este proyecto traería sobre el trabajo de los recicladores manuales, eliminaría directamente sus fuentes de trabajo. El reclamo es que al menos se resguarde el material reciclable.”Todo cartonero y cartonera está siendo militante de esta causa pero no solo por nuestro sector sino porque queremos a esta ciudad que nos ha permitido ordenarnos la vida desde el trabajo, no lo vamos a regalar tan fácil” sentencia Jacqueline.
Desde Greenpeace también se estuvo desarrollando una fuerte campaña para evitar la sanción de este proyecto, sostienen que no hay ninguna garantía con respecto al tema de la contaminación.“El Gobierno de la Ciudad está impulsando la incineración de basura a pesar de los daños para la salud y el ambiente que esto genera; tiene a disposición una ley de avanzada que no cumple, y en lugar de cumplirla, implementa un sistema tóxico” comentó Diego Salas, director de Greenpeace
