Una despedida bien maradoniana
La espera se hace interminable. Miles de almas se amuchan en fila desde Plaza Constitución hasta la Casa Rosada. Todo gira en torno a la obstinación, a creer que Diego sigue vivo. Y emerge la incredulidad de la tristeza frente a lo sucedido: porque la figura de Diego Armando Maradona aún luce inmortal. Notas de lo que dejó un 26 de noviembre inolvidable.
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