Al compás del tamboril

🪘 El Centro Universitario de Idiomas (CUI) presentó el primer mapa de la música afroargentina, con 25 ritmos de todo el país, incluido el candombe malvinero.

El Centro Universitario de Idiomas (CUI) presentó el primer mapa de la música afroargentina. “Conocer esa riqueza no blanca nos permite entender mejor nuestra historia y nuestro presente, que es contrario a ese sentido de argentinidad como una nación blanca y europea que nos impusieron”, dijo a El Grito del Sur Norberto Pablo Ciro, profesor en el taller de Afroargentinismos y licenciado en Ciencias Antropológicas que estuvo a cargo de la elaboración del proyecto.

El mapa muestra al menos 25 ritmos -entre los que están el tango, el chamamé con tambora y distintos candombes- de todas las regiones del país e indica si siguen vigentes, si se encuentran en un proceso de revitalización o si no se conocen practicantes por ahora.

“Es importante no hablar de prácticas extintas porque la academia argentina siempre festejó la desaparición de lo no blanco. Desde el ‘50 que decían que la lengua chaná estaba extinta, hasta que en 2010 apareció un señor que hablaba chaná -afirmó Cirio-. Una nación que se imagina blanca y donde todo lo indígena o afro es negado, mucha gente que cultiva esas tradiciones se las calla o no se anima a socializarlas por miedo a las burlas”. 

Entre esas prácticas que la academia daba por extintas desde principios del siglo pasado estaba el candombe porteño, que sigue vigente desde 1580, con la segunda fundación de Buenos Aires, cuando personas esclavizadas fueron traídas a la fuerza a través del tráfico y, a pesar de esas condiciones asimétricas de poder, explicó Cirio, “pudieron sobrevivir porque se acercaron al tambor”. “Reinventaron su cultura africana en un nuevo contexto con grupos criollos, españoles e indígenas, usando barriles que se desfondaban para hacer tambores”, agregó.

En el caso de aquellos ritmos sobre los que no se desconoce su actividad actual, quizás el más llamativo es el del candombe malvinero. “Apareció en documentos del Archivo General de la Nación que tiene que ver con el poblamiento de Puerto Luis (Puerto Soledad). Luis Vernet había comprado 31 personas esclavizadas a las que llevó ahí y entre las cosas que se comentan en los escritos, como en el diario de la esposa de Vernet, María Sáez, es que los domingos se autorizaba a los negros a tocar los tamboriles”, contó.

El investigador destacó el proceso de revitalización de la música afroargentina que hay a lo largo y a lo ancho del país. “Hoy los afrodescendientes de Santa Fe están empoderándose de su cultura con muy buena capacidad de agencia política, de visibilización y búsqueda de respeto por su diferencialidad y vuelven a practicar el candombe santafesino documentándolo, lo mismo pasa con el de Paraná o con el candombe cambacuacero de Corrientes”, resaltó.

El mapa, matizó Cirio, no abarca a toda la música afroargentina. “Es el mapa actual de lo que conozco, no es lo que existe. Es el fruto de 30 años de trabajo de campo, sobre todo en el litoral”, afirmó. El trabajo es un paso hacia el reconocimiento de una Argentina plurinacional, que reconozca las múltiples culturas y tradiciones que en ella habitan.

“La música de los afroargentinos deliberadamente no se estudió, salvo contadas excepciones -sostuvo Cirio- La Argentina se inventó en la generación del ‘80 y se revitalizó en el centenario con el gaucho como emblema nacional. Esto todavía está intacto y es el sentido común que aflora en lo cotidiano”.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.