Un curso de chamanismo en 15 clases. Un tiktoker espiritual que ofrece bienestar y prosperidad en videos de quince segundos. Un negocio online de viajes a la selva para hacer experiencias express con plantas mágicas.
Marcelo Dolinsky es realizador audiovisual, director y productor. Es el hombre detrás de «Una Marea que se retira», un documental independiente que tiene como objetivo generar conciencia en torno al uso medicinal de Plantas Maestras. En un tiempo liminar y complejo, donde todo pareciera tener precio de venta y aparecen discursos que se adueñan de conocimientos ancestrales y buscan mercantilizarlos, Dolinsky asumió la compleja tarea de relatar la situación que atraviesan quienes indagan respetuosamente en el potencial de estas plantas.
Una reflexión inicial inspira la búsqueda de Dolinsky: ¿se puede mantener lo ceremonial y sagrado en el uso de los Vegetales Maestros no domesticados? En esta búsqueda, el realizador conecta historias y testimonios de diferentes referentes del trabajo con plantas mágicas y pone sobre la mesa las contradicciones que impactan en el campo.
La inquietud nació hace diez años, cuando Dolinsky conoce al psicólogo y astrólogo Francisco Herminio Torres, una de las voces que protagonizan el documental. «Yo vengo de la época de los 90, imaginate que el abuso y el maltrato del cuerpo se hacía sentir. Esa situación me generó una búsqueda que me llevó a conocer la ayahuasca y la wachuma y desde entonces empecé a encontrar esto que puede sonar cursi, como es la sanación, pero que en verdad implica un autoconocimiento», señala.
A mitad de este camino, a Marcelo le llegó la paternidad y su consecuente carga de revolución emocional. «Me tuve que alejar de mi profesión. Pensé que cambiar pañales iba a durar toda la vida y en su momento lo disfruté pero también lo sufrí mucho. En esa crisis, me ayudó mucho la wachuma. Para entender, para matar mi ego y ser más solidario con ese ser que venía a este mundo y necesitaba de mí», agregó en diálogo con El Grito del Sur.
El documental es un producto sensible, con voces profundas del territorio y que logra amalgamar la medicina ancestral, los conocimientos de las plantas mágicas y la historia de lucha de nuestros pueblos originarios. La mayor parte de su devenir transcurre en los Valles Calchaquíes y en ese marco adquiere un protagonismo central la figura de Chelemín, un líder indígena diaguita-calchaquí, líder de la resistencia contra el imperio español en los valles que van desde Hualfin hasta Andalgalá.
En defensa de la medicina tradicional wachuma, «Una marea que se retira» critica fuertemente el modelo tiktokero del chamán de redes sociales, del guía espiritual de marketing y la selfie. «Es un momento muy duro. Juan Acevedo Peinado, otro de los protagonistas, señala que vivimos un momento oscuro. Fijate que hoy en 40 horas te ofrecen un título de chamán, es un delirio. Todo está siendo muy profanado: la alimentación, la salud. Pero la wachuma me ha llevado a entender la resistencia y la mejor resistencia es discutir la realidad», señaló Dolinsky. «Una marea que se retira es una metáfora en donde lo que parece alejarse es la parte ceremonial. Donde todo parece superficial y plástico».
El documental compara también el conocimiento ancestral en torno a la ayahuasca y a la wachuma, su herencia y sabiduría, la selva y el monte, y el potencial de cada planta mágica. «Yo me pongo a investigar y descubro que la vieja guardia, estos astrólogos y psicólogos que vienen investigando las plantas hace años, llegan con el caballo cansado. Los veo enojados. Antes uno tenía las ganas de compartir estos conocimientos, pero ahora cada vez más se los guarda para uno. Siento que se está perdiendo esa ceremonia, ese respeto», puntualizó.
En la vorágine mercantilizadora aparecen los monstruos. «En Perú, con la ayahuasca, se dan situaciones muy complejas. La persona que va a buscar sanación no suele ir preparada. Son plantas que necesitan una dieta previa y posterior. Y no suele pasar que se cumpla. Además son plantas maestras, que les gusta estar solas. Sin embargo, no puedo juzgar a nadie porque el sistema también te va llevando a que cada vez sintamos menos el dolor, menos el stress, a que nos metamos de todo: ayahuasca, wachuma, faso, alcohol. Y nos vamos alejando de la idea de que capaz es mejor ir metiendo menos, cuidando más el envase, cuidándose más uno mismo. Y te lo dice alguien que viene del rock, de los 90. Sé lo que es el consumo, pero no tienen nada que ver con algo espiritual sino con la autodestrucción», sentenció Dolinsky.
«Nosotros no buscamos psicodelia, no buscamos el pegue. Buscamos una profunda sanación que tampoco se tiene que camuflar en una falsa espiritualidad donde somos hermanos de luz. Tenemos nuestras sombras, nuestra oscuridad, pero construimos hacia adelante y tratamos de controlar estas sombras y oscuridades».
El documental tiene su propia página en Instagram y estará proyectándose en CABA, Rosario, Paraná y Conurbano en los meses de junio y julio.
