“La edición independiente argentina está acostumbrada a resistir las crisis”

📖 La Feria de Editores (FED), que comienza este viernes y se extiende hasta el próximo domingo, celebra su décima edición retomando la presencialidad. El Grito del Sur conversó con Víctor Malumián, editor y organizador del evento que ya es un clásico del libro en los últimos años.

En 2013 fueron 15 editoriales, en un pequeño espacio dentro de la sede de FM La Tribu. Ocho años y nueve ferias después, la FED que se inaugura este viernes congrega a 200 sellos, otorga un premio a librerías y organiza cerca de veinte conversaciones con editorxs y escritorxs de Argentina, Francia, España y Latinoamérica. Todo, luego de un año y siete meses de pandemia, y con el sector editorial en caída desde el 2016, según los últimos números de la Cámara Argentina del Libro.

En el medio, algo pasó. Para Víctor Malumián, editor del sello Godot y uno de los organizadores de la FED, “la edición independiente argentina no solo es muy efervescente sino que está acostumbrada a resistir las crisis”. Estas editoriales, pequeñas y medianas, de mayor o menor trayectoria, trascienden por diversidad, originalidad y también por la calidad de sus publicaciones.

La FED tendrá lugar en la Plaza de la Estación (Perón y Gallo), del 1 al 3 de octubre, de 14 a 20hs, con entrada libre y gratuita. Allí estarán los stands, las conversaciones y una posta sanitaria para la donación de sangre. Pero otra parte de las actividades se extenderá al espacio virtual, con nueve charlas y una librería que recibirá pedidos de todo el país.

Mariana Enríquez, Leila Guerriero, Martín Kohan, Dolores Reyes, Silvia Hopenhayn, Alejandro Zambra y Tamara Tenenbaum, son algunos de los participantes entre los casi cincuenta invitados. Habrá lugar para debates en torno a la crítica literaria, la política y el feminismo; la escritura del yo, la fantasía y la no ficción. Poesía, música, ciencia e historia también serán de la partida, entre libros, algo de verde y, si no falla el pronóstico del clima, mucho sol.  

¿Cómo presentarías la Feria de Editores a alguien que quiere ir por primera vez?

La feria condensa más de doscientas editoriales, que son todas muy particulares y muy diversas. Uno de los ejercicios que siempre proponemos a la gente que viene por primera vez, es que a la primera persona de la FED que se crucen, editor o editora, le cuenten qué les gusta leer y seguro les van a hacer recomendaciones de sellos nuevos. La feria cura mucho a las editoriales que entran. Por ejemplo, este año entró Hawarang Editorial, que solo publica libros contemporáneos de literatura coreana traducida. Tenemos editoriales como Amauta & Yaguar, que están hace tiempo y solo publican autores afrodescendientes. Lo que van a encontrar en la FED es que, si les gusta leer, seguro hay un libro para cada persona, porque además tenemos editoriales temáticas, que solo publican sobre música o sobre cocina, que publican narrativa contemporánea o clásicos traducidos, y así. De lo que te guste leer, va a haber seguro un libro en la FED.

¿Cuál es la incidencia de estos sellos en la importancia del sector editorial y cuál su estructura económica y comercial?

En general, siempre se comenta que son editoriales pequeñas y medianas, que tienen mucho capital simbólico pero después tienen una participación más chica en el mercado. Quizás un libro de una multinacional vende 30.000 o 40.000 ejemplares (y eso que han bajado los números de lo que es un bestseller), eso es la venta de un año de una editorial pequeña o de un par de meses largos. Entonces la participación en el mercado suele ser más chica pero también por otro lado tienen lectoras y lectores muy fieles, que acompañan los catálogos a lo largo del tiempo. Los pisos de venta de estas editoriales son bajos pero bastantes consolidados, y el tipo de libros que tienen son muy pensados para perdurar en el tiempo, lo que hizo que, cuando cesaron un poco las novedades de las multinacionales durante la pandemia, las librerías se volcaron a atender más a sus lectoras y lectores con recomendaciones de fondo, ahí las editoriales pequeñas ganaron un poco más de fuerza.

¿De qué se habla hoy cuándo se habla de editoriales independientes?

Hay una serie de variables. Entre ellas, pongo a la cabeza la característica del editor, editora, como agente cultural que entiende que cuando el libro está impreso, no es que se terminó su trabajo sino que apenas está hecho un 50%. Que después ese libro esté bien distribuido, tenga una buena prensa, genere una conversación en torno a la publicación, con actores relevantes o que despierte interés en lectoras y lectores para que lo lean y discutan, me parece que ese es un laburo fundamental, y podes ver en editoriales pequeñas y medianas que se la pasan armando eventos o circunstancias en las cuales el libro termina siendo un objeto de charla. Por supuesto que hay también otras variables. Se puede pensar que no son editoriales que van con la “moda del mercado”, sino que publican lo que a ellos les interesa. No es que salen a hacer un estudio de marketing y dicen “ah faltan mándalas para pintar, vamos a hacer mándalas», sino que funciona al revés, piensan qué cosas les interesa publicar, las publican y después salen a buscar una comunidad lectora para comentarles “che mira, este libro te puede interesar”. Y, para sumar una variable más, está siempre la composición accionaria. En general, estas son editoriales que, o las maneja una familia, o una o dos personas, y no pertenecen a un gran grupo que tiene otros negocios en su cauce accionario. Ahí tenés tres definiciones que empiezan a hacer como un círculo, para no pensarlo como algo binario. Lo que intentamos es que la categoría independiente no sea “sí o no” al 100%, sino que sea como una zona de tensiones en donde hay editoriales que están más cerca y otras que están un poco más lejos, es como un centro y la periferia.

¿Cuáles son las novedades con las que desembarca este año la FED en la Plaza de la Estación?

Este año entregamos el “Premio a La Librería del Año”, que es el nombre que encontramos para premiar la actividad librera durante el 2020, que fue un año muy duro para las librerías. Es un premio de $350.000 más un 50% de descuento para comprar libros por la FED. Las doce finalistas ya son públicas y, entre ellas, hay solo tres librerías de la Ciudad, el resto son de otras localidades del país como Tucumán, Mar del Plata, Tandil, lo cual nos pone muy contentos, porque es muy federal en ese sentido. La selección del jurado, además, está compuesto por cupos, es decir una persona del jurado es una librera, otra una escritora, otro un distribuidor, entonces con eso lo que logramos es que haya una mirada mucho más completa de el rol de las librerías y no simplemente premiar qué librería es más popular entre los lectores y las lectoras. Otra novedad es que volvemos a hacer el catálogo impreso, unos 5.000 catálogos que se regalan en la feria, que mapean unas 350 librerías de todo el país, ordenadas por localidad, y las 200 editoriales participantes. Un poco la línea que tiene eso detrás es que vos puedas descubrir librerías que están a unas pocas cuadras del lugar donde trabajas o del lugar donde te gusta veranear. Entonces, los libros que te quedes sin comprar en la FED, por la razón que sea, o el catálogo que veas y te guste, después el resto del año puedas ir a algunas de estas librerías, que te van a atender seguramente muy bien, y puedas seguir de cerca las novedades de lo que descubriste.

¿Qué balance hace la edición independiente en estos años de pandemia?

En esta pandemia las editoriales tuvieron que volcarse fuertemente a una comunicación digital, a generar interés por conocer un libro en forma digital. Ya estaba presente, obviamente, en las redes sociales, los mails y demás cosas de  ese estilo, pero durante la pandemia se volvió la única forma, porque lo que vimos es que en el consumo de libros cambió esta idea de “me meto en la librería y revuelvo tranquilo” a “le pido a la librería algo que vi en otro lado”. Esos pequeños cambios en el consumo, que ahora están volviendo a estabilizarse hacia lo tradicional, hizo que las editoriales tengan que estar mucho más atentas digitalmente hablando de cómo promocionar sus libros y sus novedades.

De entre todas las actividades que va a haber, ¿cuáles resaltás?

Recomiendo todas, pero si me forzás a elegir algunas, de las digitales me parece espectacular la charla de Lala Toutonian, Mariana Enríquez y Leila Guerriero, así como también la de Olivier Marchon con Juan Gabriela Batalla. Son dos charlas que me parecen espectaculares. Entre las presenciales, tengo mucha expectativa de la charla que va a tener Dolores Reyes con Silvia Hopenhayn.

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