El momento de las vacaciones puede llegar a ser estresante para quienes tienen animales de compañía. ¿Pueden llevarlas de viaje? ¿Dejarlas en su casa? ¿Quién puede acercarse a darles de comer y cada cuánto? Por estas razones, entre otras, es que muches optan por contratar servicios de cuidado de animales. “Hoy hay menos tiempo y menos espacios libres, pero los seguimos necesitando a nuestro lado. Por eso buscamos alternativas para convivir con ellos de la mejor forma utilizando todos los servicios posibles: pet house, baños semanales, paseadores de perros educadores, guarderías caninas temporales y actividades deportivas que podamos compartir con ellos”, dijo a El Grito del Sur Alberto Ferrari, handler profesional de perros.
“La especie canina nos acompaña hace miles de años y lo ha logrado por su capacidad de adaptación a diferentes situaciones; su don de brindarse sin condicionamientos generando vínculos y su capacidad multifunción. Estos tres puntos han logrado que sea la especie animal que más nos ha acompañado y ayudado a transitar diferentes etapas”, agregó.
Por estas características, muchas veces los perros pueden acompañar a sus humanos en viajes al interior del país, pero muy diferente es el caso de los gatos. Margaret Lean Cole es veterinaria y creadora de Espacio Gatos, el primer hotel boutique dedicado al cuidado de los felinos donde estos pueden alojarse en suites exclusivas o estar libremente en contacto con otros gatos.
“Cuando estaba en el secundario, para tener un poco de dinero, cuidaba a domicilio gatos, perros y otras mascotas de vecinos y amigos cuando se iban de vacaciones. Más adelante, cuando ya era estudiante de veterinaria, cuidaba en la casa de mis padres todo tipo de mascotas, también como para tener un ingreso. Por esas vueltas de la vida, pasé muchos años trabajando en sistemas. Luego de los 50 años, cuando uno se replantea su vida y comienza a pensar si realmente cumplió sus sueños, me pesaba el no haber, al menos, intentado cumplir el sueño de mi vida: tener un hotel de gatos. La casa la tenía, los niños ya estaban algo más grandes y yo trabajaba desde casa escribiendo para la misma empresa de software. Y decidí cuidar como hobbie, de a 4 gatitos por vez como cuando era pequeña», contó a este medio.
El Hotel Boutique, explicó Margaret, es el primero en su tipo y se diferencia de las guarderías tradicionales porque ella está las 24 hs en el lugar -que funciona en un sector de su casa- y porque los otros establecimientos “ofrecen espacios más cerrados, sin vegetación, con poca luz y con mucha cantidad de gatos juntos”.
En temporada baja, el hotel aloja alrededor de 25 gatos, mientras que durante las vacaciones llega a tener hasta 50 gatos. “De esos, 25 están en suite privada y el resto divididos en espacios compartidos de un máximo de diez gatos cada uno. También hay espacios compartidos pequeños, por ejemplo de cuatro gatos, para los que son más tímidos”, afirmó Margaret.
Los requisitos que deben cumplir los huéspedes felinos están estipulados en el sitio web del hotel, pero comprenden: que los gatos de más de seis meses deben estar castrados; que deben tener las vacunas al día; estar desparasitados y con la pipeta puesta; con uñas recién cortadas y un certificado del veterinario, entre otros.
En el caso de los perros, Alberto se expresó en la misma sintonía: “El requisito indispensable está relacionado a la salud y bienestar de la mascota. Libreta sanitaria al día con su desparasitación, vacunación completa e información completa de cualquier tipo de problema de salud”.
Sin embargo, no recomendó el uso de pet house “para mascotas con patologías extremas o gerontes”. “Los cambios emocionales suelen transitarlos de forma más brusca y los procesos de adaptación suelen no ser suficientes. En esos casos, mi recomendación es que las mascotas no cambien su hábito ni su hábitat”, opinó.
Para estas ocasiones, existe un servicio conocido como “pet sitting” (derivado de babysitting, en referencia a las tareas de niñerx), que consiste en personas que van a los hogares a alimentar y cuidar a los animales mientras sus humanos están de viaje. “El gato es un animal muy territorial y de rutina. Al quedarse en su casa lo estás dejando con sus olores, su alimento, su litera. Siguen estando en un ambiente que es suyo”, dijo a El Grito del Sur Sol López de @cuidadodegatos_caba, aunque señaló que hay felinos “más acostumbrados a salir de la casa o incluso algunos que salen a pasear”.
La metodología de esta forma de cuidado, explicó Sol, consiste en primero pactar una entrevista en la que va a conocer al gato y a su humano. “El gatito te ve, te escucha, se acerca, te huele. Ahí la persona me muestra dónde están sus cosas, las piedritas, el alimento seco, me dice si come algún alimento húmedo, si toma algún medicamento, los juguetes, el cepillito para el pelo, si le gusta que lo peinen, etcétera”, enumeró.
La mayoría de las personas llega al servicio por las recomendaciones boca a boca, pero las redes sociales ampliaron el público. Y aunque Sol admitió que es entendible que algunas personas tengan mayor desconfianza de dejar entrar a un extraño a sus casas, lo que recomendó, además del encuentro previo, fue contactar a otras personas que ya contrataron el servicio previamente. “Una chica se puso en contacto con personas a través de Instagram y esas recomendaciones fueron generando confianza”, contó.
A la hora de las visitas -que duran alrededor de una hora y media-, Sol sostuvo que “cada gato es un mundo”. “Voy dejando que el propio gato me exprese sus demandas. Hay gatos que son muy cariñosos que quieren estar arriba tuyo antes de que les pongas la comida y otros que no quieren saber nada y que prefieren estar en un rinconcito tranquilos”.
