1ª edición de FLA: libros, ambiente y algo más

📚 Se realizó la primera edición de la Feria del Libro Ambiental. El evento tuvo lugar en el Club Premier, ubicado en el barrio de Caballito. Hubo charlas, debates, huerta, arte con materiales reciclados, espacio para las infancias y, por supuesto, libros.

A unas pocas cuadras del Parque Centenario funciona el Club Premier, que inició su actividad en 1938 y nació a partir de una fuerte vinculación con el barrio, en un intento por generar la comunión entre los vecinos y las vecinas de la zona. Durante un largo tiempo estuvo vinculado a las orquestas de tango, pero en los ´90 debió cerrar sus puertas a causa de la crisis que atravesó el país y reabrió en 2005 para organizar conciertos. Hoy alberga una gran variedad de disciplinas; fútbol 5, boxeo, trapecio, fútbol mixto, entre otras. Además, cuenta con una radio online, un bar-restó, una huerta comunitaria, un centro para la tercera edad y, próximamente, esperan habilitar un complejo educativo que funcione en el primer piso del club.

Sin más preámbulo, éste fue el lugar elegido para darle lugar a la primera edición de la Feria del Libro Ambiental (FLA) el sábado 16 de septiembre. Alrededor de diez puestos de distintas editoriales se ubicaron en el pasillo. Al pasar por allí, podían leerse títulos de obras como: Desarrollo insustentable y neoliberalismo. La naturaleza contra el capital. Mujeres por la memoria. Memoria de la esperanza. Manifiesto ecológico político. (Re)calientes. «Los libros fueron una excusa para poder realizar un evento que también difunda el espacio de huerta, el reciclaje, los feminismos o la militancia política. Con las editoriales nos pusimos de acuerdo bastante rápido, la idea ya la veníamos pensando hace tiempo, pautamos una fecha y acá estamos disfrutando de este evento, Junto con Florencia Presta, otra de las organizadoras, veníamos trabajando con el club hace tiempo. Así surgió la idea de difundir prácticas sustentables utilizando el espacio que nos brindan desde el club», declaró a El Grito del Sur Federico Giménez, representante de la editorial Ciccus y uno de los organizadores del evento.

Si bien los libros eran uno de los elementos principales de la feria, también hubo espacio para el fomento de otras prácticas. A las 15:30 tuvo lugar un taller de huerta y compostaje a cargo de Carlos Briganti, conocido en redes como El Reciclador Urbano. «Una de las primeras cosas que hay que hacer, si realmente están preocupados por el medioambiente, es compostar. Yo durante un año me dediqué a lavar la verdura que tiraban en las verdulerías, y comer esta verdura, son toneladas las que tiran, ¿sabés a dónde van a parar? Al relleno sanitario, no se composta por qué no hay tratamiento de residuos, recién ahora se está pensando en eso. Debería existir una ley para fomentar el compostaje y educar a las personas en esa materia», señaló Briganti.

Si bien los libros eran uno de los elementos principales de la feria, también hubo espacio para el fomento de otras prácticas.

Para llegar a la huerta hay que atravesar la cancha de fútbol que cuenta con un mural en el que convergen Maradona, las Malvinas y la Memoria. Para Marita Miguel, una de las autoridades del club, el espacio sirve para sembrar memoria y recuerda cómo surgió la movida: «La huerta comenzó a funcionar hace unos 15 años, después de que las fuerzas policiales, cuando Macri era jefe de gobierno porteño, desalojaron a unos amigos de mi hijo que habían armado una huerta en la calle. A partir de ahí decidimos organizarla acá, en el club, dado que teníamos el espacio y decidimos dedicarlo a eso».

16:30 comenzó un taller de arte y reciclaje con el artista Zeta Yeyati como expositor. La idea es producir obras artísticas utilizando materiales en desuso o que simplemente son desechados en las calles. Yeyati utiliza una técnica denominada frottage y en sus obras se puede percibir un patrón común: uno de los ojos de los retratos que dibuja resalta por sobre el otro, el propio artista describe el por qué de ello: «El detalle de los ojos es porque tuve una operación de la vista que me marcó, y decidí utilizar eso como una huella distintiva en mis obras».

Zeta Yeyati

17:30 tuvo lugar un conversatorio titulado «Ambiente y Urbanismo», con la idea de generar un espacio de debate con organizaciones de la sociedad civil, científicos y universidades. De esta actividad participaron: Marita Miguel (club Premier); Rodolfo Fernández (S.O.S Caballito); Sofía Escardó (Amparo Ambiental Chacarita); Alejandro Gianni (Cooperativa de Recicladores Urbanos del Oeste); y Marita Olivares (docente en Lic. Gestión Ambiental Urbana, UNLA). El eje principal del debate fue discutir sobre el código urbanístico de la Ciudad y sus implicancias en materia de «destrucción» de espacios naturales en pos de la construcción de mega proyectos empresariales e inmobiliarios. Marita Olivares destacó la necesidad de incorporar pluralidad -ante la escasez de consulta a la comunidad vecinal- en los lugares donde se decide qué hacer en materia urbanística y poder activar cuestiones que aún no han sido resueltas: «para votar un plan urbano ambiental se tardó desde 1996 hasta 2005, y tampoco se actualiza cada cinco años como debería suceder de acuerdo a la Constitución». 

Mientras tanto, Alejandro Gianni sostuvo: «Cuando no hay crisis, muchos de los recicladores consiguen trabajo por sus oficios: construcción, albañilería, herrería… pero en este momento actual de crisis empezamos a ver de nuevo a miles de compañeros en las calles trabajando con los residuos, entonces ahí nosotros vemos la misión ambiental de los recicladores. El 90% de los residuos van al CEAMSE y el 10% restante es reciclado y sostenido por la pelea que damos con la cooperativa. Hoy por hoy, en CABA existen 12 cooperativas consolidadas. Es muy importante entender que los residuos no se pueden esconder, tenemos que concientizar sobre qué hacemos con ellos. Es una problemática que no debe ser sólo de los cartoneros, debe ser de toda la sociedad».

El evento continuó con la presentación del libro Salvemos los humedales, de las autoras Silvana Melo y Claudia Rafael, para finalizar con lectura de poemas y un cierre musical. Federico Giménez mostró su felicidad por el grado de participación que observó en la Feria: «Se sumaron muchas personas, no solo vecinos y militantes, la verdad que está muy bueno el ambiente que se generó, tuvo una buena recepción en el barrio. Esto es el principio, la idea es seguir avanzando y que hayan muchas más ediciones, que esto sea sólo el comienzo».

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