La presentación de esta película en el mes de los afroargentinos y de la cultura afro es un disparador para considerar de otra forma a Haití, a menudo situado malintencionadamente como una «masacre de blanco» en vez de una lucha por la libertad e igualdad étnico-racial en los manuales escolares, estudiantes, profesores, catedráticos, investigadores y también políticos de Argentina.
En la película de Arnold Antonin, denominada «Jean Jacques Dessalines, el vencedor de Napoleón Bonaparte, 2022», el público argentino viajará en el tiempo con el joven soldado que salía de la esclavitud. Este valiente hombre ascendió en las filas militares bajo la atenta mirada del general Toussaint Louverture hasta el asesinato del último, el disparate que permitirá a Jean Jacques Dessalines encabezar el ejército indígena, llamado así en honor a los originarios, los Taínos y Awarack que estuvieron en esta tierra.
La principal tesis que el conocido cineasta está defendiendo es que la mayor derrota de Napoleón Bonaparte no fue la batalla de WaterLoo, sino que empezó a perder las principales batallas de expansión de su imperio tras ser derrotado definitivamente por Jean Jacques Dessalines el 18 de noviembre de 1803 en la batalla de Verrières.
El director de la película, Arnold Antonin, debatirá con el público argentino la película este domingo 12 de noviembre de 2023, a las 10 AM en el Cine Gaumont ubicado en Av. Rivadavia 1635, Congreso.
¿Quién fue Jean Jacques Dessalines?
El 18 de noviembre de 1803, Jean Jacques Dessalines encabezó la revolución étnico-racial y social más grande de la historia del mundo: una revolución antirracista, antidiscriminatoria y antisegregación. Este gran estratega militar haitiano quemó su propia casa y ordenó a los demás generales hacer lo mismo. Este hecho entró en los anales de la historia militar y de guerra, y fue llamado “estrategia de tierra arrasada”. Consiste en atraer al enemigo a su territorio, privándolo de recursos y finalmente rodearlo. Esta estrategia logró hacer capitular al ejército más grande de Europa y dio luz a la primera República Negra, conformada por personas racializadas en enero de 1804.
El propio yerno de Napoleón, General Leclerc, quien falleció en la Isla durante su último intento de retomar la Isla controlada por Dessalines, le escribió una carta diciendo: «Los soldados franceses éramos como alumnos de primaria frente a ellos».
Durante el acontecimiento, los especialistas en la revolución haitiana han destacado también la inteligencia diplomática de Jean Jacques Dessalines. La historia recuerda que Napoleón envió una legión de polacos a Santo Domingo (actual Haití) para derrotar a los insurgentes negros. Algunos historiadores sostienen que Napoleón hizo un pacto con los líderes polacos en el marco de sus luchas comunes contra la Rusia de los zares. Como recompensa por su participación en la guerra, el monarca debía rehabilitar a la debilitada nación polaca. En junio de 1802, unos 2270 soldados polacos llegaron a Cap-Français (actual Cap-Haïtien), la entonces capital colonial de Santo Domingo, mientras que en septiembre de ese año otros 2500 llegaron a Port-Républicain (actual Puerto Príncipe). En el último también se encontraron alemanes y suizos. Paradójicamente, Dessalines convenció a todos de luchar contra Francia en la Isla. En una carta desarchivada, del general polaco Ludwik Mateusz Dembowski, ascendido a comandante por el Conde de Rochambeau, general de los ejércitos franceses, escribió: «Tuve la oportunidad de encontrarme con el líder de los insurgentes [Dessalines], que había sido tomado como rehén durante 24 horas. A pesar del gran salvajismo que generalmente expresaron, me acogieron, y a pesar de la gran ignorancia que se supone en ellos, razonan a su manera y con justicia».
Dessalines inspiró a Francisco Miranda en 1806, así como también a otros líderes latinoamericanos y esclavizados. El investigador Gabriel Di Meglo relató un suceso muy interesante sobre la influencia de la estrategia de liberación de Jean Jacques Dessalines en Argentina también. Contó que en 1812, en la provincia de Cuyo, esclavizados insurrectos organizaron una rebelión con el fin de obtener la carta de libertad. Bernardo, esclavizado de Francisco Aragón, era uno de los caudillos que dirigió la red rebelde, junto al negro libre Joaquín Fretes. Bernardo manifestó, según varios testigos, «que era necesario hacer en esta Ciudad lo que [Jean Jacques Dessalines y ] los negros de las islas de Santo Domingo, matando a los blancos para hacerse libres». Habían elaborado una importante actividad clandestina para ganar adeptos. Un amigo de Bernardo declaró: «iban a dar fuego a todos los señores, tomar su dinero y sus caballos para reunirse en Buenos Aires».
En 1812 también inspiró al revolucionario cubano José Antonio Aponte. En el mismo año, durante la campaña rusa contra el mismo ejército francés de Napoleón Bonaparte, Mikhail Kutuzov, general en jefe del ejército zarista del Imperio ruso, adoptó también la “estrategia de la Tierra Quemada o Arrastrada”. Evitó el enfrentamiento hasta el final, Kutuzov logró que 200.000 hombres de la Grande Armée se acercaran a la ciudad de Moscú. Después incendió la ciudad completamente por orden del gobernador Rostopchine, privando a los 200.000 hombres del Gran Ejército Francés de tener refugio durante el invierno. El 18 de octubre, en pleno invierno ruso, Napoleón se vio obligado a dar la orden de retirada.
La Unión Soviética ganó a los nazis con la misma trampa dessaliniana en el invierno de 1842: la estrategia de “Tierra Arrasada” con algunas modernizaciones de la técnica obviamente. Incluso un General de Vietnam relató en 1970 que fue inspirado por la estrategia militar de Dessalines y que, gracias al último, vencieron a Estados Unidos.
“Una de las mayores locuras que hice fue enviar este Ejército a Santo Domingo (Haití)”, se arrepintió Bonaparte, según su propio médico británico de Napoleón, Barry Edward O’Meara, en su libro A voice from St. Helena.
Dessalines puso su inteligencia y estrategia al servicio de toda la humanidad y su táctica militar es objeto de estudios en muchos espacios académicos y militares; por lo tanto, Jean-Jacques Dessalines condujo a la victoria al pueblo esclavizado de la colonia de Saint-Domingue (actual Haití) y sigue enfrentando las ignominias, mentiras, difamaciones y agresiones del actual sistema educativo y periodístico racista.
