«Salvajada» vuelve al teatro

🎭 La obra escrita por Mauricio Kartún, basada en un cuento de Horacio Quiroga, fue despedida con grandes elogios del Teatro Cervantes. Este jueves 25 de enero vuelve a estrenarse en el Metropolitan de calle Corrientes. Hablamos con su director, Luis Rivera López, para conocer el tras bambalinas del evento.

Luego del rotundo éxito en las tablas del Teatro Nacional Cervantes, Salvajada vuelve a estrenarse en el Teatro Metropolitan de calle Corrientes. La obra, escrita por el reconocido dramaturgo Mauricio Kartún en base a un relato de Horacio Quiroga, narra la historia de un niño yaguareté (Pablo Mariuzzi) que es adoptado por una joven viuda (Valentina Bassi) e intenta amoldarse a la vida de humano con todas las consecuencias que esto trae. El bullying, la discriminación y la segregación de la que es víctima son la mayor muestra de que la intolerancia pervive a lo largo de las épocas. Las consecuencias de la exclusión hacen mella en el personaje principal, que debe afrontar estas dificultades hasta encontrarse finalmente con su comunidad. 

Con actuaciones de reconocidos actores y actrices como Carlos Belloso, Diego Ferrari, Carolina Guevara y Mónica Felippa, la obra deja una moraleja como la mayoría de los relatos de Quiroga. El cuento, titulado originalmente “Juan Darién” y editado en el libro «El desierto»,  trae consigo una enseñanza sobre la dificultad para convivir con la diferencia y el daño que pueden causar los prejuicios.

Este relato escrito en 1924, evidencia cómo la violencia que genera lo desconocido es una constante que se reproduce en las instituciones educativas, la justicia y los medios de comunicación. El recurso de la utilización de títeres, objetos, la música y la escenografía se destacan en la puesta en escena del Grupo Libertablas, logrando generar una atmósfera selvática en pleno Buenos Aires y dando una sensación envolvente que nos sumerge en la trama.

Su director, Luis Rivera López, es un actor y dramaturgo de larga data. A lo largo de su trayectoria integró el Grupo de titiriteros del San Martín durante 12 años y es el líder de la compañía de teatro Libertablas desde hace más de 40 años. Con ella realizó obras de títeres para grandes y chicos como Gulliver, Pinocho, Las mil y una noches, Quijote y Cuentos de la selva, entre otras. También fue 15 años presidente de Teatroxlaidentidad y ha recibido tres premios ACE. Actualmente es secretario general de la Asociación Argentina de Actores. 

De cara al reestreno, Rivera López habló con El Grito del Sur sobre lo que significa poner en cartel esta obra durante una época marcada por el avance de la derecha. Se abre el telón, apagamos los celulares y hacemos silencio para escucharlo. 

¿Cómo es representar una obra que habla de la intolerancia en un momento donde la violencia social está en aumento?

Es curioso porque esta obra se basa en un relato que escribió Horacio Quiroga hace casi un siglo y Mauricio Kartún la adaptó al teatro hace una década. Sin embargo, cada vez que la hacemos parece que estuviéramos hablando de lo que pasa todos los días. Parece que la capacidad de encontrar “cabezas de turco” tiene tal masividad que pervive a través de las épocas. En ese sentido creo que es una característica muy prototípica del ser humano.

¿Creés que el espíritu de lo que quiso plasmar Quiroga sobrevive?

Sin duda. Primero Kartún hace pervivir el espíritu de Quiroga en su obra y luego nosotros con la puesta en escena intentamos reproducirlo en el contacto entre el público y el actor. Pensamos que una buena adaptación es la que hace pervivir el espíritu más exacto, que a veces no significa respetar a rajatabla las formas, sino ser fiel a la esencia de lo que está escrito. 

¿Qué reacciones del público te llegaron? ¿Qué fue lo que más te sorprendió?

La razón por la cual estamos estrenando ahora en circuito comercial, aunque esto suponga el trabajo tremendo de sacar una obra del circuito oficial para ir a la calle Corrientes, es centralmente la reacción del público. Desde el momento que estrenamos tuvimos una devolución descomunal, hubo aplausos de pie, gritos, emoción y mucho entusiasmo, que es algo que no se ve comúnmente en esta profesión. Las funciones agotadas ni bien salían a la venta nos dieron a entender que esto no podía quedar en los dos meses de función que tuvimos en el Cervantes, aunque la hayan visto 25.000 personas. 

¿Cómo es hacer una obra de títeres para adultos? 

Yo diría que no es una obra de títeres, sino con títeres o con objetos. La palabra títeres se asocia a lo infantil cuando no es del todo así. Es verdad que en Occidente el títere fue inclinándose hacia lo popular y lo infantil pero es algo de una pequeña porción de la humanidad. En muchas otras civilizaciones el trabajo con títeres ha tenido mucho desarrollo en el mundo adulto y es una técnica expresiva más, como puede ser la danza, que se contacta con lo teatral de forma muy íntima. En el caso de Salvajada, el objeto arma una metáfora perfecta. Lo animal, lo salvaje, lo instintivo está muy relacionado con los títeres porque saltea la parte conceptual y contacta directamente con la sensación. Va hacia lo que somos antes de ser seres sociales, ese contacto con lo oscuro, lo identitario. 

La obra habla de la importancia de hacer comunidad frente a las adversidades. ¿Hay una relación con las maneras de resistir los embates de la derecha?

De alguna manera, las derechas tienden a priorizar lo individual de la persona frente a lo comunitario. La competencia, la posibilidad de progresar pasando por encima de los otros. Creo que el liberalismo vino a marcar los límites de cada persona, pero los límites tienen que servir para tender puentes, porque somos seres sociales. El teatro es un fenómeno claramente social. Si no tendemos puentes de los escenarios a las plateas no funciona y, al mismo tiempo, eso significa que las personas que están en las plateas tiendan puentes entre ellos, generando comunidad. Trabajamos en construir caminos, casi como el Ministerio de Obras Públicas. Es una enseñanza para toda la sociedad y eso es parte del comunitarismo tan denostado por el gobierno actual. 

Yendo un poco a la coyuntura, estás al frente de la Asociación Argentina de Actores. ¿Cómo se están organizando frente al desfinanciamiento en cultura y el avance de los recortes?

Creo que toda la sociedad está empezando a reaccionar frente a un embate insólito en la historia, especialmente en los primeros días de gobierno. Es complejo organizar la respuesta porque la democracia, por suerte, otorga una validación al presidente electo por el pueblo. Tanto en el DNU como en la ley Ómnibus son gérmenes de lo que podría ser la destrucción total del financiamiento de la cultura argentina. En ese sentido, la resistencia se está organizando. Hicimos una gran columna en el paro del 24. Usamos nuestra característica social para hacer un llamamiento que cobró adhesiones internacionales y nacionales de todos los sectores, incluso quienes han sido funcionarios en la época macrista marcan que ésta es una mala decisión. Después podemos revisar cómo funcionan las instituciones y tratar de mejorar las cosas, pero no destruirlas. 

Para finalizar, ¿qué es lo que más te gusta de dirigir Salvajada?

Todo es una caricia al ego, desde que Mauricio me haya llamado -que es una de las voces más eminentes del teatro nacional- hasta sentir que a pesar de que era una obra ajena estábamos haciendo una cosa muy personal. Logramos modificar las formas de trabajo del teatro oficial para llegar a la gente. Para mi fue muy importante estar poniendo una parte del grupo Libertablas a funcionar de una forma hiper profesional e incorporar a los actores hiper profesionales al grupo. Estuvimos todos juntos ahí arriba generando una unidad y así logramos transmitir un mensaje, sino el mensaje no funciona.   

Salvajada se presenta en el Teatro Metropolitan Sura (Av. Corrientes 1343) desde el 25 de enero y durante todo de febrero los jueves a las 20:00 y los viernes a las 22:15 hs. El espectáculo dura 90 minutos y las entradas pueden conseguirse en https://www.teatrometropolitan.ar/salvajada 

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios