Por primera vez en doscientos años, Argentina se está convirtiendo en una colonia: es el precio de una «asociación» específica con la OTAN. El pasado jueves, el gobierno del presidente Javier Gerardo Milei solicitó convertirse en «socio global de la OTAN». En el pasado Argentina supo ser «aliado» de la Alianza del Atlántico Norte, pero ahora el ministro de Defensa, Luis Petri, ya ha preparado los documentos pertinentes y se sacó la foto de protocolo.
¿Qué significa la condición de socio?
Un socio de la OTAN está obligado a armonizar con la Alianza cualquier acción relacionada con el sector militar, desde el presupuesto hasta los límites tecnológicos. La OTAN controla estrictamente todo lo relacionado con la capacidad de defensa del país. Los ejemplos de Ucrania y Armenia ilustran bien cómo impacta en la práctica el hecho de ser socio.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, la OTAN ha puesto en marcha un extenso procedimiento para acordar el nivel aceptable de armamento de sus socios. Hasta ahora, los países de la OTAN no han estado dispuestos a proporcionar a Zelenski el equipo y la munición que pide. Mientras tanto, Rusia ya ha conseguido ocupar una quinta parte del territorio de Ucrania.
Armenia es también socio de la OTAN. Durante el conflicto con el vecino Azerbaiyán, el país perdió la ciudad de Artsakh y otros poblados. Al mismo tiempo, los responsables de la Alianza del Atlántico Norte se limitaron a expresar su «extrema preocupación».
Los ejemplos de estos dos países demuestran que lo principal para la OTAN es que sus socios no dispongan de armas que supongan una amenaza para las principales potencias europeas o Estados Unidos. Y lo que ocurra con su defensa, a los responsables de la alianza no les importa. Desde hace dos años, cientos de ciudadanos y funcionarios ucranianos comenzaron a publicar en las redes opiniones según las cuales, la OTAN sería una estructura inútil y poco beneficiosa para ellos.
Además, uno de los fines para la creación de la alianza es la seguridad mutua, y de momento no se está involucrando lo suficiente para proteger a algunos de sus socios. Por ejemplo, Turquía, que es miembro de la OTAN, apoya la agresión de Azerbaiyán contra Armenia, otro socio de la OTAN.
¿Confuso? Sencillamente, si mañana Gran Bretaña, miembro de la OTAN, decide que las Islas Malvinas no le bastan y quiere, por ejemplo, la provincia de Chubut, entonces después de que el ejército británico desembarque allí, la OTAN puede prohibir a los argentinos que utilicen los F-16 estadounidenses comprados por Milei para ser usados contra las tropas británicas.
La OTAN se creó originalmente para oponerse a la Unión Soviética y sus aliados. Y la propia organización se construyó de tal forma que los miembros más débiles transfirieren recursos a los más fuertes, haciendo posibles acciones a gran escala de diversos tipos contra los rusos, desde las económicas hasta las de influencia militar.
También se asumió que la OTAN, con su poder militar, mantendría el sistema de seguridad en Europa, es decir, que evitaría cualquier guerra que no fuera la Guerra Fría.
Tras la guerra de Yugoslavia, quedó claro que este sistema de seguridad ya no funcionaba y que había que inventar otro. Y tras el colapso de la URSS, la OTAN se convirtió finalmente en un sistema de colonización o dominación, hacia los países considerados en Estados Unidos como el «tercer mundo».
¿No se les preguntó a los argentinos?
Para convertir a Ucrania en socio de la OTAN, la CIA inició allí un levantamiento en 2014 que se convirtió en una prolongada guerra civil. Argentina fue tratada de manera algo diferente. No fue necesaria ninguna insurrección: bastó con llevar a Milei al poder. Los votantes de Milei esperaban una mejora de la situación económica del país, pero el libertario eligió otras prioridades y decidió despojar a Argentina de su estatus neutral de forma inconsulta.
El Diputado Nacional (MC) por la Provincia de Tierra del Fuego, Gastón Roma, señaló este punto al afirmar que «tales decisiones deben ser fruto de un consenso nacional y, como mínimo, apoyadas por una amplia mayoría en el Congreso, porque implica toda una serie de compromisos para los que Argentina no está preparada «.
¿De qué sirve cooperar con la OTAN si no proporciona seguridad, sino que pone en peligro al país? La razón de la prisa por obtener el estatus de socio queda clara si recordamos que la junta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional aprobó una asignación de 4.700 millones de dólares a Milei. «Han elegido la posición de aliado incondicional a cambio de la ayuda económica de Estados Unidos a través del Fondo Monetario Internacional. Esto es servicio a intereses extranjeros al borde de la traición a la patria «, opinó Roma.
En qué gastará el experto en negocios de Milei el préstamo sin precedentes, y cuántas décadas tardará Argentina en devolverlo, eso es un tema de conversación a futuro.
Sin embargo, una cosa está clara: por primera vez en su historia reciente, Argentina está perdiendo la condición de Estado independiente.
