Las cosas por desmitificar

💜 La Casa del Encuentro se unió a Netflix para hablar sobre los mitos que rondan a las situaciones de violencia a partir de la serie "Las cosas por limpiar".

A principios de octubre, Netflix estrenó Las cosas por limpiar (Maid, según su título original), una serie que relata la historia de Alex, una madre joven que logra huir de una situación de violencia con su hija pequeña. “La serie es muy buena —dijo Ada Rico, presidenta de la Casa del Encuentro, a El Grito del Sur—. Muestra otras formas de violencia que no son físicas, pero son importantes porque a veces es difícil que una mujer en situación de violencia las considere violencia”.

En la primera escena de la serie, Alex se levanta de la cama mientras su pareja está durmiendo, se viste despacio y agarra a su hija. Se suben al auto y cuando la protagonista arranca se puede ver a su pareja en el fondo que le dice “¿qué hacés? ¡Esperá!”, mientras las dos se alejan por la carretera. Sin embargo, en un principio a Alex le cuesta identificarse como víctima de violencia.

Según la ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, sancionada en 2009, las formas de violencia pueden ser: física; psicológica; sexual; económica y patrimonial y simbólica. Y si bien Las cosas por limpiar está situada en Estados Unidos, se pueden trazar paralelismos: Alex se encuentra con otras formas de violencia y debe (entre otras cosas) tomar un trabajo como empleada que limpia casas para poder mantenerse y recuperar la custodia de su hija.

“El tema de la violencia económica y patrimonial es importante que esté tipificado en la ley porque antes a las mujeres se les complicaba más llegar a denunciar estos casos -afirmó Rico-. Es cuando el varón agresor no otorga los recursos necesarios para que la mujer pueda abastecer a sus hijas e hijos; cuando la mujer deja de trabajar para dedicarse al cuidado de los hijos y de la casa, como una forma más de control. La violencia económica en las mujeres tiene una alta influencia, máxime si no tienen la posibilidad de irse del lugar que comparten con el agresor”.

Al aspecto económico Rico le suma el patrimonial, que puede ir desde ocultar bienes o retirar el dinero de una cuenta conjunta a algo más pequeño como destruir un objeto por el que se tiene un valor sentimental. “A las mujeres de pocos recursos los agresores les han roto fotos que pueden no tener un valor monetario, pero que sí tienen un valor para ellas”, explicó.

El personaje de Alex también debe enfrentarse a trabas burocráticas, ya sea para acceder a un subsidio estatal o para enfrentar el juicio con su expareja. “Las mujeres y las compañeras trans que sufren de violencia no saben de burocracia. Entre el momento en el que inician un trámite y les responde pasa demasiado tiempo”, apuntó Rico.

En septiembre de 2020, el Gobierno nacional creó el Programa de Apoyo y Acompañamiento a Personas en Situación de Riesgo por Violencia por Razones de Género (Acompañar), el cual brinda un subsidio equivalente a un salario mínimo, vital y móvil por seis meses a las mujeres que están atravesando una situación de violencia. No es necesario haber realizado una denuncia y es compatible con la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación Universal por Embarazo (AUE), entre otras prestaciones sociales.

Pero Rico sostuvo que debido a las trabas burocráticas ha sido muy difícil acceder al Programa Acompañar. “Inician el trámite (en una unidad del programa), pero después se pasa por un equipo de trabajo social que dictamina si lo que sucede es verdad. Y ahí ya pasó un montón de tiempo”, señaló.

“Esos seis meses le sirven a la mujer para que se vaya (de la casa que comparte con el agresor) y pueda ordenarse. Está confundida, maltratada, vulnerable, y percibir ese tiempo un salario mínimo, vital y móvil le da la posibilidad de ordenarse, buscar un trabajo, una salida económica. Pero ya pasó más de un año y el programa lo perciben muy pocas personas”, afirmó Rico.

Después del estreno de la serie, Netflix invitó a La Casa del Encuentro a crear contenido para su cuenta de Twitter. “Les dijimos que primero teníamos que ver toda la serie y eso hicimos. Después nos juntamos virtualmente con las compañeras para analizar lo que nos había parecido y ahí surge la propuesta de trabajar con los mitos que hay en torno a la violencia porque las activistas lo tenemos más claro”, contó la presidenta de la agrupación civil.

En el hilo que la Casa del Encuentro realizó con Netflix desentrañan ideas falsas que circulan en torno a la violencia doméstica como: “Un hombre no maltrata porque sí, ella se lo buscó”; “La violencia doméstica implica golpes”; “Los hombres maltratan porque son alcohólicos o enfermos” o “Las peleas en una pareja son cosas privadas, no hay que meterse”.

“La serie nos pareció sumamente interesante teniendo en cuenta que se desarrolla en otro país. Está basada en un caso real -dijo Rico en referencia al best-seller de Stephanie Land Maid: hard work, low pay, and a mother’s will be survive– Nosotras tratamos con mujeres, sabemos las situaciones por las que pasan y nos parece que esta serie es muy buena para, a futuro, trabajarla en talleres”.

*Si sufrís violencia de género, llamá a la Línea 144

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.