El 3 de marzo de 2022, René Pérez Joglar -más conocido como Residente- publicó un video musical en el canal de Bizarrap ( sesión #49 ) con tres capítulos: 1) «En un lugar de la mancha…» ; 2) Mis armas son mis letras ; 3) El caballero de los espejos. Esta música de género Rap, en solo un día, ya fue escuchada por casi 28,5 millones de personas. Hasta el momento la mayoría de los medios prestaron más atención a la pelea, cantidad de reproducciones y memes generados a raíz de este video. Casi nadie escuchó las denuncias de Residente en contra del racismo presente en la industria musical.
En el último capítulo, donde escrachó a José Álvaro Osorio Balvin -conocido como J Balvin-, hizo uso de algunas palabras que, para los militantes y activistas antirracistas, merecen ser desarrolladas para entender mejor la profundidad de estas «simples» palabras de René más allá de un «beef» como lo venden los medios hegemónicos.
Al comenzar, Residente trata de «Logan Paul» del reggaetón a Balvin para calificarle, sin duda, de «reggaetonero de casa o de redes sociales». Cabe recordar que el reggaetón -incluso el trap latino- nacieron a partir de géneros musicales afrodescendientes de igual forma que el reggae, el dancehall y el rap. De hecho, el reggaetón es en sus orígenes antirracista y anticapitalista: sus pioneros afrodescendientes Tego Calderón, Ivy Queen y El General trataban temas como la pobreza, la segregación y exclusión racial, la violencia policial y la propia criminalización del género. Las músicas de reggaeton, a través de los tiempos, fueron apropiadas por otros grupos de artistas no racializados y no marginalizados; desde entonces sus caracteres de lucha callejera política, socioeconómica y étnico-racial se transformaron en una música de showbiz (de boliche, de fiesta) y finalmente en objeto de repugno por sus letras mayormente sexistas, machistas y «vulgares».
Después del crimen de odio racial en contra del afroamericano George Floyd, muchos reggaetoneros tomaron la calle en apoyo a la comunidad afro conmocionada en todas partes del mundo, entre ellos podemos citar a Residente y Daddy Yankee. Otros, en cambio, se burlaron del movimiento #BlackLivesMatter: era el caso del proclamado «Príncipe del Reggaetón», J Balvin, quien incluyó el hashtag #BlackLivesMatter en la descripción de un video de él bailando con una mujer afro durante el acontecimiento.
Cuando en las tres primeras estrofas Residente lo describe implícitamente como un reggaetonero sin «calle», «cobarde», «pacifista capitalista», no hay duda que es para desvelar públicamente la indiferencia de Balvin frente a las problemáticas sociales y raciales en su entorno a diferencia de los artistas anteriores como precisó en la sexta estrofa: «La historia te va a dar un bofetón en nombre de todos los que bajo abuso (…) han tenido que batallar doble dentro del reggaetón: Myke Towers, Sech, Choc Quib Town, Rafa Pabön, Don Omar, Ozuna, Arcángel, Tego Calderón».
En la cuarta estrofa Residente caracteriza a J Balvin como «un imbécil con tinte de cabello que puso a mujeres negras con cadena de perro en el cuello», reanudando así el debate sobre su música racista y sexista.
Una de las manifestaciones del racismo es de forma inconsciente, lo que es entendible dado que es más un problema de orden sistémico fomentado por el Estado durante varios procesos históricos y debido a la falta de políticas públicas en materia de etno-educación. Pero cuando se mira el video polémico de J Balvin en la parte donde las dos mujeres negras aparecen amarradas, las letras dicen: «Ey, eres una perra en calor (ajá) / Y estás buscando un perro pa’ quedarte pegá’”, ningún profesional en marketing dudará de la premeditación de su racismo. Esta «estratagema» de marketing es una de las expresiones del capitalismo más inmoral e irresponsable socialmente dentro de las industrias y/o artistas.
Algunos meses más tarde del escandaloso videoclip que publicó, Balvin recibió el premio de mejor artista Afrolatino, sin ser una persona de ascendencia afro. Un premio dedicado exclusivamente a los afrodescendientes latinoamericanos. Si bien fue nombrado culposamente por African Entertainment Awards USA (AEA USA), aceptarlo es, de hecho, una apropiación cultural, la cual se puede definir como un grupo o una persona étnicamente dominante que toma la voz, el lugar (o la expresión) de un miembro de otra cultura o etnia (Rowell, 1995).
El privilegio blanco es el privilegio social que beneficia a las personas blancas en comparación con lo que comúnmente experimentan las personas racializadas porque justamente éstas últimas han tenido un pasado de explotación, dominación, segregación y/o esclavitud. Por ejemplo en Estados Unidos, contra 12 niños blancos, casi la mitad (45 por ciento) de los niños negros pobres viven en barrios con pobreza concentrada o los «guettos». ¿Por qué los afroamericanos son mayores en las villas de EE.UU.? Porque durante la segregación racial norteamericana, la residencia en los barrios populares del centro de las ciudades era lo mas accesible y permitida legalmente a ellos. Mientras los blancos podían estar tranquilamente residiendo en las zonas residenciales, al igual que acceder a un «buen» colegio para estudiar.
René, en su música titulada Residente, describe los problemas que enfrentó durante toda su infancia y adolescencia por no haber sido un privilegiado en su sociedad: la policía mata a la mitad de sus amigos, el banco les saca sus casas, no podía seguir en la universidad a pesar de haber recibido media beca. Así que no sin razón dijo con mucho enojo: «(…) Este blanquito de colegio todavía no entiende el fucking privilegio». Refiriéndose a J Balvin. En conclusión, aunque Residente termina la música con el estribillo «esto lo hago pa’ divertirme», los hechos descritos son temas muy sensibles y serios que debemos luchar sin importar el color, la clase social o la educación.
Fenómenos como la apropiación cultural, el privilegio blanco (producto de la desigualdad social o procesos históricos), el racismo y su negación… en suma EL RACISMO EN TODAS SUS FORMAS porque la única forma de estar seguros que no somos como «este pendejo [que] es racista y [que] no lo sabe» es ser «antirracistas», dice Angela Davis.
