Una visita a la sociología de los ricos

Además de lo que parece una novela del policial negro, “Carmel” se convierte en una ventana a la forma de vida y de ser de personajes de la clase alta argentina. La cotidianeidad en el espacio cerrado, la inauguración de los femicidios con cobertura mediática y los nexos plutocráticos con la Justicia.

El 5 de noviembre, la plataforma Netflix estrenó una miniserie documental que volvió a poner en boca de todes uno de los crímenes con mayor cobertura en el periodismo argentino: el asesinato de María Marta García Belsunce. En “Carmel: ¿Quién mató a María Marta?”, los realizadores entrevistan a periodistas que cubrieron el caso, amigos y familiares de la víctima -considerados sospechosos en la causa judicial-  y, por supuesto, a su viudo: Carlos Carrascosa, quien fue condenado por el crimen en 2009 y absuelto en 2018. Pero además del desarrollo de lo que parece una novela del policial negro, “Carmel” se convierte en una ventana a la forma de vida y de ser de personajes de la clase alta argentina.

Todo empieza en el country El Carmel, ubicado en el kilómetro 55 de la Panamericana, en Pilar. Según cuenta Carrascosa en la miniserie, la pareja se mudó ahí para tener “su nido”. “El country es una burbuja -afirma en diálogo con El Grito del Sur Soledad Vallejos, periodista y autora de “Vida de ricos: Costumbres y manías de argentinos con dinero”-. En un principio, la vida en el country no se trataba tanto de protegerse de la inseguridad, sino de protección de privilegio y de un estilo de vida”.

En la década del ‘90, el momento del boom inmobiliario de los countries, Vallejos recuerda que las publicidades promovían a éstos como espacios “donde los chicos pueden andar en bicicleta por la calle sin que les pase nada y sin que se les acerquen desconocidos”. “Ese era un relato muy común en personas de clase media que te hablaban con nostalgia de cómo podían jugar en la vereda. Eso se traslada a un lugar cerrado, se privatizan las costumbres”.

La periodista agrega que, además, la vida en el espacio cerrado brinda otra garantía: la de estar entre pares. “Hay algunos en donde los socios pueden decidir quién puede pertenecer o no. Esto asegura que mantenés un espacio de sociabilidad entre personas que son como vos”, señala. Afuera de los muros y alambrados, la barbarie.

Crímenes en countries

Sin embargo, en “Carmel” se muestra una ruptura: cómo el peligro está en el interior de esos barrios cerrados. La escritora Claudia Piñeiro, quien participa del documental, describe el country como un escenario digno de una novela de Agatha Christie: hay un asesinato en un espacio cerrado y el detective debe determinar quién es el asesino entre todas las personas que están ahí adentro.

La historia de María Marta es conocida: el 27 de octubre de 2002, apenas pasadas las siete de la tarde, Carrascosa encuentra a su mujer muerta en la bañera de su casa. La saca de ahí y llama a dos ambulancias y a los hermanos de María Marta: Horacio García Belsunce, John Hurtig e Irene Hurtig, quien vivía en otra casa de Carmel con su esposo, Guillermo Bártoli. Lo que la familia describió como un “accidente doméstico” resultó ser un homicidio.

El crimen de María Marta es el primero de una serie de femicidios -en ese momento se llamaba incorrectamente “crimen pasional”- que tuvieron gran cobertura mediática: el de Nora Dalmasso en 2006 en Villa Golf y otros dos en el country de Martindale, el de Claudia Schaeffer en 2015 y el de Silvia Saravia en octubre de este año.

En el documental de Netflix se muestra también cómo la familia explota sus conexiones sociales para frenar el posible ingreso de un patrullero policial o cómo el fiscal a cargo, Diego Molina Pico, cuenta que preguntó si el padre de la víctima se molestaría en el caso de que tuviera que hacer una autopsia.

“Los ricos viejos manejan la justicia, la policía y el poder con naturalidad, le dicen a la policía ‘tengo un problema’, no necesitan nada más, no dicen ‘no me manden’”, remarca Vallejos.

Beneficencia y vida privada

María Marta nació en 1952 y es una de los tres hijos que el abogado Horacio García Belsunce tuvo con Luz María Galup Lanús. Aunque no pertenecen a las familias aristocráticas locales con apellidos de calles, sí son de la clase alta argentina. María Marta se recibió como socióloga y se dedicó a labores solidarias, primero en Red Solidaria y después en Missing Children, donde llegó a ser vicepresidenta de la organización, hecho que el documental menciona al pasar.

La beneficencia es una actividad asociada con los ricos argentinos. “La sociología estudia esto, según (Marcel) Mauss tiene que ver con lo que él llama ‘el don’, esa capacidad de desprenderse de todo sin pretender algo a cambio”, afirma Vallejos.

“Cuando la idea viene asociada a los sectores más favorecidos de la sociedad, la labor benéfica posiciona al rico en un lugar de dador, de persona considerada. Una gran fortuna viene asociada a la idea de una presunta generosidad”, agrega la periodista.

La labor benéfica en la clase alta también se puede relacionar con los roles tradicionales de género. En 1823, el presidente Bernardino Rivadavia fundó Sociedad de Beneficencia, integrada por las mujeres patricias argentinas y que fue disuelta durante el peronismo. Más recientemente, Amalia Lacroze de Fortabat llevó adelante la labor social de la Fundación Loma Negra, creada por su marido, el empresario Alfredo Fortabat.

Vallejos señala también que la idea de la intimidad nace con la modernidad burguesa. “Los reyes en la Edad Media debían hacerse ver e incluso consumar el matrimonio frente a testigos. Eso con la burguesía y la modernidad, cambia”, afirma.

“En el careo, cuando (Inés) Ongay le dice a (Nora) ‘Pichi’ Taylor ‘vos me dijiste hicimos lo que el Gordo (Carrascosa) quería y él no quería que le hicieran autopsia’, está haciendo público algo que para esa clase social debe permanecer en el ámbito privado -agrega la periodista-. Un homicidio, un femicidio, no es una instancia privada, pero existe esta idea de no exponer la intimidad, incluso hoy en tiempos de redes sociales”.

El asesinato de María Marta continúa sin resolverse y “Carmel” tampoco arriesga quién o quiénes fueron responsables del crimen. Sin embargo, el documental deja entrever la vida de los García Belsunce, Carrascosa y Hurtig en su círculo social y cómo la Justicia no respetó los procedimientos establecidos para la investigación de un homicidio.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.