Bajo las consignas #Salimos y “Sí a la Cultura”, distintas organizaciones y centros culturales realizarán, desde el jueves 28 hasta el domingo 31 inclusive, múltiples actividades en simultáneo y en el espacio público, buscando retomar el contacto perdido con les vecines, producto de la pandemia, y en disconformidad con las políticas culturales del GCBA. A los reclamos históricos por falta de financiamiento y las reiteradas clausuras, se suman las denuncias de apropiación de la agenda por parte del Ministerio de Cultura de la ciudad y exigen facilidades para llevar las actividades a las calles y habilitar sus espacios.
Música, poesía, exposición de pinturas, batucadas, talleres, bailes, presentación de libros y ferias de artesanías poblarán las veredas y el asfalto de todas las comunas este fin de semana, con el propósito de ocupar el espacio público y señalar las dificultades y problemáticas que atraviesan los centros culturales porteños. Lxs trabajadores de la cultura señalan que durante la pandemia recibieron nula ayuda desde la jefatura de gobierno, en contraposición a la asistencia que brindó el gobierno nacional y, por eso, sostienen que ante las elecciones legislativas del 14 de noviembre no pueden ser neutrales.
En el centro de las críticas están las clausuras “absurdas” de la Agencia Gubernamental de Control, la imposibilidad de utilizar el espacio público para sus eventos y actividades, las exigencias administrativas para habilitaciones y la falta de ayuda económica que llevó a cerrar a casi 50 centros culturales el año pasado, en pandemia. J.J. Circuito Cultural, Vuela El Pez, La Quince, La Casa de Teresa, C.C. El Sueñero, Luzuriaga Club Social, El Limonero, Centro Cultural El Surco, la Feria de Artesanxs de Plaza Francia, son algunos de los más de sesenta espacios que convocan y participan de la iniciativa.
“Somos centros culturales bastantes golpeados por la pandemia, perseguidos por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que queremos hacer esta campaña para dar a conocer el otro rostro de lo que es la cultura de la ciudad, que es la independiente y la autogestiva”, dijo a El Grito del Sur Lucia Kramer, integrante del Espacio Pichuco. “El objetivo es reivindicar la cultura de la calle, el trabajo de artistas que fue muy perjudicado y apoyar al Frente de Todos en estas nuevas elecciones que se van a dar dentro de dos semanas”. En el barrio de Almagro, Espacio Pichuco organizará un concierto de guitarras y una exposición del pintor Gustavo Ruiz, el sábado a las 19hs. sobre la Avenida Hipólito Yrigoyen al 3800.
Kramer también advierte que el Gobierno de la Ciudad “no solo impone las decisiones administrativas y de seguridad sino que también se apropia de la agenda cultural”. Desde el ministerio de cultura porteño organizan en noviembre el “Mes de la cultura independiente”.
“Con el ministerio hay un falso diálogo y promesas de resolución que nunca tienen una respuesta. Simplemente es una forma de decir que escuchan al sector pero no es un diálogo. En realidad después no se articulan políticas y no se dan respuestas a esos problemas”, dice ahora Julieta del J.J. Circuito Cultural, otro de los espacios convocantes que el domingo 31 se hará presente en la Plaza de la Estación de Balvanera con clases de tango y folklore.
Para les organizadores, #Salimos tiene el doble significado de impartir el mensaje de que lograron superar lo peor de la pandemia (aunque muchos espacios debieron cerrar) y, por otro lado, proclamar la importancia del espacio público, al cual les es difícil acceder. “Debería ser más fácil la utilización del espacio público con actividades culturales. Y el fomento, la formación, el incentivo por parte del GCBA para que los gestores culturales podamos ocupar la vía públicas que la verdad es muy complejo y no hay ningún programa, sobre todo ahora que saliendo de la pandemia los lugares cerrados son más conflictivos”, afirma Emilio de Vuela El Pez, que el sábado 30 ofrecerá un ciclo de poesía maradoniana sobre la calle Julián Álvarez, entre Córdoba y Cabrera.
“Queremos que nuestros espacios sean seguros y cuidados, estamos de acuerdo, pero lo que sucede es que no tenemos una ley de fomento o un Instituto que permita habilitarnos, todo lo hacemos a fuerza de pulmón y según nuestras propias posibilidades. Si nos exigen, estaría bueno que haya un acompañamiento”, afirman desde el J.J. “Por ejemplo, la ventilación mecánica es algo fundamental para los espacios que quieran funcionar con escenario, bueno no hay un fomento a ese tipo de instalaciones para que se puedan realizar”.
“Pero al margen de la pandemia, hay que cambiar la política cultural de la ciudad porque falta el estímulo, pero también hay falta de ingenio, de imaginación para articular políticas con los distintos sectores, no solo los espacios culturales sino los artistas callejeros, el teatro, el sector de la música que está todo muy golpeado y no hay ayuda”, asegura Emilio.
El Centro Cultural El Sueñero, ubicado al sur de la ciudad en el límite entre Barracas y La Boca adhiere a la campaña. “Después de las elecciones primarias nos convocamos preguntándonos qué pasó, por qué no está en agenda la discusión de la cultura con lo difícil que es lograr habilitarse. La Ley de Espacios Culturales es muy exigente, es una ley muy buena pero la realidad es que para los espacios culturales habrá que pensar un mecanismo para flexibilizar”, dice Victor Hugo, responsable del lugar. “Ahora que vamos camino a la normalidad, los espacios culturales como los nuestros necesitan el sistema de aire de ventilación electromecánica y sale un dineral, y no es que le decimos a la ciudad subsidiámelo, le decimos por lo menos dame un crédito a tasa cero. La ciudad en eso te exige mucho pero no te da nada”.
En el barrio de Agronomía, el Espacio Gutenberg ofrecerá el sábado por la tarde una jornada denominada “Por qué cantamos”, a la que invitan a participar a todxs lxs vecinxs que quieran cantar. “Estamos muy preocupados por lo que está pasando, porque no dieron nunca cabida al desarrollo de todos estos espacios pequeños, independientes y barriales. Todo lo que hay en una ciudad tan importante, una de las capitales más importantes del mundo, donde hay una cultura de los márgenes, de los bordes, de los pequeños lugares que no tiene cómo expresarse y es importante apoyar a los legisladores que pueden llevar adelante algunas estrategias que ayuden a la cultura popular”, sostiene Graciela, al frente del pequeño espacio familiar en la esquina de Terrada y Gutenberg.
Ante la pregunta de cuáles serían los reclamos urgentes que presentarían al Gobierno de la Ciudad, desde El Limonero responden: “de mínima una AGC que ayude y que no clausure. Una colaboración para que los espacios puedan formalizarse. Si el gobierno de la ciudad exige, que también ayude”. “La idea de #Salimos es decir ‘che acá estamos’, volvamos a reencontrarnos y es un piso para seguir construyendo una cultura que pueda atraer otro público pero que no oculte las identidades de los barrios y los movimientos nacionales y populares”, afirma Jerónimo, integrante de este espacio de el barrio de Almagro.
A la convocatoria, que comenzó el jueves con un “proyectorazo”, adhieren también espacios y organizaciones políticas y sindicales nucleadas alrededor del peronismo de la ciudad. Mientras el gobierno porteño prepara el “Mes de la cultura independiente”, estos espacios sostienen que “los eventos de la cultura de la ciudad son lavados, frívolos y no representan”.
