Este jueves se realizó una movilización frente al Congreso de la Nación para exigir que el Senado sancione la ley que prorroga las Asignaciones Específicas a la Producción Cultural. “A pesar de las promesas que nos hicieron, lo sacaron o no terminaron de colocarlo en el temario. Esto significa que seguimos en pie de lucha porque no vemos una voluntad política real de que esto se trate”, dijo a El Grito del Sur Mirta Israel, integrante de Actrices Argentinas y Unidos por la Cultura, colectivo que marchará nuevamente el próximo jueves. De no sancionarse la prórroga, el próximo 31 de diciembre se terminará el fondo de fomento que financia al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), al Instituto Nacional del Teatro (INT), al Instituto Nacional de la Música (Inamu), a bibliotecas populares de todo el país y a la Defensoría del Pueblo.
“La cultura en nuestro territorio llamado Argentina es muy diversa y diría que es plurinacional porque en nuestro pueblo conviven diversidades de pueblos -agregó Israel-. La asignación de estos fondos, de estas asignaciones específicas permite que sobre todo el arte independiente, en todas sus expresiones, pueda contar esas historias. Que los medios comunitarios puedan contar las historias de sus pueblos y las luchas que no salen en los grandes medios, que en cada pueblo haya una biblioteca popular para acceder tanto al libro y que, a su vez, se transforme en un lugar de encuentro y a veces, como pasó en la pandemia, un lugar para poder comer”.
El proyecto ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, que se obtuvo el pasado 15 de junio con 132 votos afirmativos, 5 negativos y 92 abstenciones y después de que Unidos x la Cultura realizara distintas movilizaciones y actividades para visibilizar la problemática.
La integrante de Actrices Argentinas destacó que esta lucha se trata de la soberanía cultural. “Esto es lo que estamos defendiendo, defendemos fondos que permiten el desarrollo de esas expresiones artísticas que de otra manera no tendrían lugar o serían más difíciles de sostener”, aseguró.
En el caso de la industria audiovisual, la Ley de Cine, sancionada en 1994, determinó que el Fondo de Fomento se nutriera principalmente de dos impuestos: uno a la exhibición en salas, a cargo del espectador, y otro proveniente de lo recaudado por el Enacom (en ese momento, el Comfer), a cargo de los licenciatarios, entre otros ingresos como donaciones o recupero en la devolución de créditos a la producción y el alquiler de videos.
Pero en diciembre de 2017, en pleno intento de reforma previsional, el macrismo envió al Congreso un proyecto de ley ómnibus -en cuyo título no estaban mencionadas las palabras “cultura” ni “cine”- que incluyó por primera vez un plazo de vencimiento a la asignación específica de fondos para sostener a toda la producción cultural argentina.
Si el Senado no aprueba la ley los gravámenes seguirán existiendo, pero ingresarán en adelante a las Rentas Generales del Estado y no de forma directa al Fondo de Fomento Cinematográfico. El Incaa se quedaría sin recursos propios para funcionar, pasando a depender de lo que cada año le asigne la Ley de Presupuesto y perdiendo su carácter de autarquía definido en su ley fundante.
“Tenemos que seguir en las calles, tenemos que seguir visibilizando el tema, tenemos que seguir intentando hablar con senadoras y senadores de todos los partidos políticos y sumando a compañeras y compañeros a la lucha -aseguró la integrante de Actrices Argentinas-. Así que estaremos el jueves que viene en la puerta del Senado y seguiremos estando todos los jueves que sean necesarios”.
