«Las grandes potencias tienen sus institutos de cine y apoyan las películas»

🎞️ Cineastas, colectivos y agrupaciones se reunieron en el Cine Gaumont y en diversos puntos del país para oponerse al intento de destrucción del INCAA. El campo de una batalla cultural deliberada.

Foto: Núbia Campos Vieira

Para entender qué está pasando con el INCAA, lo primero es entender las intenciones del Gobierno. Truncada la aprobación en vías constitucionales de la “Ley de Bases y de puntos de partida para la libertad de los argentinos”, acá la Ley Ómnibus, comienzan a implementarse otros mecanismos. Lo prometido es deuda, como dicen. Y no precisamente económica.

La semana pasada, enterarse que ya no es remota la posibilidad de vender el Cine Gaumont alertó a la comunidad del cine argentino: y me refiero no sólo a las y los profesionales que lo conforman, sino además a periodistas y agentes de prensa que se involucran, y por supuesto a quienes lo disfrutan. El aviso llegó en forma de comunicado difundido por ATE INCAA, a partir de una reunión que el sindicato mantuvo con el nuevo presidente del Instituto, Carlos Pirovano, donde el titular ratificaba el cierre de la plataforma televisiva y digital de Cine.Ar y Cine.Ar Play, vender el único cine dedicado a la proyección exclusiva de películas nacionales (ya que en la mayoría en las cadenas comerciales dependen de generar una ganancia significativa en su primera semana de estreno para asegurar su continuidad en estas carteleras), desfinanciar festivales como el de Mar del Plata, y el despido de 170 trabajadores: 90 que desarrollan tareas habituales en el organismo y otros 80 que integran los comités y son tutores de proyectos. 

Faltaba la reglamentación y llegó. Este lunes 11 de marzo, luego de los reconocimientos a la Argentina en el Festival de Málaga y de una cierta participación en la 96° edición de los Oscar 2024 (con “La Sociedad de la Nieve”), Pirovano emitió la Resolución 16/2024 publicada en el Boletín Oficial que comunica la suspensión de «toda erogación económica vinculada a apoyos y aportes institucionales», del «apoyo económico destinado a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires», se informa que se dan de baja todos los contratos que se vencían el 31 de marzo de este año, la asignación y el pago en concepto de horas extras, la reducción del servicio de seguridad, así como de transporte, combustible, estacionamiento, comida, «y/o cualquier otro gasto de representación institucional». La resolución fue acompañada de un comunicado del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, que comprende a la Secretaría de Cultura de la Nación. Un aval que cierra avisando: “se terminaron los años en los que se financiaban festivales de cine con el hambre de miles de chicos”.  

“Decir que la cultura es la responsable del hambre de los chicos es de un nivel de violencia y de uso y abuso de una problemática que nos lleva a lugares muy tristes porque genera una guerra”, consideró la directora Andrea Testa, actual presidenta del Colectivo de Cineastas e integrante fundadora del movimiento Cine Argentino Unido, en diálogo con El Grito del Sur. “Abren la posibilidad de mucha violencia. Nos están poniendo en este campo de batalla que es esta batalla cultural”, visualiza.

Precisamente, las infancias y los déficit sociales que tantas veces padecen es uno de los temas que más comprometen y le interesan a la cineasta. Testa dirigió “Niña Mamá” (2021), que sigue casos de maternidades forzadas y sus vivencias en el hospital público del conurbano bonaerense, y “Pibe Chorro” (2015) sobre niños inmersos en situaciones de vulneración y en un futuro delictivo que los convoca como alternativa ante la falta de oportunidades. 

Como si fuera coincidente, el mismo lunes que se publicó la resolución para el INCAA, el INDEC reportó que el índice de inflación fue de 13,2% en febrero para marcar una desaceleración respecto de enero. En este sentido, Andrea añadió que vincular su actividad como directora y la de sus colegas con la pobreza y el hambre que sufren cientos de personas en el país, es una maniobra para “tapar ciertas medidas que son aquellas que producen más empobrecimiento en nuestro país”. 

“Cada tanto aparecen estas operaciones mediáticas intentando generar mucha mentira a todo un sector productivo de nuestro país. La industria cinematográfica argentina no es deficitaria, genera empleo y ganancias. Somos trabajadores, trabajadoras, sostenemos nuestras producciones, vamos a mercados internacionales para solventar nuestras producciones y solventarlas. Es un circuito virtuoso. Cuanto menos Estado participe, más perdemos como país. Las grandes potencias tienen sus institutos de cine, apoyan las películas y siguen invirtiendo en eso. Son datos que se les están negando a la población frente a este debate público”, advirtió la cineasta al explicar cómo es el circuito de financiación del INCAA.

En el documento se justifica el avance del recorte indicando que el INCAA tiene un déficit de 4 millones de dólares, que en 2023 se financió en parte con aportes del Tesoro Nacional. Sin embargo, el ajuste presupuestario implica que sólo se solventen proyectos financiados por plataformas de streaming.

“Cuando el presidente del INCAA dice ‘yo vengo a ordenar las cuentas’, lo que significa es recorte y un estancamiento de las producciones”, complementó Andrea, y continuó: “Es muy importante decir no sólo lo fundamental que deja familias sin ingresos sino que cierra funciones que sostienen las políticas públicas y van más allá del fomento a las películas”.

Foto: Núbia Campos Vieira

Luego de la reunión con ATE INCAA, Pirovano salió a desmentir la venta del Gaumont. Andrea fue testigo, presente en reuniones posteriores, de que tampoco afirmó lo contrario. “Él no dijo ‘voy a cerrar el Gaumont’, sino ‘tengo que revisar el costo que genera para el presupuesto del Instituto y en el caso de que no se pueda mantener se cerrará, se privatizará, se dará a concesión’. El estado de alerta sigue estando. Porque no solo habló del cine como emblema de la sociedad, de la gente que hace fila para ver las pelis que allí se proyectan, sino de ‘lo que implica un costo para el instituto debe ser recortado’”, afirmó y detalló las medidas que sí se confirmaron: 

* Se desfinancian por completo los festivales y las muestras nacionales de cine que se realizan en todo el país. El Festival de Cine de Mar del Plata es el único de clase A en toda América Latina. Festivales con esa categoría, como el de Cannes, reciben un 50% de financiación de aportes públicos. Allí la directora Justine Triet (“Anatomía de una caída”, y la tercera en la historia en ganar el festival) cruzó al presidente Macron por políticas de recortes similares, y en los Premios Goya, Pedro Almodóvar le respondió a Vox con un discurso que parecía emulado por Milei.

* Permanecerán afectados los programas del INCAA orientados a trasladar el cine a espacios sin acceso: como Cine en cárceles o el Cine va a las escuelas, hasta proyectos como el Cine móvil.

* Los vuelos: “en los medios hegemónicos sale ‘se acabaron los vuelos internacionales’, pero en realidad también se usan para que muchos de los planteles docentes (la mayoría vive en CABA) puedan trasladarse a las escuelas de cine que dependen del INCAA como la ENERC con sedes en todo el país. Esto acrecienta una desigualdad entre el centro y las provincias”, informó Andrea.

Todo ello, “acompañado por los 170 despidos de monotributistas, que fue su primera medida y afectó áreas de comunicación y prensa, comité de proyectos (donde ya de por sí hay una rotación constante de personal, cada 3 o 6 meses), sumado a que no van a renovar los contratos que vencen el 31 de marzo. Ya hay películas que venían con demoras en los pagos. Hoy no tenemos garantías ni previsibilidad. ¿Qué va a pasar con las películas que fueron aprobadas y están cercanas a empezar su rodaje? Estamos en un estado de emergencia total. El ataque al cine está siendo muy claro y también contra todas las áreas de la comunicación (como Télam), espacios intelectuales (como el CONICET) donde podemos desarrollar nuestra soberanía, y la cultura porque lo que está en juego es quién escribe el gran relato”, evidenció.

¿Esto implica que antes no había problemas que ser modificados en el INCAA? No, por supuesto. Desde hace años, el colectivo de cineastas (además de luchar por la prórroga de las asignaciones específicas de la cultura a 50 años, durante el gobierno de Alberto Fernández) viene reclamando una política audiovisual pública, que permita el sostenimiento de una diversidad audiovisual. “La industria crece y necesitamos que sea acompañado. La realización de cortometrajes son una forma para el desarrollo de estudiantes y no se están apoyando. Lo que se agrava aún más, ya que el presidente Pirovano no llama a la conformación del consejo asesor que es nuestro espacio para proponer, así como la Asamblea Federal”, explicó Andrea.

Sobre el trabajo de restauración, el anterior 37° Festival de Cine de Mar del Plata realizó un trabajo de presentación de fragmentos de producciones que habían sido censuradas durante la última dictadura cívico militar.

Frente a este contexto, colectivos de cineastas, profesionales y agrupaciones convocaron este jueves a las 17 horas a una acción cultural federal y una conferencia de prensa que se llevó a cabo en distintos puntos del país. En Capital Federal ocurrió en la sede del Gaumont (Rivadavia 1635), donde se registró una fuerte represión policial.

Compartí

Comentarios