Desde que asumió, el presidente Javier Gerardo Milei ha declarado, con su toma de decisiones, que su enemigo es la clase media y cada medida viene en forma de un nuevo golpe. Ahora se dio a conocer que los salarios tuvieron la peor caída histórica en cuatro meses y quedaron por debajo de los de la crisis de 2001.
La devaluación de la moneda en un 120%, los miles de despidos en el Estado, la total suspensión de obra pública, la desregulación de la economía confiando en el mercado que no hace otra cosa que abusar y cubrirse en detrimento de los consumidores, han sido decisiones que destruyeron el bolsillo de la clase media. Una clase que confió en el gobierno de Milei con su voto, pero que día a día se ve ajustando más su bolsillo y cerca de los niveles de pobreza.
A los aumentos desproporcionados en prepagas, telefonía celular, internet y colegios privados, agua, gas y luz, sumados a una inflación que lleva un acumulado de un 70%, son la clara muestra de que el gobierno libertario está destruyendo el bolsillo de las y los argentinos.
Esta semana se dio a conocer que el poder de compra de los sueldos de los trabajadores registrados marcó una fuerte caída entre noviembre y febrero. Así, el ingreso promedio de los empleados estables fue de $619.007,05 y quedó por debajo de la línea de pobreza. Es decir, el poder adquisitivo cayó un 24% y superó lo que se había registrado tras el fin de la convertibilidad y la crisis de 2001, cuando los salarios habían registrado una caída del 20% durante un periodo de cuatro meses en 2002.
Lo que la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, definió como “el mayor ataque a la clase media de la historia”, también se ve reflejado en los nuevos tarifazos que permitió el gobierno de Javier Milei en las boletas de luz y gas con aumentos de más del 400%. Todo esto mientras el Presidente recorta los medicamentos a pacientes oncológicos y los fondos a las universidades nacionales.
La semana pasada se dio a conocer un video en las redes sociales, donde se veía claramente una abundante cantidad de comida en los contenedores cercanos al Congreso Nacional. Masas finas de repostería sin tocar, en sus envases originales. Advertidos de la situación, un grupo de indigentes en situación de calle -que este gobierno mantiene desatendidos- se alimentaba de este fino manjar que pocos argentinos tienen la posibilidad de consumir, pero en apariencia la opulencia desprecia y vuelca a la basura.
Este tipo de situaciones se ven cada vez más, no necesariamente debido al trabajo de investigación de los medios periodísticos. Es la gente común, los afectados por las políticas libertarias, quienes en el día a día se cruzan con situaciones indignantes con solo salir a caminar la calle. Bloggers y tiktokers se están convirtiendo en cronistas de una realidad cotidiana que parece golpear a la clase media, la que hoy comienza a descubrirse en la “casta” que paga los costos de la recuperación económica propuesta por La Libertad Avanza.
Frente a estas situaciones, los próximos días serán de manifestaciones en defensa de los derechos. Por un lado, el próximo 23 de abril la Universidad de Buenos Aires convocó a la Marcha Nacional Federal Universitaria en defensa de la educación pública, la cual contará con diversos actores en apoyo, entre ellos la Confederación General del Trabajo. En mayo será la CGT quien se movilice, primero por el acto del Día del Trabajador, para luego convocar a un nuevo paro general para el 9 de mayo por 24 horas, en el cual se espera una participación masiva como sucedió en la medida del 24 de enero.
La popularidad de Milei decrece mes a mes, y sus votantes reniegan de su elección, ya que sufren todos los días la impericia de un gobierno inexperto, que se encuentra en manos de funcionarios que solo se ocupan de ayudar a hacer negocios a sus amigos.
