“Si se aprueba la Ley Bases que se dictaminó en comisiones, el 90% de las mujeres no se va a poder jubilar”, se puede leer desde hace unos días en las placas de color magenta que posteó en redes sociales Ni Una Menos. “La eliminación de la moratoria implicaría que 9 de cada 10 mujeres pasaría a la PUAM, que rige desde los 65 años, no se acumula con pensión y es 20% menos que la jubilación mínima”, continúa el carrete. Las fotos se comparten, likean y comentan por miles.
Con la media sanción de la ley bases aprobada en Diputados, el panorama no mejora. La falta de perspectiva de género del gobierno anarcocapitalista asusta, pero no sorprende. Desde que asumió Javier Milei, los números no cierran con la gente adentro y las feministas son consideradas el enemigo del progreso. Más allá de que el “león” siga rugiendo sobre la supuesta baja de la inflación, si alguien sabe de tener que ajustar son las mujeres y feminidades que se dedican a cuidar y tienen que hacer magia para que alcance la comida. Más aún las que llevan adelante comedores y merenderos en barrios populares.
Lucía Cirmi Obón es economista, magíster en Desarrollo y autora del libro «Economía para Sostener la Vida». En un hilo de la red social X explica: “En la #leybases cortan la moratoria previsional en nombre de la «insostenibilidad» del sistema, pero a mi no se me ocurre nada más insostenible que dejar a las personas mayores cobrando $152.000 por mes (PUAM) y a las mujeres que hoy tienen entre 60 y 65 años SIN NADA”.
En concreto lo que busca la ley Bases, explicará posteriormente Cirmi a este medio, es terminar con la moratoria previsional aprobada en marzo de 2023 para cambiarla por una Prestación de Retiro Proporcional. La misma está destinada a personas que cumplieron 65 años y que no completaron 30 años de aportes necesarios para jubilarse, estirando la edad jubilatoria actual de las mujeres que es de 60 años. Quienes accedan a ella pasarán a cobrar la PUAM (Prestación Universal al Adulto Mayor), que equivale al 80% de la jubilación mínima y quita el derecho a cobrar la pensión por viudez.
“Esta medida perjudica especialmente a las mujeres porque a nosotras siempre nos cuesta más llegar a juntar los años de aportes, no solo en Argentina sino en todo el mundo. En efecto, de las mujeres entre 60 y 65 años, solo el 6% tienen los 29 años de aporte y hay 260 mil mujeres en las puertas de jubilarse con la moratoria que -de aprobarse la ley- tendrían que esperar a los 65 para llegar a una PUAM”, responde Lucía a El Grito del Sur.
“Lo importante de evaluar estas medidas con perspectiva de género es que si pensáramos sólo en el sistema tradicional de aportes, la mayoría de los que llegarían a jubilarse serían varones. A pesar de que nosotras nos insertamos en el sistema laboral formal, los varones no se hacen cargo de la misma manera del sistema de cuidados. Eso hace que la carrera laboral de las mujeres se interrumpa con mayor frecuencia pero además hace que estemos sobrerrepresentadas en los sectores informales como es el trabajo en casas particulares”, continúa la economista.
“En nuestro país, las mujeres realizan el 75% de las tareas de cuidados. Por eso tienen tasas más bajas de actividad, formalidad, menores salarios y mayores niveles de desocupación”, tuiteó la Doctora en Economía Mercedes D’Alessandro, quien estuvo al frente de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género en el Ministerio de Economía de la República Argentina.
“El consenso internacional es que tiene que haber un piso de protección que exceda a los aportes propios porque muchas veces éstos no dependen solo del trabajador sino de su empleador. Por otro lado, el mundo está pensando en cómo hacer sistemas jubilatorios sostenibles porque los países que no tienen informalidad tienen población envejecida. Hay algunos que han aplicado rentas extraordinarias, que han buscado impuestos a la riqueza, que han gravado los recursos naturales. Todos están pensando modelos más progresivos para que el sistema cierre con la gente adentro”, señala Cirmi.
Utilizando como fuente un estudio del Centro de Economía Política Argentina para el año 2021, el 74,4% de quienes poseen una jubilación con moratoria eran mujeres. “Si la moratoria no existiera, sólo se podría haber jubilado el 35% de las personas en edad de hacerlo”, explicaron en julio de 2022. Además, Cirmi asevera que internacionalmente todos los países -incluso los que Milei admira como Alemania- buscan incluir en sus sistemas previsionales a quienes no llegaron a aportar los años suficientes como para jubilarse, especialmente las mujeres que, en el caso germano, se les reconoce tres años de aportes por cada hijo/a. A nivel mundial, la cobertura de jubilaciones pasó del 53% al 77% aunque la informalidad se continúa manteniendo en el 60%.
“El mundo ha probado que los sistemas privados de jubilación, donde cada uno aporta a su propia renta, tiene muy poco respaldo ante una crisis financiera. Los sistemas financieros privados tienen menos amortiguadores que el sistema público y eso hace que los ahorros de la gente se licúen mucho más. Asimismo, la experiencia de que el aporte no sea obligatorio también ha sido muy mala a nivel global. La gente decide no aportar ya sea en sistemas de reparto o de capitalización, pero cuando envejece necesita esos ingresos y el Estado termina teniendo que salir a apoyar”, finaliza.
