Levantar la alfombra

😵 El Presidente de la Nación anunció un paquete de medidas en salud mental y consumos problemáticos que podría cambiar la vida de miles de personas. Voluntad política, financiamiento y formación de recursos humanos.

El presidente Alberto Fernández, acompañado por la Ministra de Salud Carla Vizzotti, presentó la semana pasada un conjunto de medidas para el abordaje integral de la salud mental que podría trazar una línea divisoria en la historia del campo de la salud mental y los consumos problemáticos.

Los anuncios llegan dos días después de que un hombre con padecimientos psíquicos fuera fuertemente estigmatizado tras cometer un delito y se diera un debate pasado de época sobre un folleto que alerta sobre los riesgos de consumir sustancias ilícitas. Esta semana también se cumplieron 9 años de la brutal represión policial por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el Hospital J T Borda en el que recibieron gases lacrimógenos hasta los pacientes de la institución.

La presentación oficial se realizó en el Hospital Nacional  en Red “Lic. Laura Bonaparte”. Especializado en Salud Mental y Adicciones. Resulta interesante recordar que el nombre original de la institución fue Centro Nacional de Reeducación Social creado e ideado en el año 1973 por José López Rega. Recién a mediados de 2016 modificó su nombre para pasar a llamarse como lo conocemos ahora en homenaje a una reconocida psicóloga y trabajadora en salud mental, luchadora por los derechos humanos e integrante de Madres de Plaza de Mayo.  Durante la dictadura cívico-militar Laura Bonaparte perdió a casi toda su familia: dos hijas, un hijo, dos yernos y el padre de sus hijxs.

La implementación agrietada de la ley

Puede resultar útil historizar un poco. El 25 de noviembre de 2010, luego de un largo proceso que contó con la  participación de una enorme cantidad de actores del campo de la salud mental y los derechos humanos, se sancionó la Ley Nacional de Salud Mental  Nº 26.657. Debieron pasar casi tres años desde su sanción hasta que finalmente fue reglamentada en 2013.

A partir del 2016, el cambio de gestión a nivel nacional produjo un viraje en los procesos que venían teniendo lugar.  Ocurrieron, en cambio: un retorno de la institución manicomial como organizadora del sistema de atención de los problemas de salud mental, la jerarquización de un discurso médico-psiquiátrico que desvalorizó el abordaje interdisciplinario y el desconocimiento de las instancias previstas para la discusión y monitoreo del cumplimiento de la ley.    Este combo configuró algo aun más regresivo que una vuelta a los lineamientos de las políticas de salud mental de los años ´90: la extrema fragmentación de las respuestas estatales y una desarticulación en la conceptualización del problema que, cuando no era designado como un problema de (in)seguridad fue nombrado como un problema de salud desarticulado de la situación social de  los sujetos. Para coronar toda esta destrucción, en el último trimestre del 2018 el Ministerio de Salud Nacional sufrió una desjerarquización al ser transformado en Secretaría por primera vez en la historia de la salud en la Argentina.

El 2019 terminaba con la expectativa de que se cumplieran las anticipadas transformaciones en el escenario de la salud mental pensadas en el marco de la campaña que puso a Alberto Fernández al frente de la presidencia de la Nación. En 2020 llego la pandemia y las acciones debieron concentrarse fuertemente en salud.

En este contexto llega la propuesta anunciada días atrás. No solo se retoman las propuestas pensadas en la antesala de la pandemia sino que se suma la visibilizarían de los sufrimientos padecidos durante los dos últimos años.

Es en ese marco que se elaboró una propuesta integral de salud mental con alcance nacional. Proceso que dio inicio con el tratamiento de temas de relevancia en el Consejo Federal de Salud Mental,  la restitución a la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Comisión Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones (CONISMA)[1], el retorno de las reuniones del Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones y la profundización de los diálogos al interior del Consejo Federal de Salud Mental y Adicciones (Cofesama) que comenzará a sesionar dos veces por semana. Con este estado de situación se presentó una estrategia nacional de salud mental.

De eso sí se habla: el estado escucha.

“La pandemia generó estrés, ansiedades, miedo. Mucho sufrimiento”. Con estas palabras, Alberto Fernández iniciaba la presentación de medidas. Expresó que la propuesta federal que se impulsa partió de considerar lo prometido antes del comienzo de la pandemia, pero que es necesario considerar que todo lo ocurrido durante estos últimos dos años aumentó de forma exponencial la necesidad de atención en salud mental. Señaló que la salud mental fue un tema tabú, pero que en este momento no es posible soslayar la gran preocupación por las expresiones de los padecimientos en la comunidad. Especialmente por los y las adolescentes que son “los más afectados”, dijo.

En otro tramo, al referirse al tema de la salud mental  subrayó: “No vamos a dejarlo debajo de la alfombra”. Estos señalamientos son fuertemente celebrados por lxs trabajadorxs del campo de la salud mental porque visibilizan la necesidad de saldar la deuda de la plena implementación de la Ley de Salud Mental.

La presentación de una Estrategia Federal del abordaje integral de la salud mental y consumos problemáticos que a la vez cuente con el apoyo de instancias internacionales tal como la OMS y UNICEF muestra que se han considerado no solo la discusión con expertxs locales sino que se establecieron acuerdos estratégicos con estos organismos.

El anuncio de un abordaje de los problemas de salud mental  desde una perspectiva de derechos libre de violencias y desde el respeto a las diversidades promete transformarse en una política útil y eficaz. Si se alcanza, podría ser revolucionaria.

Entre las principales medidas se destacan:

– la duplicación de presupuesto con fondo extraordinario de 4 mil millones de pesos,

– el fortalecimiento de la atención en salud mental en todas las jurisdicciones,

– el financiamiento para la creación de Unidades de cuidados de la urgencia y Guardias interdisciplinarias que funcionen 24 hs para la atención de problemas de salud mental,

– la construcción de viviendas de medio camino para avanzar en la LNSM y concretar la desinstitucionalización de usuarixs,

– la duplicación de cantidad de efectores de primer nivel que recibirán botiquines Remediar con insumos de salud mental,

– la creación de Programa para el abordaje integral de la prevención del suicidio

– el especial acompañamiento y asistencia de infancias y adolescencias

– la formación de recursos humanos en todo el país,

Una transformación como la que se pretende podría cambiar la vida de las personas. Ojalá.


[1] En Julio de 2021.

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