Reflexiones sobre la luchita

✊ Residentes y concurrentes le torcieron el brazo a Larreta y Quirós tras nueve semanas de paros y movilizaciones. Qué significa esta victoria y cómo se dio el puntapié para torcer las voluntades políticas.

Para quienes dicen que solamente estamos en formación, estas 9 semanas fueron un aprendizaje inmenso para residentes y concurrentes (y también para muchos otros). 

Siempre supimos que somos la mano de obra calificada barata para sostener el sistema de salud público. Somos una ganga para el Gobierno de la Ciudad, posibilitamos sus millonarias campañas de publicidad mientras cobramos $300 la hora para, título en mano, garantizar uno de los derechos fundamentales de cualquier persona que habite el suelo argentino (esto último, con orgullo).

La diferencia es que ahora también lo sabe la sociedad. Después de estas largas jornadas que no vamos a olvidar, logramos con la fuerza de nuestra convicción y el poder de nuestra organización romper el blindaje exitosísimo que separa a Rodríguez Larreta y al ahora menoscabado Fernán Quirós, responsables de tener a las y los profesionales de la salud en la miseria. Punto y aparte la madurez de lograr la confluencia de distintas tradiciones políticas para potenciar nuestra lucha.

Lo que nunca nos vamos a olvidar es que, cuando un sector por más golpeado que sea, logra unirse al grito de «BASTA», ese grito definitivamente se convierte en el puntapié para torcer las voluntades políticas.

Residentes y concurrentes lograron torcerle el brazo a Horacio Rodríguez Larreta y Fernán Quirós. Fotos: Télam

Quirós nos recibió después de un mes de paro en el que miles de residentes y concurrentes pusimos el cuerpo con nuestras reivindicaciones intactas. Ante la vergüenza de su gestión se vio obligado a aumentarnos el sueldo. Confieso que todavía me quedaba resto para sorprenderme ante su oferta mezquina, pero también le quedaba fuerza a nuestro gran colectivo asambleario para redoblar el tenor de las medidas y provocar un movimiento aún mayor de todo el tablero político involucrado en esta disputa. Todos los gremios de la salud se vieron obligados a salir a la calle ante nuestra iniciativa (como dije, el aprendizaje no fue solo para nosotros).

Y ganamos. Ganamos les trabajadores. Ganó la salud pública, que hoy tiene profesionales de la salud mejor pagos para que la sostengan con el compromiso de siempre. Ganaron les concurrentes, porque irrumpieron en la agenda política. Ganó la Asamblea CABA de Residentes y Concurrentes, que suma un nuevo precedente histórico.

Luchamos hasta ganar. Y ganamos.

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